Entrevista a RITA LEVI-MONTALCINI
NEURÓLOGA, ITALIANA, PREMIO NOBEL DE
MEDICINA 1986.
Entrevista efectuada el 22 de diciembre
de 2005.
Rep: - ¿Cómo celebrará sus 100 años?
Rita: - Ah, no sé si viviré, y además no
me placen las celebraciones. ¡Lo que me interesa y me da placer es lo que hago
cada día!
Rep: - ¿Y qué hace?
Rita: - Trabajo para becar a niñas
africanas para que estudien y prosperen ellas y sus países. Y sigo
investigando, sigo pensando...
Rep: - No se jubila.
Rita: - ¡Jamás! ¡La jubilación está
destruyendo cerebros! Mucha gente se jubila, y se abandona... Y eso mata su
cerebro. Y enferma.
Rep: - ¿Y cómo anda su cerebro?
Rita: - ¡Igual que a mis 20 años! No
noto diferencia en ilusiones ni en capacidad. Mañana vuelo a un congreso
médico...
Rep: - Pero algún límite genético
habrá...
Rita: - No. Mi cerebro pronto tendrá un
siglo..., pero no conoce la senilidad. El cuerpo se me arruga, es inevitable,
¡pero no el cerebro!
Rep: - ¿Cómo lo hace?
Rita: - Gozamos de gran plasticidad
neuronal: aunque mueran neuronas, las restantes se reorganizan para mantener
las mismas funciones, ¡pero para ello conviene estimularlas!
Rep: - Ayúdeme a hacerlo.
Rita: - Mantén tu cerebro ilusionado,
activo, hazlo funcionar, y nunca se degenerará.
Rep: - ¿Y viviré más años?
Rita: - Vivirá mejor los años que viva,
que eso es lo interesante. La clave es mantener curiosidades, empeños, tener
pasiones...
Rep: - La suya fue la investigación
científica...
Rita: - Sí, y sigue siéndolo.
Rep: - Descubrió cómo crecen y se
renuevan las células del sistema nervioso...
Rita: - Sí, en 1942: lo llamé nerve
growth factor (NGF, factor de crecimiento nervioso), y durante casi medio siglo
estuvo en entredicho, ¡hasta que se reconoció su validez y en 1986 me dieron
por ello el premio Nobel!
Rep: - ¿Cómo fue que una chica italiana
de los años veinte se convirtió en neurocientífica?
Rita: - Desde niña tuve el empeño de
estudiar. Mi padre quería casarme bien, que fuese buena esposa, buena madre...
Y yo me negué. Me planté y le confesé que quería estudiar...
Rep: - Qué disgusto para papá, ¿no?
Rita: - Sí. Pero es que yo no tenía una
infancia feliz: me sentía patito feo, tonta y poca cosa... Mis hermanos mayores
eran muy brillantes, y yo me sentía tan inferior...
Rep: - Veo que convirtió eso en un
estímulo...
Rita: - Me estimuló también el ejemplo
del médico Albert Schweitzer, que estaba en África para paliar la lepra. Deseé
ayudar a los que sufren, ¡ése era mi gran sueño...!
Rep: - Y lo ha hecho..., con su ciencia.
Rita: - Y, hoy, ayudando a niñas de
África para que estudien. Luchemos contra la enfermedad, sí, ¡pero todo mejorará
si acaba la opresión de la mujer en esos países islamistas...!
Rep: - La religión ¿frena el desarrollo
cognitivo? (del conocimiento).
Rita: - Sí, la religión margina a la
mujer frente al hombre, la aparta del desarrollo cognitivo.
Rep: - ¿Existen diferencias entre el
cerebro del hombre y el de la mujer?
Rita: - Sólo en las funciones cerebrales
relacionadas con las emociones, vinculadas al sistema endocrino. Pero en cuanto
a las funciones cognitivas, no hay diferencia alguna.
Rep: - ¿Por qué todavía hay pocas
científicas?
Rita: - ¡No es así! ¡Muchos hallazgos
científicos atribuidos a hombres los hicieron en verdad sus hermanas, esposas e
hijas!
Rep: - ¿De veras?
Rita: - No se admitía la inteligencia
femenina, y la dejaban en la sombra. Hoy, felizmente, hay más mujeres que
hombres en la investigación científica: ¡las herederas de Hipatia!
Rep: - La sabia alejandrina del siglo
IV...
Rita: - Ya no acabaremos asesinadas en
la calle por monjes cristianos misóginos, como ella. Desde luego, el mundo ha
mejorado algo...
Rep: - Nadie ha intentado asesinarla a
usted...
Rita: - Durante el fascismo, Mussolini
quiso imitar a Hitler en la persecución de judíos..., y tuve que ocultarme por
un tiempo. Pero no dejé de investigar: monté mi laboratorio en mi dormitorio...
¡y descubrí la apoptosis, que es la muerte programada de las células!
Rep: - ¿Por qué hay tan alto porcentaje
de judíos entre científicos e intelectuales?
Rita: - La exclusión fomentó entre los judíos
los trabajos intelectivos: pueden prohibírtelo todo, ¡pero no que pienses! Y es
cierto que hay muchos judíos entre los premios Nobel...
Rep: - ¿Cómo se explica usted la locura
nazi?
Rita: - Hitler y Mussolini supieron
hablar a las masas, en las que siempre predomina el cerebro emocional sobre el
neocortical, el intelectual. ¡Manejaron emociones, no razones!
Rep: - ¿Sucede eso ahora?
Rita: - ¿Por qué cree que en muchas
escuelas de Estados U nidos se enseña el creacionismo en vez del evolucionismo?
Rep: - ¿La ideología es emoción, es
sinrazón?
Rita: - La razón es hija de la
imperfección. En los invertebrados todo está programado: son perfectos.
¡Nosotros, no! Y, al ser imperfectos, hemos recurrido a la razón, a los valores
éticos: ¡discernir entre el bien y el mal es el más alto grado de la evolución
darwiniana!
Rep: - ¿Nunca se ha casado, no ha tenido
hijos?
Rita: - No. Entré en la jungla del
sistema nervioso ¡y quedé tan fascinada por su belleza que decidí dedicarle
todo mi tiempo, mi vida!
Rep: - ¿Lograremos un día curar el
alzheimer, el parkinson, la demencia senil...?
Rita: - Curar... Lo que lograremos será
frenar, retrasar, minimizar todas esas enfermedades
Rep: - ¿Cuál es hoy su gran sueño?
Rita: - Que un día logremos utilizar al
máximo la capacidad cognitiva de nuestros cerebros.
Rep: - ¿Cuándo dejó de sentirse patito
feo?
Rita: - ¡Aún sigo consciente de mis
limitaciones!
Rep: - ¿Qué ha sido lo mejor de su vida?
Rita: - Ayudar a los demás.
Rep: - ¿Qué haría hoy si tuviese 20
años?
Rita: - ¡Pero si estoy haciéndolo!
Rita Levy nació en Turín en 1909, es
senadora vitalicia, sus padres fueron: Adamo Levi y Adele Montalcini y sigue
viviendo en Italia.
Enviado por Verónica Aguilar,
Cuernavaca, Morelos. México.