Abstracto.
Habíamos cenado en la hostería de aquél
lugar de peces voladores, naranjas de pulpa, cierta, existencial.
Cuando entramos a la cabaña subidos en
las burbujas de champaña, las llamas de la chimenea dibujaban hilos voluptuosos
de mensajes astrales, teóricos.
Sábanas de satén color ocre.
El calor de dos cuerpos ansiosos de piel
y de besos, impacientes, desatados. Las manos descontroladas, la boca en
cualquier lugar…
Sábanas de satén ocre, espiraladas,
galopando llenas de sexo y placer, en un valle extenso de hidrógeno y lavanda…
Allí disfrutamos, gozamos el amor en
letras góticas, impensadas, tinta china, duraznero en flor.
Pasaron volando a nuestro lado, la silla
de Frida Kahlo, el pincel de Dalí, las ovejas de Abraham…
Regresando a la ciudad, en la esquina de
San Martín y Catamarca nos espera el señor noviembre con sus brazos de alfalfa
y su panza de alelí…
Algo de mi vida.
Mi vida: no sé por qué la imagino como
un ovillo de lana redondo, sin bordes, de color manteca. Empiezo a desovillar,
hasta llegar al principio de las cosas.
El sello más apretado que conservo en mi
mente: la bolsa con pan que me habían mandado a comprar, mi vestido de lanilla
rosa de mangas largas mis cabellos tan ondulados que no me dejaba peinar,
porque me dolía, pues en aquélla época no había enjuague.
Yo muy pequeña, me pasaba largo tiempo
en la ventana de aquél conservatorio de piano embriagada con aquélla música que
me desbordaba el alma, no entendía el por qué...
Pero como nunca mis padres pudieron enviarme
para aprender, después entendí, sin que nadie me lo explicara que aprender
piano en aquélla época era para la gente de dinero.
Yo era una niña callada, creo que un
poco autista, siempre me guardaba mis inquietudes, mis sentimientos, jamás
exteriorizaba
Era el año mil novecientos cincuenta,
eran otros tiempos, los niños éramos pájaros libres, que podíamos jugar en las
veredas sin temor alguno, podíamos una noche de verano con gritos de alegría
atrapar una luciérnaga en la plaza inmensa, llena de sorpresas y aventuras.
Todos los febreros en las tardes siempre
cálidas, había un día que debía ser especial, pero para mí fue siempre igual a
los otros pues no había torta ni chocolate.
Aprendí a sacar las espinas de mi alma,
a dejar las rosas, el arco iris, la bondad que me hace amar a los demás sin
hacer diferencias, nada tengo que reprocharle a la vida...todas las noches me
subo al tobogán de la alegría…sólo le pido: Amanecer mañana...
Blanca, amarilla y pequeña...
Es frágil, etérea y pequeña. Cuando
lloramos juntas de emoción... un cuarto menguante llora con nosotras y se
guarda el pañuelo en el bolsillo.
Hace poco tiempo nos conocimos, pero
desde los tiempos uterinos nuestras almas estuvieron ensambladas totalmente
llenas de lirismo, amor y emoción...
Es pequeña pero es ¡Tan fuerte!
Se llama: Persona, se llama ternura,
inteligencia, sensibilidad, también se llama errores...también se llama:
Margarita...
Cuando nos abrazamos, cuando lloramos, en
un espacio desdoblado del universo, somos dos, somos Una...Incomprensible
actitud de las almas en constante movimiento envolvente, orgullosos narcisos
parlantes bailan en nuestras almas, giran con bravura antiguas montañas
otomanas...el Sena se sube a la torre Eiffel. ¡Qué regalo me dio la vida! Una
amiga que simplemente se llama Margarita...
Dios, gracias por estar.
La puerta
es ancha, alta, de pared a pared…
Es una puerta con cara de nada…
El picaporte está en donde yo lo quiera
colocar, y funciona de igual modo.
He cerrado la puerta con cara de nada,
para siempre.....
En lo incierto busco la razón de mi
existencia...
No sé si soy la misma que vivía del otro
lado o soy una prolongación,
La misma vida se comunica por hilos
invisibles colapsados de átomos bailantes, fulgurosos, vitales energéticos...
Doy unos pasos vacilantes, con miedo, manos adelante para no golpearme... y
todo es resplandor oscuro, casi gris...
Es la primera vez que tengo noción
material del vacío…lo percibo, lo toco y tiene cuerpo, tiene perfume, tiene una
Sonrisa de bienvenida…
Me metí en las sombras y siento que soy
sombra y sustancia, escribo en Braille de derecha a izquierda, siento la
energía de la nada, la lluvia es la misma del otro lado de la puerta, pero aquí
es seca, aunque iguales sean sus pasos, Aquí, en esta oscuridad escarlata
aprendo a ser la nueva que debo ser o la continuación de la que fui.
Soy como un árbol, cerebro invertido, el
mundo me duele, el amor me contiene, un gusano de seda dorado me sube por el
pie, una brizna de pasto entre los labios, terciopelo de tulipán holandés me
habla en la nariz…
Busco detrás de la puerta de la nada,
tomo las manos de la otra que fui…me incorporo a ella…ella se funde en mi…soy
antes, soy ahora y soy futuro…
Dejo aquél lugar …Dios , la Vida me
espera, las palabras son de cosmos con delicias frutadas , Amor que encontré ,
en todas las cosas , armonía de vivir , remansos , estrellas mi hijo amado
Rodrigo , mis princesas Maite y Muriel , familia , esposo tierno , bueno.
Gracias Señor, pude encontrarte...
Autora: Olga
Triviño. Mendoza, Argentina.
Presentación de una nueva colaboradora.