¡LAS SERENATAS!
El Gañán
Introducción
Las
tradicionales Serenatas
Los pueblos de culturas andinas cuyos habitantes
moran en este hermoso y gran país, aún conservan intactas sus tradiciones
ancestrales; tradiciones que les permiten identificarse con el suelo que los
vio nacer, crecer y desarrollarse; es decir, las serenatas son la transmisión
de generación en generación de las costumbres, ritos y leyendas que, oral y
culturalmente forman la conciencia de una colectividad.
Pero, esta es una narrativa, difícil de
asimilar el por qué se dan este tipo de Tradiciones, las serenatas con las que
cuentan los cientos de pueblos, sobre todo alto andinos, posesionados sobre
territorios llenos de grandes y valiosas riquezas naturales de este terruño;
riquezas que, para otros pueblos sería deseable tenerlas y utilizarlas para su
desarrollo y surgimiento.
Este tipo de tradiciones de las que se ocupa
el cuento, son totalmente atípicas y contrarias por la imposición de la fuerza
por el patrón o patrona , según sea el caso de quién esté al mando de ser el
“mayordomo” de la fiesta; sin embargo, se dan cada cierto tiempo, sobre todo,
cuando se trata de imponerlas a cualquier precio, ni siquiera importarles la
propia vida, cuando quieren defender lo indefendible y los habitantes no las
quieren, ni son las que sus ancestros practicaban, por ser contrarias a las tradicionales
y ser de consecuencias nocivas.
Cap. I
“El Pago a la Tierra”
El llamado “Pago a la Pachamama”, es una de
las Tradiciones Culturales más antiguas de estos habitantes; desde tiempos
remotos sus ancestros se posesionaron en un determinado lugar de la serranía y
sus descendientes las siguen practicando, pasando así, de generación en
generación, permitiendo permanecer en el tiempo.
Esta Tradición, consiste en hacer un ritual en
agradecimiento a los dioses de la naturaleza, por lo bueno que la tierra les ha
proporcionado como alimento; asimismo, pedían su bendición para las cosechas
siguientes, el ritual es presidido por un chamán, el que pedía hojas de coca,
semillas de variedad de cereales, chicha de maíz, guairuros y algunas otras
plantas; todo a manera de ofrenda, en retribución y agradecimiento por lo que
la madre tierra les ha brindado; asimismo, se le hace una especie de devolución
por todo lo recibido.
Las serenatas de tipo religioso
Es otra de las tradiciones que se dan donde se
practica la religiosidad, acostumbrando a dar la “serenata” a la media noche al
santo motivo del festejo, con una estruendosa y extensa “Troya” de cuetes y
cohetones, haciendo estremecer los espíritus y el alma de los visitantes.
El saludo al santo de la devoción,
empieza con ocho días de anuncio con el ulular de las campanas de la iglesia,
echadas al vuelo, para llamar a los fieles, que con gran algarabía, asisten al
llamado; para eso ya se encuentra muy bien preparado el devoto del “Convite”
para recibir a todos los fieles que pudieran u desearan asistir y saludar al
devoto que, es quien da el inicio al programa de toda la fiesta.
El “Convite” en sí, es el momento más alegre,
mostrando su algarabía todos los asistentes, recibiendo no sólo el saludo, sino
que, es llevado a compartir entre todos los presentes a gozar con los “caperos”
que, con su música propia de los lugares, el devoto con su pareja, dando inicio
con un baile; todo esto, no sin antes haber presenciado el “saludo” del devoto
y su familia al santo al cual van a festejar y se encuentra en el interior de
la iglesia.
Cap. II
Las Fatales Veladas
Luego, todos los asistentes comparten los diversos
y abundantes platos de comida, que el devoto ha preparado a manera de mostrar
su agradecimiento por la concurrencia de cada uno de los presentes, donde todo
es compartir alegremente el momento; se ve y se siente en la gente concurrente,
la amistad, la alegría, la felicidad que los une a lo largo de su convivencia;
asimismo, siguen gozando, luego de ocho días, la continuidad de la fiesta con
veladas matinales el día sábado; por la tarde del mismo sábado se hará otra
velada, seguida de la quema de “castillos” y “juegos artificiales”; es decir,
todo es una inmensa felicidad entre todos los habitantes lugareños y foráneos,
mucha mayor alegría es para los campesinos o chacareros como se les llama por
el gran sentimiento mostrado ante el santo de su devoción
Como se ve, todo es compartir pletóricos de
algarabía, cunden los abrazos sinceros, los saludos fraternales luego de
encontrarse después de muchos años, por estar fuera del terruño; allí se reúnen
familias enteras, viejos amigos, amistad forjada desde la infancia. Luego,
durante los tres días que dura la fiesta, todo es hermandad sincera.
A la medianoche vendrá la “serenata”. Pero,
esta “serenata” a relatar, será distinta, atípica, sangrienta, cruel, malvada,
perversa; porque una ¡perfecta cínica con su Diógenes! ¡Otrora Caballos de
Troya! ¡Hoy, repudiables felones!, hoy son los patrones, falsos dueños de la
fiesta; porque no han tenido la valentía ni el coraje de presidirla, en vista
de que el cargo de “Mayordomo” ha sido usurpado; sólo envían facinerosos,
esbirros infiltrados para causar desórdenes con fusiles, balas, granadas para
la fiesta, granadas con perdigones lanzadas desde el aire por helicópteros,
llegando a nublar el hermoso cielo azul.
Así
pues culpar a los que asistieron, que ellos fueron los
causantes de su propia muerte y su propio encierro
Por las mañanas empezarán las serenatas, en
diferentes lugares, en diferentes horas y en diferentes días; asimismo, con
diferentes cantidades de víctimas, desaparecidos, lisiados y encarcelados.
En estas serenatas, cunde el caos, el
desorden, el miedo profundo; es decir, el terror impuesto por los falsos
mayordomos que nadie había escogido o nombrado.
¡Hermanos campesinos! Bienvenidos serán
ustedes, por ser las primeras víctimas; luego vendrán estudiantes, padres y
madres, hasta niños y ancianos; los que fueron objeto de discriminación y
abusos. Luego dicen: “Mirándonos a los ojos, abracémonos todos,”
El
villano cruel, a pleno sol con cielo azul, Busca al quechua, al aimara, al
indio, al hombre que se queja, que reclama el tipo de recibimiento en la
serenata ¡Que no le tapen el sol!
Empiece la Velada, hay fuegos artificiales.
Brinden la partida de muertos, desaparecidos; canten sus tribulaciones: El
Cóndor pasa, Valicha, Cuando el indio llora, Flor de
Retama. Mamacha de las Mercedes.
Cientos
de hermanos andinos, mestizos todos, ofrendan su vida en justa protesta por la
manera de esta serenata. “Volverán y serán millones”
“Querrán
matarlos y no podrán matarlos”
Culpables
“Tú por traicionar y Tú, al imponer la
tiranía” De una fiesta que fue con armonía y ganada en paz como siempre lo
había sido
¡Los Apus de las
inmensas montañas, con ser Dioses lloran, lloran amargamente la injusta partida
de sus inocentes hijos! La Mama Pacha en duelo, jura revancha, mandará
tempestades con rayos y truenos a tales granujas.
Cap. III
Epílogo
Setenta
muertos, más de doscientos heridos, y desaparecidos, descansen en paz eterna
otro tanto de enjuiciados por asistir a funestas serenatas, esperen con calma
la justicia negada
Algunos de los que partieron, han dejado a
muchas madres llorando, con el corazón destrozado, porque partieron siendo muy
jóvenes y con un futuro prometedor por haber sido estudiantes y algunos otros profesionales ; otros quedarán huérfanos, porque ambos
padres murieron en las fatales serenatas.
Autor: Héctor
Paredes Cuadros. Arequipa , Perú.