Ficha técnica:
Título: “El Gato pardo”
País: Italia
Año: 1963
Dirección: Luchino Visconti
Producción: Goffredo Lombardo y Pietro
Notarianni
Guión: Pasquale Festa Campanile y
Luchino Visconti basada en la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Fotografía: Giuseppe Rotunno
Actores: Burt Lancaster, Alain Delon,
Claudia Cardinale, Serge Reggiani, Mario Girotti, Romolo Valli.
Sinopsis:
La vida de Don Fabrizio, Príncipe de
Salina, y de su familia, que se ve alterada al ser Sicilia invadida por las
tropas de Garibaldi, quien lucha instaurar la Republica e integrar a Italia.
Como consecuencia de esto, todos van a refugiarse a la casa de campo que la
familia tiene en Donnafugatta.
Comentario:
Esta película es considerada como una de
las obras esenciales del cine europeo de los años sesenta y de las más
destacadas de su director: Luchino Visconti; Obtuvo diversos galardones entre
los que destacan varios premios internacionales; la Palma de Oro, al mejor
director, en el Festival de Cannes y el reconocimiento de la crítica
especializada.
Únicamente Luchino Visconti podía llevar
al cine la celebrada novela de Lampedusa. “El Gatopardo” es uno de los escasos
filmes históricos que no traiciona la verdad y esencia de la Historia, la
película, está exenta de convulsiones, desenfrenos o decadentismo ornamental.
Esta absoluta obra maestra, nos es presentada como una crónica fría,
distanciada, objetiva, clarificadora. En la que, sin embargo, no está ausente
la ironía.
Cineasta y novelista procedían de la
antigua aristocracia italiana; de Milán el uno, de Sicilia el otro. Luchino
Visconti, conde de Modrone, antiguo partisano y con carnet del Partido
Comunista concibe su “Gatopardo”, en muy importantes aspectos, bien distinto a
la novela de Lampedusa. Esta únicamente serviría de punto de partida para que
Visconti articulase su propio discurso sobre la decadencia de la nobleza a la
que él pertenecía –y amó hasta el final de su vida- sin por ello traicionar su
ideología marxista. (Complejo asunto solo plausible en la compleja y
contradictoria Italia de los 60’s). Tranquilo, seguro de si mismo y en plena
posesión de sus facultades artísticas, el genial director podía expresar un
sueño largamente acariciado: la plena asunción de sus contradicciones
ideológicas, con el máximo grado de lucidez.
La historia nos habla de la unificación
italiana bajo el reinado de los Saboya. Una Revolución traicionada (Garibaldi)
que condujo a una Monarquía Constitucional de signo marcadamente burgués. Don
Fabrizio de Salina –inteligente, burlón, rijoso, traicionará sus más íntimas
convicciones con tal de perpetuar un aposentamiento para una aristocracia que
va a ser despojada de sus antiguos privilegios de clase. Este príncipe renacentista
“ma non troppo”, concertará el matrimonio de su sobrino, el arribista e inmoral
Tancredi (Alain Delon), con la bellísima Angélica (Claudia Cardinale, radiante
como nunca) hija del alcalde de Donnafugata (Sicilia) don Calogero Sedara
(Paolo Stoppa,), buen burgués, riquísimo, deslumbrado por los fastos y
protocolos de la Casa Salina, y que se sentirá integrado en una “clase
superior” aunque ello le cueste esos miles de ducados.
Consciente de su dimisión moral, Don
Fabrizio camina hacia la vejez y la muerte reflexionando serenamente sobre el
destino político de su familia, de su clase, de la misma Italia (“este es el
país de las componendas”). La culminación de este doloroso y lúcido itinerario
será la larga y prodigiosa secuencia del baile en el palacio Ponteleone,
trágico desfile de máscaras agonizantes en tonos rojos y negros.
Finalmente, como avance, unas líneas del
guión:
…“Para que todo siga igual es preciso
antes que todo cambie”.
…”Todo queda como está, es tan solo una
imperceptible sustitución de clases. Los burgueses no nos quieren destruir a
nosotros, sus padres. Únicamente quieren ocupar nuestro sitio. Con dulzura, con
buenos modales, tal vez poniéndonos en los bolsillos algunos miles de ducados”.
“Y después será distinto, pero aún peor.
Nosotros fuimos los gatopardos, los leones; los que nos sustituyan serán los
chacales y borregos, y todos: gatopardos, leones, chacales y borregos
seguiremos creyéndonos la sal de la tierra”.
…“Nos hemos casado entre nosotros y
hemos dado lugar a una raza de idiotas”.
Don Fabrizio de Salina, El Gatopardo.
Autor: Rafael
Fernández Pineda. Cancún, Quintana Roo. México.