DISCAPACIDAD, POBREZA Y ORFANDAD

 

Desde su evolución la humanidad ha estado jalonada por fenómenos naturales, más no escapa de las miserias sociales tales como: discapacidad, orfandad y pobreza, e ineluctablemente van aparejadas, puesto que en este sistema desencarnado, subyugante e injusto donde solo triunfan los fuertes, se valora lo que se posee sin considerar capacidad, creatividad e intelecto.

La madurez de la sociedad es un proceso evolutivo y social que aún en el renombrado siglo del conocimiento no hemos alcanzado, todavía hoy las personas con discapacidad prácticamente no tienen cabida. No obstante, es el eslabón de una cadena de problemas sociales conocido como discriminación, prejuicios e injusticia, patentes en la orfandad y pobreza del niño con discapacidad abandonado y no querido por sus padres, los que se enviarán a un albergue y si son pudientes inapelablemente serán enclaustrados en el hogar cuidados por nanas y por los facultativos.

El niño discapacitado en orfandad al someterse al proceso de adopción nuevamente será rechazado por sus padres adoptivos, puesto que el estereotipo social exige niños prefabricados y sobre todo hermosos con un cociente intelectual garantizado. Pero esta lúgubre situación se triplica, cuando este discapacitado para subsistir, está obligado a incorporarse a la vida productiva de su país y reiteradamente es marginado por un mercado laboral que exige productos perfectos.

Panamá, no escapa de este oscurantismo y día a día millones de personas en todo el mundo no sólo ven vulnerados sus derechos, sino que son privados de necesidades tan básicas como comer, dormir o vestirse e incluso disfrutar de un núcleo familiar constituido. Pero dentro de estos factores que van en paralelo a la pobreza, además de la discapacidad no podemos soslayar la orfandad acentuada en la carencia de apoyo moral, emocional y físico para un niño con discapacidad, la ausencia de sus progenitores en el hogar hace que la subsistencia sea mucho más dura, es un verdadero mazazo a la identidad e inclusión de un niño con discapacidad, pues involucra el 80% de el desarrollo psíquico del individuo. Es bien sabido que hay un fuerte vínculo entre pobreza y discapacidad y que está estrechamente relacionado con la situación económica general de un país y sus condiciones de vida. Los factores que causan la pobreza no tienen el mismo impacto en todos los grupos, ni las medidas para erradicarla tienen el mismo efecto sobre unos y otros.

Entre todos debemos construir unas políticas que establezcan como meta, la creación de una sociedad inclusiva para todos, en la que las personas con discapacidad tengan un papel que desempeñar. En definitiva, una comunidad que celebre la diversidad, promueva la equidad y la justicia social, una colectividad que es justa con la población con discapacidad será una sociedad mejor para todos. Se consiga o no depende de todos nosotros.

 

Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.

Comunicadora Social.

elodia_0262@yahoo.es

 

 

 

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