CONVIVENCIA EN ARMONÍA SIN HUMO DE TABACO

 

Las tabacaleras British American Tobacco y Philip Morris han fomentado un programa denominado “Convivencia en Armonía” como alternativa a los espacios públicos 100% libres de humo de tabaco formulados por la Organización Mundial de la Salud. Desgraciadamente para estas empresas multinacionales, estudios de los más prestigiados centros de investigación del mundo nos dicen otra cosa: que los programas de “Convivencia en Armonía” no logran proteger a la gente del humo de tabaco ambiental y, por tanto, de los daños a la salud de fumadores y no fumadores [1].

 

Pero, ¿cuál es el problema con que la gente fume en un establecimiento o local? Primero que nada, seguramente estará usted de acuerdo en que cada quién es libre de fumar la cantidad de cigarros que desee. Pues bien, cuando una o varias personas fuman en un local cerrado, se genera el humo de tabaco ambiental (HTA). Ello obliga a los ahí presentes, sean o no fumadores, a respirar aire contaminado, lo cual se agrava dependiendo de la concentración en dicho aire viciado. ¿El resultado? Exponemos nuestro cuerpo a más de 40 carcinógenos del HTA; y aumenta el riesgo de que padezcamos cáncer pulmonar, insuficiencia respiratoria, ataques al corazón, etc. etc.

 

El programa “Convivencia en Armonía”  no funciona por varias razones:

 

1.      Proponen la “separación” de áreas para fumar y no fumar. Pero eso no impide que el HTA llegue a los pulmones de las personas que no fuman.

2.      Los sistemas de ventilación y purificación de aire no garantizan un aire limpio y seguro.

3.      Los programas voluntarios difícilmente se cumplen y adoptan por todos los  establecimientos.

 

Veamos a detalle porque estos tres pilares no funcionan satisfactoriamente:

 

Áreas físicamente separadas para fumadores y no fumadores. Esta es la vieja y equivocada solución: todos sabemos que el humo se pasa de un lado a otro. El HTA, al  llegar a las personas que no fuman, las convierte en fumadoras pasivas.

 

Los sistemas de ventilación y purificación de aire no garantizan un aire limpio y seguro. [2,3] No parece haber ningún nivel –por menor que este sea- donde la exposición al HTA sea segura. [4] Uno podría pensar que si no huele a tabaco, no es nocivo; que si sólo lo inhalamos por un rato, no hace daño; etc. La triste realidad es que, conforme la exposición aumenta, el riesgo de muchas enfermedades también.

 

Los programas voluntarios difícilmente se cumplen y adoptan por todos los  establecimientos.

En Australia, Reino Unido y España, se han probado estos programas voluntarios. Incluso en México, Colombia y otros países latinoamericanos, las tabacaleras llevan años promoviéndolos. ¿El resultado? Los dueños de establecimientos temen que esto desagrade a los clientes y no los adoptan, no hacen nada que los ponga en desventaja con los competidores. [1] 

 

Conclusión. En México debemos:

 

1.      Informar a la población de los riesgos del tabaco

2.      Hacer todo lo posible porque las opciones saludables sean las más fáciles de elegir. Está comprobado que más de la mitad de los fumadores desearían fumar menos o dejar de fumar. Por ello, les quitará la tentación de fumar el vivir en entornos 100% libres de humo de tabaco: en la escuela, trabajo, restaurantes, etc.

3.      Respetar el derecho de cada quién a fumar  o no fumar. Nadie debe obligar a otra persona a ser fumador, y menos aún a ser  fumador pasivo.

4.      Convencer a los restauranteros de que es más fácil, económica y justa una ley que establezca entornos 100% libres de humo de tabaco.

 

1. WHO. 2007. Protection from exposure to second-hand smoke tobacco smoke: policy recommendations, Geneva

2. ASHRAE. 1999. Ventilation for Acceptable Indoor Air Quality. , American  Society  of Heating, Refrigerating  and Air-Conditioning Engineers

3. ASHRAE. 2005. Environmental Tobacco Smoke,  Position Document, American  Society  of Heating, Refrigerating  and Air-Conditioning Engineers

4. WHO, IARC. 2002. Tobacco Smoke and Involuntary Smoking, WHO, IARC

 

Autores: Equipo de trabajo Por una Cultura Libre de Humo de Tabaco que ha colaborado con el Dr. James Thrasher del INSP de Cuernavaca Morelos.

Enviado por: Olivia Ortiz. México, Distrito Federal.

oliviaortizra@gmail.com

 

 

 

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