¿Cómo veo la vida y el mundo?

 

Quiero dedicar este texto a mi gran amigo Juan Paredes Castro, por quien siento un gran cariño, admiración y respeto, que me hizo esta pregunta la primera vez que conversamos.

Para comenzar, diré que la vida la veo como un regalo maravilloso, el cual agradezco al cielo cada vez que abro los ojos, ya que en cada nuevo amanecer siento que se me abren las puertas a nuevos retos, bendiciones y oportunidades.

En cuanto al mundo que habitamos, debo decir que lo veo como un lugar muy bello, lleno de cosas extraordinarias, que aunque no puedo ver, las puedo percibir. . Yo me siento feliz al escuchar el canto de las aves, al sentir el ruido del mar, al apreciar los rayos de sol al abrir mi ventana, al escuchar caer la lluvia, etc.

Muchos se preguntarán el por qué me expreso así, si estoy privada del sentido de la vista; debo decir que no puedo negar que muchas veces he tenido el deseo de ver, y que le he cuestionado a Dios el por qué me ha tocado vivir esta realidad. No obstante, con el tiempo, me he dado cuenta de que el hecho de no poder ver, más que ser algo con lo que me pueda deprimir y sentir mal, debo tomarlo como una fortaleza, ya que se me han dado otras cosas, las cuales valoro un montón, y por las cuales me debo sentir afortunada; tengo los demás sentidos muy        desarrollados, además, se me ha dado el don de escribir e inspirar a muchas personas. 

Con el transcurrir del tiempo me he dado cuenta d              e que la misión para la que nací, es el ser testimonio de vida, el manifestar el gran cariño que siento por mi país y hacer desde donde estoy un lugar mejor. Son tantas cosas que tengo que agradecerle a la vida, que el tiempo no me alcanzaría para hacerlo en este texto. A pesar de que las cosas que muchas veces suceden nos afectan, Dios nos ha dado un mundo en el que todavía podemos ser felices. Está en nosotros, como seres humanos, hacer que sea un lugar en donde podamos vivir     en paz y sin hacernos daño, para que así se asemeje al paraíso terrenal en el que vivieron los primeros hombres.

Finalmente, debo agradecerte Ju                an, ya que cada                  vez que converso contigo, me enseñas que a pesar de tener momentos adversos como ser humano, tengo muchos motivos por los cuales vivir    feliz.

 

Autora: Johanna Gilda Ugarelli Reinafarje. Lima. Perú.

johanna.ugarelli@limac.com.pe

 

 

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