EL SÍNDROME DE COLON IRRITABLE PUEDE
CONTROLARSE
Si al colon "intestino grueso"
se infiltran células como los linfocitos y leucocitos se producirá la colitis,
que el año pasado hizo que 265 mujeres y 127 varones tuvieran que internarse en
los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Otras molestias obedecen al colon
irritable donde no existe inflamación si no problemas funcionales que pueden
doler más que las colitis y en el 2005, 3.415 pacientes, 1.821 de ellos varones
y 1594 mujeres, fueron internadas en la CCSS para aliviar sus dolencias
causadas por el síndrome de colon espástico.
El colon se inflama si existe una
colitis ulcerativa, infecciosa, medicamentosa y de otros tipos, pero si se
trata de colon espástico, no hay inflamación si no una sensibilidad aumentada.
El colon mide dos metros, se fija al abdomen, lo recorre y termina
en el recto. Su función es la de concentrar las heces, recoger agua y
electrolitos.
Es un trastorno "funcional
benigno" ya que se trata de una alteración en los movimientos del
intestino grueso y delgado (motilidad intestinal) que ocurre sin que exista
alteración de las estructuras y cuya causa no es bien conocida. Se ha
establecido que sí existe actividad anormal en la función del músculo
intestinal, lo cual ocasiona alteración de sus movimientos involuntarios. Los
médicos saben que uno de los síntomas característicos del colon espástico o
irritable es el dolor en el abdomen inferior (bajo el ombligo) en particular
hacia la izquierda.
Muchas personas sienten cólicos,
pesadez, espasmos que varían la intensidad del dolor y puede obedecer a que el
intestino se llena de gas, presentan heces más líquidas o duras, se estriñen al
evacuar y sienten un alivio al descomprimirse las paredes donde se ubican las
células nerviosas.
Entre las causas que generan un mal
movimiento del intestino grueso que afecta a las personas se encuentra el
estrés, responsable de liberar sustancias irritantes que generan dolor.
El doctor Hernando González Quirós,
Gastroenterólogo del Hospital San Juan de Dios, dijo que se trata de una
enfermedad incurable que puede controlarse de buena manera, si existe una
adecuada relación entre el médico y su paciente.
Mencionó que la aparición del dolor, se
produce por causa del estrés, por ejemplo, al morir un ser querido, una
depresión "solapada" que encuentra el profesional al conversar con el
enfermo y a veces por otras causas que solo la sinceridad de la persona hacia
su doctor permite diagnosticar en forma correcta. "Yo puedo mandarles una
pastilla para el dolor o para el gas, pero mi deber como médico es encontrar la
causa de fondo y ayudarles", afirmó el galeno. Explicó que muchas veces
tiene que iniciar un tratamiento con antidepresivos, ejercicio constante,
referirlo a un psiquiatra o bien, a un psicólogo porque su condición es seria y
requiere darle seguimiento integral.
En otros casos, puede tratarse de
problemas por la ingesta de alimentos irritantes o la falta de fibra que se
soluciona con el consumo de vegetales, frutas enteras y otros suplementos, pero
siempre lo mejor es que el médico tenga la mayor cantidad de elementos para
determinar el tratamiento y si requiere atención interdisciplinaria.
Es fundamental para su diagnóstico descartar que haya otras
enfermedades digestivas que puedan provocar síntomas similares.
El examen físico y las pruebas
practicadas (tacto rectal, rectoscopia, colonoscopia, estudios de laboratorio,
estudios de las heces) no revelarán ninguna anormalidad.
Algunos usuarios acuden al Centro Médico
por temor a sufrir de un cáncer, pero se encuentran con una enfermedad
incurable que tienen que aprender a manejar para que mantenga una buena calidad
de vida.
El especialista señaló que hay personas
que no acuden al médico porque consideran que lo suyo es pasajero, tal vez un
alimento que les cayó mal y con tomar un remedio casero o fármaco de libre
venta se curarán, sin saber que pueden esconder un problema de fondo.
Si usted hace ejercicio, se relaja,
resuelve los problemas que le causan estrés, mantiene una nutrición sana y
sigue los consejos del médico alcanzará el alivio que desea.
Autor: Roberto Sancho Álvarez.
San José, Costa Rica.