CIEGOS TECNOLOGIZADOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA

 

Por Díana Iglesias.

 

Se han preguntado ustedes sobre todas las posibilidades o no que tenemos las personas ciegas para acceder a la educación, a la información y a otras muchas

actividades que son tan diarias, cotidianas y hasta rutinarias para todas aquellas personas que podemos llamar "normales". Cabe aclarar aquí, que por personas

"normales", habremos de entender a todas aquellas personas que carecen de alguna limitación, ya sea esta física, mental o sensorial. Por razones muy claras

me referiré solo a las personas ciegas y sus posibilidades de acceso a la educación, la información, la cultura, entre otras a través de la tecnología.

 

Sinceramente Creo que no, que ninguno o casi ninguno se lo ha preguntado y las razones son obvias: En primer lugar, a muchísima gente le parece una proeza,

algo imposible que una persona ciega pueda estudiar y acceder a la información, ya que consideran estas como tareas de una gran dificultad.

 

Otra razón es que otro gran número muy alto de personas "normales" nos consideran a las personas ciegas con una sobre admiración por todo lo que logramos

hacer a pesar de todas nuestras dificultades.

 

Como una tercera razón podemos considerar el hecho de que hay personas muy indiferentes frente a aquellas que tenemos algún tipo de discapacidad. Indiferencia

que en muchos casos es producida por una total apatía, porque no es conmigo, porque a mi no me toca y no tengo a ningún familiar o conocido en esa situación.

En otras ocasiones dicha indiferencia es producida porque la gente no tiene un contacto más estrecho y permanente con nosotros, pero además porque aquellas

personas que se acercan lo hacen con miedo el cual se produce gracias a la ignorancia y al temor de no sabernos tratar, de no herirnos.

 

En este ensayo, trataré entonces de este tema, por un lado quiero tratar de desmitificar muchas creencias que se tienen por, hacia y con nosotros y por

el otro lado, quiero mostrar que con un poco más de trabajo, esfuerzo, dedicación, constancia, muchísima paciencia , los medios necesarios y por supuesto

con mucha más dificultad, pero con apoyo y comprensión, no entendiendo por esta lástima, nosotros podemos salir adelante y en muchos casos ser hasta mejores

que los "normales" tanto en el estudio, como en los deportes y en la vida profesional.

 

Para lograr esto, haré un pequeño recorrido histórico mostrando el cómo hemos sido considerados los ciegos a través de la historia y cómo esta concepción

ha ido cambiando poco a poco gracias al lugar que nos hemos ganado en los diferentes campos.

 

En la época antigua, muy antigua, los ciegos eran considerados como una maldición, una posesión demoníaca, pues lo peor que le podía suceder a alguien era

nacer privado del sentido de la vista. Gracias a estas concepciones los ciegos fueron siempre escondidos y relegados a un segundo plano, ya que además

se consideraba que su compañía era algo perjudicial y contagioso para los demás.

 

Luego, se consideraba que un ciego venía a una familia porque esta tenía un pecado muy grande y que la única forma de pagarlo en la tierra era trayendo

a la vida una persona ciega para que ayudara a la familia a purificarse de ese pecado. Así mismo, los ciegos eran considerados como estorbos, como una

vergüenza social, de la cual había que deshacerse a como diera lugar.

 

Poco a poco esta consideración fue cambiando a otra igual de mala. Esta consistía en que a las personas ciegas se les asociaba con problemas de tipo mental,

por tal razón, muchísimas familias creían que ya habían cumplido bien manteniendo en sus casas a estas personas, dándoles vivienda y alimentación.

 

Como en la historia de la humanidad no han faltado los alcahuetes, los que luchan en secreto por los demás, queriéndolos ayudar, en el caso de la historia

de los ciegos en el mundo esta no podía ser la excepción. Y así, fue como estas concepciones previamente mencionadas sobre los ciegos fueron cambiando,

ya que hubo personas que se dedicaron a escondidas a tratar de cambiarles un poco la vida a estas personas enseñándoles algo. Para las primeras cosas para

las cuales fueron educados fue para el arte, en cerámica, escultura, costura, entre otras.

 

Con este avance por parte de las personas ciegas en el arte se fue creando la conciencia social de educar a dicha parte de la población para que, en la

sociedad ya no fueran más un estorbo, sino una contribución más positiva para todos. Así, fue pues, como se dio lugar en Francia a la primera escuela para

ciegos, a la cual eran llevados la gran mayoría de los niños para deshacerse de ellos.

 

Gracias a la majestuosidad del francés Luis Braille, quien creó el método de lecto-escritura para ciegos, el cual consiste en un sistema de seis puntos,

que se hacen sobre el papel con una especie de agujeta, a través de una lámina metálica, la cual pasa el papel, dando la impresión de hacer pequeños huecos

sobre el mismo. Este sistema de lecto-escritura táctil, el cual lleva el nombre de su autor (braille), nos permite a las personas ciegas tener acceso a

la lectura y a la escritura, ya que mediante solo seis puntos y sesenta i cuatro posibles combinaciones se pueden representar letras: mayúsculas y minúsculas,

las tildes, signos de puntuación , matemáticos y musicales.

 

Como podemos ver, de esta manera, la concepción acerca de las personas ciegas dio un gran salto social, cultural, educativo y gracias a Dios se comenzó

un trato más "igualitario" y menos discriminador. Es de anotar que de todas formas las personas ciegas seguían siendo segregadas, pues estudiaban en instituciones

especializadas con gente especializada para enseñar a esta gran parte de la población.

 

Así, por muchísimo tiempo, las personas ciegas solo tuvieron acceso a la educación básica primaria y a la formación en algunas artes. Fue, mucho tiempo

después cuando se introdujo a nivel educativo otro gran cambio. Ahora se trataba de que las personas ciegas pudieran tener acceso a la educación básica

secundaria, integrados en colegios y escuelas "normales" con personas "normales" y con cualquier tipo de maestro. Se trataba, pues por un lado, de permitir

la socialización de las personas ciegas en el mundo de los videntes y por el otro, de implementar la integración y el compartir entre las personas con

visión y aquellas que carecían de ella.

 

Esta integración y escolarización de las personas ciegas en una esfera más alta de la educación, no fue autónoma, pues las personas ciegas asistían a las

instituciones educativas especiales para recibir asistencia en aspectos tales como: lecto-escritura, estenografía (escribir como en taquigrafía), matemáticas,

entre otras. Dicha asistencia permitió que las personas ciegas tuvieran herramientas que les posibilitaran desarrollarse casi en igualdad de condiciones

respecto a sus compañeros.

 

Poco a poco la independencia se fue ganando y ya la institución educativa especial dejó de ser una complementariedad en el proceso de enseñanza-aprendizaje,

para convertirse en una institución meramente asesora. Al comienzo todo esto fue duro, muy duro, pues parecía que a un niño pequeño lo hubiesen soltado

de la mano de su padre o madre para lanzarlo sin apoyo al vacío. Así, fue como se sintieron inicialmente padres, maestros y alumnos ciegos.

 

Comenzó, pues la labor titánica: largas horas de trascripción de textos escolares, búsqueda de ayuda por parte de las personas ciegas con las personas videntes,

poco a poco también se fue buscando la ayuda de lectores voluntarios que hicieron el proceso mucho más fácil, pues ya no había que transcribir durante

interminables horas mamotretos de textos escolares, ya había que contar con la buena voluntad de los lectores voluntarios, largas y fatigosas horas de

extrema concentración y atención.

 

De igual manera, las personas ciegas comenzamos a exigir nuestros derechos que de todas formas seguían siendo vulnerados. Tras una lucha y otra se logró

el derecho a la educación superior, donde hubo que luchar aún con más ahínco por demostrar nuestra capacidad. Es aquí, donde la tecnología ya comienza

a jugar un papel preponderante en nuestras vidas académicas y laborales. Es en este momento cuando se pasa de la típica toma de nota en clase, o de la

ayuda de un compañero para desatrazarse, la cual seguía siendo un poco molesta para profesor y compañeros, debido a la interferencia que esto producía,

llegando por fin la grabadora, facilitando enormemente el trabajo. Muchas instituciones, tanto educativas como comerciales, se comenzaron a preocupar por

nosotros y comenzaron a grabar libros. ¡Qué gran ayuda!

 

Pero el cuento no termina aquí, con el transcurso del tiempo la sociedad fue avanzando y la tecnología también. ¿Quien se imaginó que a fines de los años

ochentas, las personas ciegas pudiéramos sentarnos frente a un computador, al menos para digitar nuestros propios textos?

 

Creo sinceramente y rotundamente que nadie. Y digo esto, porque ni siquiera nosotros mismos nos lo habíamos imaginado. Siempre teníamos la mala concepción

que la tecnología en nuestras vidas nunca sería bienvenida, pues lo que haría sería limitarnos más, quitarnos los espacios que ya habíamos ganado y arrinconarnos

de nuevo. Pero, gracias a Dios y a las mentes de personas muy inteligentes que pensaron en nosotros esto no fue así. Si, como lo oyen así, somos nosotros

sentados frente a un computador digitando nuestros propios textos, ¡ah!, un sueño inimaginable.

 

Pero... todo no era tan fácil, todo no era tan sencillo, no era solo un sueño, pues aquí si que comenzaron los problemas, pues ya se trataba de comenzar

a ser personas más independientes y autónomas, cosa que no fue fácil, ya que siempre toda la vida habíamos sido personas dependientes. Por otro lado el

temor a la máquina y por si fuera poco la dificultad para acceder a los medios.

 

En un principio solo algunas personas lo lograron, así que el acceso a la independencia y la autonomía eran solo de unos cuantos, los cuales estaban cada

vez más y más felices, pues a medida que crecían en independencia y autonomía, la tecnología también avanzaba, facilitando cada vez más y más todas sus

tareas en el ámbito laboral y académico.

 

La solidaridad de gremio también se fue incrementando y muchos comenzaron a ayudarnos para poder acceder a ese maravilloso mundo también. Ya, hoy por hoy,

los ciegos en el ámbito laboral y académico somos personas totalmente autónomas e independientes, pues, gracias a un computador, común y corriente y un

software especializado (jaws), podemos trabajar mediante una síntesis de voz en todos los programas de uso más frecuente: Word, Excel, Access, Internet,

PowerPoint, Messenger, Outlook, entre otros podemos hacer casi todas las cosas que las personas "normales" hacen, además, mediante un escáner y un programa

de reconocimiento óptico de caracteres podemos digitalizar nuestros propios textos, leyéndolos mediante ese programa de voz.

 

Ahora si que estamos casi en igualdad de condiciones y podemos ver a muchas personas ciegas que son brillantes en la academia y que se desenvuelven con

gran profesionalismo y éxito o en su ámbito laboral, pero, la lucha aún continúa, tenemos que seguir luchando para que las personas videntes nos vean como

personas normales, que no necesitan de lástima ni de compasión, sino de un poco de apoyo y de oportunidades. Es una lucha interminable, ya que se trata

de no ver más al ciego como una marca, un estigma, puesto que más que ser ciegos, somos personas que sentimos igual que los demás, por eso la gente no

debe extrañarse si a su paso encuentra personas ciegas brillantes y a otras que no lo son. Basta ya, no generalicemos más, queremos dejar de ser el centro

de atención, siendo los superprotegidos, los subestimados o los sobrevalorados. Solo necesitamos apoyo comprensión y sobre todo de una oportunidad.

 

Por último quiero hacer un llamado de atención a todas las personas para que dejen su indiferencia, no solo ante nosotros, sino ante cualquier discapacitado,

pues bien es sabido por todos que debido a las condiciones de violencia que vive el país, cualquier persona, alguno de sus familiares, amigos o incluso

ustedes mismos pueden convertirse en personas discapacitadas.

 

Medellín, Colombia.

 

dianaiglesias@epm.net.co

 

 

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