LOS CIEGOS ACTUALIZADOS EN COMPUTACIÓN. ¿A QUE PRECIO?

 

Es innegable la importancia que cada día cobra la tecnología en la vida moderna y su aplicación en cada vez más actividades de nuestras vidas; en cuanto al área laboral, la Informática y la ofimática, han dejado de ser adornos curriculares para convertirse en armas indispensables en el desempeño de cualquier empleo, esto ha propiciado una producción y evolución de los equipos de computo, y dado nacimiento a florecientes compañías que lo producen, lo cuál redunda, afortunadamente, en un beneficio económico para el usuario, ya que la tendencia es que los precios de computadoras vayan a la baja.

Pero, para que las máquinas funcionen, se requiere de programas, desde el llamado sistema operativo, que es el programa maestro esencial, en el cual funcionan todas las aplicaciones imaginables, ahora bien, entre más especializada es una aplicación y por lo tanto menos demanda exista de ella, mas elevado resulta su precio, además de que mientras las empresas productoras de equipos han proliferado en una sana competencia, la producción del sistema operativo comercializado, así como de los programas básicos mas utilizados, es un fuerte monopolio.

Los ciegos, preocupados cada vez más en su inclusión íntegra en todos los ámbitos y gracias al advenimiento de la síntesis de voz y, por ende, de los lectores de pantalla nos hemos situado a la par de las personas videntes, pero con una gran desventaja económica.

Prácticamente solo existen dos programas lectores de pantalla y la demanda, con relación a los programas generales que todo el mundo necesita es muy pequeña, lo que hace que los precios de los mismos sean exorbitantes, triplicando el de las computadoras existentes en el mercado. Ahora bien, un lector de pantalla es sólo una herramienta que necesitamos, si hablamos de un OCR, es decir un programa reconocedor de caracteres ópticos, un programa que además de una computadora requiere de un escáner, habrá que considerar el precio de este equipo extra y, hablando de programas también son dos los que prácticamente se comercializan y su precio duplica y triplica al de la computadora, y las dos mencionadas son herramientas básicas para que los ciegos trabajemos, esto además de los programas que todo el mundo usa tales como procesadores de texto, correo electrónico, hojas de cálculo y bases de datos.

Todo lo anteriormente expuesto nos sitúa en una clara desventaja en la competencia por estar actualizados en computación.

Requerimos primordialmente más desarrolladores de programas gratuitos que cubran nuestras necesidades y/o el apoyo de los gobiernos para subvencionar programas de cómputo para ciegos, exceptuarlos de impuestos, otorgar créditos blandos para pagarlos, patrocinar centros de distribución, otorgar becas a investigadores y programadores que desarrollen programas lectores de pantalla y de reconocimiento de texto.

Sírvanse, las instancias involucradas tomar nota.

 

Autor: Bulmaro Landa Quezada. Tlalnepantla, Estado de México, México.

editor@revistaesperanza.com

 

 

 

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