COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO CARIBAL, EL INFIERNO VERDE

           

Casa de la Cultura de Cancún

 

El Instituto Quintanarroense de la Cultura a través de la Casa de la Cultura de Cancún, dentro del programa El Libro de la Semana, se complace en esta oportunidad en presentar “Caribal, El Infierno Verde” de Rafael Bernal.

El caribal, según precisa el propio autor, “Son el conjunto de jatos y chozas en los cuales viven los chicleros y se reúne el chicle para que las mulas vayan por él”.

Rafael Bernal durante muchos años logró visitar y conocer las selvas del sureste mexicano y esa experiencia le permitió realizar 3 libros: “Trópico” (1946), “Su nombre era muerte” (1947), y “Caribal, El Infierno Verde”, novela que apareció en 16 entregas semanales en el diario capitalino “La Prensa”, desde el 4 de septiembre de 1954 hasta el 5 de enero de 1955, sin embargo solamente será editado -por primera y única vez- como libro en el año 2000 por Conaculta luego de obtener los originales y ser revisados cuidadosamente por Vicente Francisco Torres.

De esta, el compilador Vicente Francisco Torres dijo que “no sólo contribuye a una visión menos parcial de la obra de (Rafael) Bernal, sino que es una pieza clave de la literatura mexicana del siglo XX porque durante muchos años se dijo que el equivalente de “La Vorágine” sólo era “La Tierra Pródiga”, de Agustín Yáñez, por cierto único escritor mexicano que apoyó a Bernal en la publicación de sus libros.

“Caribal, El Infierno Verde”, tal como lo indica el subtítulo, es un alegato contra la selva que corrompe a los hombres que se atreven a sacar sus riquezas de sus entrañas, ya sea en forma de chicle o de maderas preciosas. Esto explica los diversos modos en que nuestro autor se refiere a las catedrales de la verdura que abundan en Centroamérica y en el sureste de nuestro país: horror inacabable, reino del miedo, antro de muerte, agujero maldito, lodazal de burbujas, mujer que ama y destruye al mismo tiempo…

Sobre las fértiles tierras de Quintana Roo, Belice y Chiapas, habitadas por tigres y jabalíes, caimanes y simios, Rafael Bernal dramatiza una larga escabechina propiciada por los rencores y el hurto, por la miseria y la falta de amor al prójimo. En medio de los chicleros asesinos y los contratistas ladrones, resplandecerán el doctor Ernesto Martínez y la profesora Issa Moreno, unidos por el mismo proyecto paternalista de redención para los hombres que no quieren saber nada de ellos. Al contrario de lo sucedido con la novela de José Eustasio Ribera. Si en “La Vorágine” leemos: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar, y me lo ganó la violencia”. En Caribal quedó escrito: ‘Y así el doctor Martínez le entregó su corazón a la violencia de la selva”.

Esta novela de aventuras que con deleitación desnuda a la más sucia condición humana, tiene entre sus aciertos la caracterización de varios personajes y el trenzado de sus vidas en un argumento lleno de emoción. Si su idea redentora no hace de Caribal una novela importante, su elaboración folletinesca y la alternancia de episodios de crueldad y llanto, desamor e ingenuidad, no permiten que el lector se separe de esta voluminosa ficción.

La publicación de “Caribal, Infierno Verde”, reconocerá el compilador, ha sido posible gracias a la señora Idalia Villarreal -esposa del novelista-, quien afortunadamente conservaba completa la colección de cuadernillos que publicara el diario La Prensa.

Rafael Bernal nació en la ciudad de México en 1915, estudió cinematografía en París; fue guionista y activista político; incursionó en el teatro, la novela, el cuento y la poesía, además del radio y la televisión. Falleció en Berna Suiza en 1972”.

 

 

 

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