Mi lente

 

EL BÚFALO DE LA NOCHE: ¡OH DECEPCIÓN!

 

Guillermo Arriaga ha ganado premios en Cannes y es considerado como uno de los mejores guionistas del cine nacional. Su colaboración con “El Negro” González Iñárritu su triunfo en otros festivales importantes alrededor del mundo, así como su creciente internacionalización; han creado en torno de este escritor gran expectativa en torno a sus proyectos. El Búfalo de la Noche era uno de los más esperados tras su separación de Iñárritu (con su cascabeleada ruptura profesional, difundida por los medios hasta el cansancio), con base en su propia novela homónima, en cuya contratapa se lee: “...explora la geografía emocional y sentimental de los adolescentes actuales”.

 

La película, dirigida por el debutante Jorge Hernández Aldana y quien además, es coautor del guión con el mismo Arriaga, se queda muy lejos de lo que anuncia la novela. Es más: desperdicia de forma imperdonable los temas que va tocando.

 

La novela cuenta la historia de Manuel quien vive atormentado por los recuerdos de su amigo muerto, a quien "le bajó" la novia. Este es Gregorio, un sujeto esquizofrénico que cree que unos animalejos (tijerillas) se han metido en su cuerpo y se lo están comiendo, también es asediado por un búfalo nocturno. Es una narración muy fluida y atrayente, rica en descripciones, recreaciones e introspecciones de los personajes, elementos que permiten el disfrute del lector, quien de inmediato se ve seducido por el relato. Sin embargo, la película es harina de otro costal.

 

Es cierto que es prácticamente imposible pretender condensar el espíritu descriptivo y narrativo de cualquier libro en imágenes. Pero también es cierto que en cine se han logrado excepcionales (o por lo menos eficaces) adaptaciones de muchas novelas, más aun, cuando el propio autor es quien realiza el guión. En este mismo espacio recordábamos a Vladimir Nabokov y su novela “Lolita”.

 

Desafortunadamente, este no es el caso, y “El Búfalo de la Noche” pierde mucha de su efectividad en comparación a la novela que le dio origen. Al contrario de ésta, la cinta tiene una narrativa muy torpe y dispareja en ritmo e intensidad, las situaciones que son claves dentro del relato literario se diluyen, volviéndose intrascendentes y carentes de valor al no ubicarse en el lenguaje cinematográfico y pierden su significado. Todo esto hace que la adaptación se perciba como una muy superficial recreación de su equivalente escrito. Por otra parte, la puesta de escena y el tono de sus actores tampoco logran estar a la altura.

 

Lo que se planteaba como un drama intenso sobre la adolescencia y sus conflictos externos e internos, termina convertida en un insoportable pastiche cuya única preocupación pareciese ser el relatarnos las sosas andanzas y los azotes emocionales (y dizque profundos) de un trío de chavos angustiados (nunca se logra saber si son del Tec o de la Ibero) atrapados en una trama resultante de la mezcla entre el tremendismo sentimental de una telenovela con una miscelánea de escenas que el inexperto director copia de aquí y de allá y pretende ensamblar al azar. ¿Es un drama existencial? ¿Una película de fantasmas? ¿O una fábula tipo David Lynch? Desafortunadamente la falta de talento del director no le permite optar por ninguna de las tres

 

Demasiado lenta, aburrida y enredada, por lo que parece eterna, y mas por la falta de acción argumental, en especial en la primera parte; como si no estuviera bastante complicada, se les ocurre hacer la historia no lineal (lo mismo se va al futuro para luego irse al pasado y luego al futuro y luego muy al pasado y luego al presente, etc.). Para esto se añaden una serie de flashbacks estorbosos, que pretenden aportar datos que ayuden a la comprensión de la cinta, pero no funcionan dramáticamente. Lo extraño es que este “juego de tiempos” solo está en la primera parte, quedando ausente de la segunda, confundiendo aún mas al espectador –ya que en la segunda parte, la trama ya no se sabe si es “corrida” o “salteada” como al principio (si explicado suena confuso, visto es mucho peor). Casi la mitad del filme son desnudos integrales, que aunque bien fotografiados, no aportan ni quitan nada a la trama, pareciendo que solo se ponen a los actores en pelotas para impactar al público,

 

Además, están las pésimas actuaciones de todos: no hay congruencia en ninguno de los actos de los personajes; sólo se dedican a desnudarse, a recitar parlamentos que no embonan porque el director no acierta a establecer relaciones creíbles entre los personajes y mucho menos, entre el relato y la realidad del mundo de los jóvenes -que la novela si esboza- en un México que vive, hoy mas que nunca, una problemática juvenil compleja, difícil de entender pero que tiene su explicación en múltiples factores, y que el cine si ha podido reflejar en películas como “Ciudades oscuras” o “Hasta morir” de Fernando Sariñana; “Amores perros” de González Iñarritú –con guión del mismo Arriaga- Pero el director ignora toda esa realidad –o la desconoce- y no acierta ni a relatar, ni a fotografiar.

 

De esta manera, “El Búfalo de la Noche” constituye un paso atrás en la carrera de un guionista cuya pluma nos ha obsequiado algunos de los mejores momentos cinematográficos de nuestra historia reciente, y del cual se esperaba mucho más que este decepcionante filme, en el cual, de manera insólita, Arriaga parece sabotearse a sí mismo. Y es una desgracia, o lo es al menos para quienes creímos en el talento de Guillermo Arriaga y aplaudimos su decisión de independizarse, sin embargo, después de esto la cosa se pone difícil para el escritor.

 

Una gran decepción de película es esta, que nada la salva. Y es una lástima, por el reparto, el escritor y la producción. ¿La dirección?: Pues no la hubo, es mi opinión personal, la falla principal es la carencia de dirección.

 

El búfalo de la noche no es una buena carta de presentación de Guillermo como productor y hasta pone en tela de juicio su madurez como guionista y como cineasta. Porque:

 

Es increíble que el pretencioso director no entendiera para nada el libro, aun teniendo al autor al lado, y mas increíble que el productor lo dejara hacerla, esta que es la peor película mexicana del año en curso. Varias dudas me asaltan: Guillermo Arriaga, como productor, ¿pudo interferir el trabajo del director? Y, en tal caso, ¿tendría alguna –o mucha- culpa del resultado final? Perdón por la insidia.

 

Autor: Rafael Fernández Pineda. Cancún, Quintana Roo. México.

fernandezpr@hotmail.com

 

 

 

Regresar.