Páginas de Historia

 

BICENTENARIO Y CENTENARIO, CICLO Y CRISIS

 

* Dialéctica de la Historia de México

 

Por Decreto del Presidente de la República, don Porfirio Díaz, el primero de abril de 1907 se crea la comisión encargada de los festejos del Centenario de la Independencia, y para ese momento el “anciano dictador” estaba convencido que para el año 1910 debería dejar la presidencia en una coyuntura que le permitiría pasar a la historia de México como uno de sus más grandes e indiscutibles personajes.

No resulta casual que en la famosa entrevista con James Creelman, don Porfirio Díaz, el 3 de marzo de 1908, haya expresado que: “He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado”.

Díaz reconoció que “Es verdad que no hay partido oposicionista”... y lo que había lo consideró como “una insignificante minoría”, y que las “responsabilidades y deberes que me fatigan cada día más”.

“No importa lo que al respecto digan mis amigos y partidarios, me retiraré cuando termine el presente periodo y no volveré a gobernar otra vez. Para entonces tendré ya ochenta años”... más adelante afirmaba que: daría la bienvenida a cualquier partido de oposición: “Si aparece, lo consideraré como una bendición, no como un mal. Y si llegara a hacerse fuerte, no para explotar sino para gobernar, lo sostendré y aconsejaré, y me olvidaré de mí mismo en la victoriosa inauguración de un gobierno completamente democrático en mi país”.

En la actualidad hay quienes creen que el ciclo revolucionario puede repetirse en 2010, sin embargo olvidan las circunstancias propias en la dialéctica de la historia de México.

En tanto Díaz pensaba en su retiro las contradicciones acumuladas hacían su efecto y señalaremos algunas de manera sucinta: en 1896 se expidió la Ley Federal de Instituciones de Crédito que estimuló la creación de bancos en diversos estados de la república; empero en 1908 la ley obligaría al control de la emisión de papel moneda y a no prestar a una persona física o moral más del 10% del capital. El desorden financiero creado durante la dictadura de Huerta obligó a Carranza en 1914 a incautar bancos, cerrando 24 firmas emisoras de los cuales 15 estaban en bancarrota y los restantes en una situación muy precaria. El decreto de Obregón del 31 de enero de 1921 los devolvería a sus antiguos dueños.

En 1906 José Ives Limantour en relación a casi 19 mil kilómetros de líneas férreas tendidas advertía a Díaz: “Esa concentración que pone en manos de empresas extranjeras la suerte económica de extensas regiones, y las lleva a ejercer una influencia poderosísima en política” por lo que el 16 de noviembre de 1908 se crea Ferrocarriles Nacionales de México absorbiendo el gobierno 11 mil Kilómetros; en 1914 Carranza decretó todas incautadas por el gobierno constitucionalista, salvo los de Yucatán que al año siguiente pasaban al gobierno estatal. En 1926 Calles las devuelve a quienes acreditaron Títulos (acciones) de propiedad.

El peso durante el periodo de la República Restaurada en 1873 se cotiza a la par con el dólar y en marzo de 1905 pasa al 2 por 1 y se mantiene así hasta la Decena Trágica (febrero de 1913), luego vendrá un período de caos monetario hasta que Carranza en 1918 lo estabiliza nuevamente en 2 por 1.

El 15 de septiembre de 1910 el general Díaz cumplió 80 años y, los grupos más recalcitrantes de la oligarquía que habían presionado “al anciano dictador”, no sólo lo convencieron para no cumplir su promesa sino que lo declararon “Presidente Electo Constitucionalmente” en pleno festejo del Centenario, y con todas las contradicciones acumuladas entonces, 65 días después estallaba la Revolución Mexicana.

 

Autor: Raúl Espinosa Gamboa. Cancún, Quintana Roo. México.

raesgam@yahoo.com.mx

 

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