LA VERGÜENZA DE UN BECARIO

 

Se han descubierto maravillosos talentos de alto valor convirtiéndose en verdaderas proyecciones de aportes al país, no obstante, todo becario por norma general es un ciudadano núbil, esforzado y labrándose su futuro, sin embargo es lamentable que al tratarse de compromisos nos encontremos con hechos vergonzosos como los que hoy pululan en los corrillos como las anomalías en el programa de becas IFARHU-MEF, se prestó para “el abuso” de fondos públicos de parte de un grupo de beneficiarios que no cumplieron con los términos del contrato. La institución desembolsó de su presupuesto más de 20 millones de dólares en los últimos cinco años para financiar mil 354 becas de estudios superiores en el extranjero.

 Este hecho es muy lamentable, puesto que son panameños que el Estado en su buena fe les brindó una oportunidad de superación profesional y que en compensación nunca regresaron a pagar al MEF con años de servicios, beneficiados con montos astronómicos, incumpliendo así con las normas establecidas en el programa original de estas becas.

Si bien es cierto que las cualidades y los méritos propios deben ser argumentos sólidos, decisivos e irrefutables para salir favorecidos con una beca, no menos cierto es que vivimos en Panamá y claro que sí incide ser el hijo o conocido de un político, mala práctica esta que íntegramente consideré que con una nueva gestión de gobierno íbamos a superar. Asimismo, el dislate de pensar que es mejor que un joven empresario emprendedor genere empleomanía, en lugar de que vaya a devengar mil 500 dólares en salario del Estado, generando una carga adicional a la ya abultada planilla existente, pero a pesar de todos los esclarecimientos y posiciones que se ajusten, hay una verdad de Perogrullo y es que cuando se es transparente, digno y honesto se asumen las responsabilidades sin variopintos.

Es por lo que hoy, amigo lector, quiero hacer un alto y reflexionemos sobre algunos aspectos del programa de becas, pues es un despropósito escuchar casos de becarios que se fueron a Europa a estudiar y se gastaron la plata, sin lograr el título, como también existen muchos casos de estudiantes que salieron al exterior a capacitarse con las becas MEF-IFARHU, y que absurdamente la actual administración gubernamental los despidió.

Por otro lado, resulta paradójico las realidades de el profesional de a pie que anhelaría que se les abra el abanico de las oportunidades de superación profesional, puesto que los parámetros de concurso son muy rígidos, debes presentar proyectos de investigación, recomendaciones y otras exigencias, no obstante es irrisorio descubrir a exbecarios revelar que se les ofreció un salario de mil 500 dólares, una cifra muy baja para los 20 años de experiencia, más dos maestrías, lo que desconoce este ciudadano es que es la patética realidad de muchos panameños profesionales, por lo que hasta cierta forma, este exbecario debe sentirse retribuido ante los beneficios de un programa de becas, cuyos recursos emergen en sumo grado de los contribuyentes, por lo que es muy salomónico aquello de que solo aprecias y valoras lo que te ha costado en sacrificio.

 

Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.

Comunicadora Social.

elodia_0262@yahoo.es

 

 

 

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