EXTRAPOLACIÓN CÓSMICA
0-9, Al inicio de todo existe la nada y la nada es el cero absoluto, el principio
de todo es un sinsentido que no conoce de tiempo-espacio, no sabe de ayer o
mañana, ignora el ser o el estar. El inicio es y no es algo que marca el
arranque de tú, de mí, de ella, de él, de todos nosotros. Es decir, antes de
ser no éramos, en aquel entonces todo era nada y nada era todo, ambiguamente
los límites de todo se difuminaban entre la barrera del aquí o el allá.
¿Entonces, cómo dejó de ser nada y empezó a convertirse en algo?
Tal vez la nada recorrió hasta los piélagos ignotos del todo y al verse
cansada de no ser nada, decidió transmutar y dejar de ser para ser algo,
desprendida de su estadio previo involutivo, ahora es algo, un algo que cobra
sentido en la medida que exista el otro porque sin el otro no existe uno y
viceversa.
Ahora bien, existiendo como algo ¿ahora quién avaluará su propio existir?,
pues el autorreconocimiento es válido hasta cuando existe un segundo que
corrobora el existir de uno.
He ahí que el universo dio cabida a algo, al alguien, a ellos, a ustedes, a
nosotros y al todo.
8-7, Al fin hay algo que existe, respira, se mueve y piensa, somos todos
dentro del algo y el algo está dentro nuestro. Lo micro y lo macro son una
amalgama indivisible de todo y todos, somos y existimos en cadena universal que
es secuencia sempiterna de eslabones, de respiros, conciencias y energía
ilimitada. Desenrollada y enrollada a la vez la gran cadena universal nos
atrapa y nos ahuyenta, somos y no somos parte del vínculo celestial, una vez
más el tiempo existe únicamente en la inexistencia de la infinitud, la
invención temporal sirve como referente imaginario del suceder, del acontecer y
el devenir; pero siéntete libre de transgredir las barreras intangibles de la
temporalidad, pues el ayer podrá ser el mejor mañana que ocurre en el pretérito
plausible del presente.
1-8, Verdad innegable nuestra existencia, que albergada en figura corporal
es la impronta que deja rastro diverso a cada avance y con cada retroceso,
cambiamos, nos estancamos, recaemos y nos levantamos, respiramos y nos
ahogamos, percibimos, saboreamos, oímos, palpamos y vemos, somos cúmulo
perfecto de sentir y existir. Atravesados por el pensamiento, somos creación
perfectible que busca a cada instante su razón de ser. Tarea compleja, obra
inconclusa o propósito inexplicable que puede destruir los estamentos del
existir, sin dejar de ser uno mismo, somos el universo, que a través de cada
existencia se muestra magnífico e impredecible, como aquella sinfonía
interminable de polvo estelar que cobija al todo y a la nada.
3-9, Abrigada por la bóveda cósmica tu existencia es la muestra vívida de
matices alegres, divertidos y genuinos que decora con elegancia el aquí y el
ahora, dejando rastro en el ayer y proyectando luz en el mañana. Honrado por
entrecruzar mi destino con el tuyo sin premeditarlo, alabo la voluntad superior
que tomase la decisión de dejarnos ser, dejarnos seguir y dejarnos ir. Acaecido
el gran milagro de ser y estar, ahora inmediatamente prosigue la evolución
aural y vibrar en sintonía con el mandato divino que busca el ascenso
universal.
4-6, Segundo a segundo, minuto a minuto, día a día y año tras año tu
suspiro insufla un halo esperanzador en el entorno, aviva el ser, reconforta el
estar, pero sobre todo alegra el corazón y el espíritu.
Hasta ahora el destino se muestra conforme con su azar, su voluntad, su
providencia; pues fue y dejó ser, lo que tiene que ser, en ti y en mí. Sin más
resistencia dejemos que sea lo que tiene que ser, sin Obstinación oigamos el
tañir de la gran cadena cósmica que voluntariosa permite hibridar nuestros
eslabones, nuestros suspiros y nuestras manos.
Congratúlate de emoción porque existes y me dejas existir. Regocíjate en tu
pasado, tu futuro y muéstrate en tu presente que dejó de ser tuyo para ser
nuestro.
Autor: Lcdo. Lenin Alejandro Carrera Oña. Quito,
Ecuador.