Artes Plásticas

Guía Práctica Para Personas Con Discapacidad Visual.

 

Advertencia:

En la producción de la presente no han participado en forma directa profesionales ni docente de Artes Plásticas, sino que ha sido realizada por una persona adulta que padeció la ceguera bilateral a los cincuenta años de edad, iniciándose sin contar con conocimientos ni experiencias en esta disciplina del arte. Es por ello que aquí se recopilan sus vivencias, prácticas y determinados asesoramientos aportados por profesores de artes plásticas, los cuales no poseían antecedentes ni erudiciones previas como docentes para aleccionar a personas con discapacidad visual.

Seguidamente se detalla una recopilación de experiencias desplegadas en las instalaciones del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, en la Ciudad de Buenos Aires, lugar donde fue creado el Taller de Ciegos de Artes Plásticas por iniciativa de quien suscribe y dos personas ciegas más, con el apoyo de sus autoridades.

Su finalidad consiste en la divulgación desinteresada a personas de cualquier edad, ciegas o con baja visión, como así también a sus familiares, maestras especiales y profesoras de Artes Plásticas relacionadas con la discapacidad visual, extensiva a otras problemáticas accesibles a estos fines.

Se trata de una información resumida simplemente para demostrar técnicas básicas y el empleo de diferentes materiales que permitirán su conocimiento a los aficionados a dibujar, pintar y realizar esculturas.

Este conocimiento ofrecerá un incentivo o tentación a incursionar en algunas facetas del arte, ya sea mediante un curso, un taller o de manera individual con una persona asistente.

Los aspectos más importantes a tener en cuenta:

La propia voluntad del aspirante a incursionar en el arte, es fundamental para despertar su curiosidad, descubrir sus congénitas y muchas veces desconocidas habilidades, ya que combina un aspecto manual y técnico con lo creativo, porque la creatividad artística, como la risa, da placer. Es la capacidad de experimentar encantos a nivel intelectual, emocional y espiritual. Redunda en encontrar soluciones casi mágicas a los problemas de la discapacidad, siendo una extensión de la capacidad de la humanidad para adaptarse al medio, y así se comienzan a sentir los problemas como un desafío placentero a la creatividad inherente. También se libera de muchas limitaciones que le impone su entorno, por temores o desconocimientos. Y en sus momentos de mayor creatividad los chispazos de genialidad, el alumno creativo, imaginativo, libre, consigue también liberarse de los prejuicios ajenos y propios, tomando confianza durante las prácticas, como si una luz iluminara su mente, su corazón y su alma para que se sienta completamente libre al jugar con las ideas, con los objetos en una forma enteramente nueva. Se siente, en lo más profundo de su ser, que eso es lo que significa estar plenamente vivo y qué simboliza el amor al arte.

Profesores, familiares o asistentes deben evitar al máximo intervenir o manipular en forma directa la obra del proyecto en desarrollo por el alumno. Lo ideal es darle indicaciones y guiarlo, permitiéndole a la persona que note, que descubra que ella misma puede hacer ciertas tareas específicas, lo cual funcionará como un estímulo.

 

¿Cómo dibujar?

 

El dibujo sería el primer paso para introducirse en el arte en cuestión. Para ello se necesitarán ciertos elementos de muy bajo costo, muchas veces al alcance de la mano en el hogar. Por ejemplo: lápiz, regla o escuadra, hojas de papel tipo braille, manila, cartulina u otros de unos doscientos gramos. También una placa de Goma Eva o en su defecto un diario para colocar como base del papel a utilizar. La técnica es muy sencilla: el lápiz con punta se emplea como un punzón funcional. Cuando se realiza un trazo se presiona sobre el papel y la Goma Eva amortiguará esa presión permitiendo la hendidura. Luego se podrá identificar el trazo realizado bajo relieve empleando el tacto, y si lo prefiere puede dar vuelta el papel y recorrer el mismo trazo pero sobre relieve, similar a la lectura Braille.

Para ir familiarizándose podrían emplearse figuras recortadas en cartón, placas radiográficas, plástico, goma, etc. En las cuales se recorre su contorno con el lápiz, copiando la imagen. De similar manera se haría con la parte interior, el hueco de una figura recortada.

Una vez realizado el dibujo, podrá guiarse por el tacto para pintar el anverso o el reverso indistintamente.

Otro ejercicio útil consiste en hacer ciertas figuras geométricas como ser triángulos, cuadrados, rectángulos, o bien la clásica casita con techo a dos aguas. Lo elemental es unir las diferentes líneas en el vértice correcto.

Esto puede hacerse de dos formas: una sería marcar tres puntos presionando el lápiz, en lo que serán los ángulos del triángulo, luego con la ayuda de una regla se unen los mismos trazando las tres líneas.

La otra posibilidad útil para localizar cualquier unión de los trazos, sean rectos o irregulares, es marcar un punto presionando el lápiz, al final del trazo parcial, desde donde se continuará el diseño.

Existe la posibilidad de realizar ciertas correcciones en el dibujo, lo cual consistiría en borrar, por ejemplo, un trazo. Para ello debe irse al reverso del papel y con algún elemento deslizante, como un capuchón de lapicera, una bolita de vidrio, etc., repasando el trazo errado hasta bajar su relieve.

 

¿Cómo pintar?

 

En esta expresión del arte es infinita la gama de posibilidades disponibles.

Materiales para la iniciación:

Durante la práctica inicial se sugiere emplear materiales económicos hasta adquirir conocimientos mínimos sobre la técnica a utilizar, y, lógicamente, desechar sin lamentaciones esos borradores.

Por ejemplo: algún dibujo como se explicó anteriormente, utilizando su bajorrelieve o el altorrelieve, como así también placas de cartón, de madera terciada, etc. Y para pintar podrían ser útiles las témperas escolares o profesionales.

Posteriormente se recomienda el empleo de pinturas acrílicas solubles al agua, de fácil lavado y secado rápido. Ideal para el uso artístico. Resultan en contraposición las pinturas al óleo que, si bien son de buena calidad, son de lento secado, requiriendo “trementina” (aguarrás) como disolvente, para conseguir una pincelada más fluida o más empastada, y también para su limpieza.

Los pinceles comunes y corrientes, acordes a su fin.

 

¿Cómo identificar los colores?

 

En líneas generales se debe considerar individualmente para cada caso el reconocimiento de los colores, cuya principal diferencia consiste en la persona ciega congénita y la que posee ceguera adquirida a cierta edad, pese a que no todas llegan a identificar las coloraciones.

Los profesores o asistentes deberán atender cada caso en particular. Como este tema es algo complejo o extenso, y en este resumen, se sintetiza, como un ejemplo, la asociación de los colores con objetos simples: el rojo es igual al tomate, el negro a la noche, el azul al mar, etc.

La identificación de las pinturas requiere, inicialmente, del asistente. Luego el pintor debe usar el método que considere conveniente para identificar los colores, por ejemplo: con etiquetas en Braille, o con algún signo, con rayas en relieve armadas con hilos, y cualquier otra forma que le resulte factible distinguir una de la otra. Algunos emplean una cajita con divisiones en las cuales cada color se ubica siguiendo un orden de tonalidades, teniendo en cuenta que los más comunes son los colores generadores básicos (verde, azul y rojo).

Un método muy simple y usual es el reconocimiento por aromas, para lo cual se emplean esencias aromatizantes artificiales, clásicas en la repostería, como ser el de frutilla para el rojo, el limón para el amarillo, los de vainilla, almendra, chocolate, etc. Y cualquier combinación que facilite su fin al usuario, teniendo presente que la cantidad del aditivo que se use no modifique la pintura.

 

¿Cuáles son las técnicas básicas?

 

Se reitera que cada proyecto artístico es totalmente personalizado, lo que incluye cada paso a ejecutar, acorde a gustos, preferencias y habilidades. Definiéndose así su técnica conveniente.

Aquí se explicarán algunas experiencias, las cuales admitirán toda idea creativa que conforme al artista y le facilite su aplicación.

Tomando como base un papel conteniendo el dibujo, tal lo indicado inicialmente, se debe recorrer al tacto la silueta de la figura confirmando si su posición vertical u horizontal, de bajo o de alto relieve, según su preferencia, están correctas.

Si se ha de usar pinturas, resulta indispensable contar con un trapo, o bien servilletas de papel o rollos de cocina, para mantener la higiene.

Ya con la pintura a su alcance, conservando el cuidado de no derramar su envase, se unta el pincel.

Con una mano se ubica al tacto el trazo y se guía al pincel que irá pintando el interior del dibujo. Para evitar que se pinte al dedo guía y provocar un enchastre en la hoja, suele guiarse solo con una uña.

En caso de tener trazos internos definidos en el dibujo con otros colores, resulta conveniente iniciar la pintura desde adentro hacia los bordes externos.

Otra forma es al diseñar un paisaje básico, empleando alguna placa más consistente, como el cartón o madera, para lo cual se inicia marcando una línea horizontal dividiendo el espacio como si fuese el mismo horizonte.

Entonces se pinta la parte superior de tono azul celeste convirtiéndose en el cielo, y la parte inferior verde como el pasto o de color terroso del suelo.

Con ese fondo y la imaginación, podrían agregarse colores como para pintar el sol, nubes como en el cielo, o quizás un barco en la lejanía del mar. Sobre la tierra un árbol, una casita, etc.

Para definir la línea del horizonte se usan diferentes elementos, como ser un hilo, un alambre fino o una tanza, sujeta por chinches o algo similar, lo cual al finalizar podrá quitarse o no, pues marca un importante rasgo de referencia al tacto.

Avanzando, otra técnica es pintar de un determinado color el fondo de la placa o bastidor con lienzo, preferentemente de blanco o el cual se estime como el más adecuado para el contraste.

Aquí podrá diseñarse un dibujo empleando un hilo, el cual se unta con cola plástica, y se van formando los trazos con los dedos hasta obtener la figura deseada.

Una vez seco ese material, muy detectable al tacto, se inicia el pintado.

Finalizada esta tarea, podrá optarse por quitar el hilo, quedando la huella, los trazos del dibujo en color blanco, o bien dejarlo, ya que en ambos casos se dispone su detección al tacto.

La persona asistente debe observar el trabajo del alumno e informarle detalles faltantes o a modificar, indicando el sector y cuál sería su corrección, pero no intervenir en la obra, sino dirigir al alumno, lo cual le permitirá aprender a corregir detalles y a sentirse más seguro de sí.

 

¿Cómo crear esculturas?

 

Es una de las Bellas Artes en la cual el escultor se expresa creando volúmenes y conformando espacios. En la escultura se incluyen todas las artes de talla y cincel, junto con las más avanzadas de fundición y moldeado. Dentro de la escultura, se usan diferentes combinaciones de materiales y medios artísticos, que comprende procesos como el assemblage (ensamblaje artístico, unión de diversos materiales).

La gama de posibilidades y combinaciones es infinita. La diversidad de materiales, técnicas, habilidades personales, y los objetivos o las aspiraciones del alumno, serán determinantes. Por supuesto que todos los casos demandan ensayos, con paciencia y constancia.

Algunos de los materiales a emplear podrían ser: arcilla blanca, porcelana fría, resina de poliéster, plastilina, y otros para modelar figuras, siendo conveniente en todos los casos contar con un boceto, un modelo a copiar, etc.

Tallar yeso resulta interesante, el cual puede prepararse en el hogar, mezclando yeso con agua y moldearlo en un recipiente acorde al tamaño deseado, como puede ser un tupper (tapper), una caja, etc. También podría comprarse en un corralón de materiales el llamado “retacón”, que viene a ser un bloque de yeso con arena para uso en interiores, en diferentes medidas, por ejemplo, de un metro veinticinco por veinticinco centímetros, y ser cortado con una sierra común, y compartirlo entre dos o más alumnos según se convenga, ya que es un material de bajo costo.

Las herramientas a emplear pueden ser variadas; un martillo, una gubia, un formón, un cuchillo “Tramontina”, papel de lija, y otras.

El ensamble de materiales diversos, como así de reciclado, serán ilimitados acorde a la creatividad del alumno.

Por razones de seguridad no se aconseja utilizar herramientas peligrosas que podrían ocasionar heridas al alumno, como ser sierras eléctricas, taladros o elementos filosos. En este caso se debe solicitar ayuda a algún asistente.

Concluyendo: Esto es un resumen de lo mucho que abarca el arte, una orientación básica para quienes pueda resultarles de interés. Cabe enfatizar que para cada persona debe adoptarse la metodología, las técnicas y su proyecto de manera individual. Sabido es que cada ser es diferente y en esta circunstancia, más aún.

Toda persona que se comprometa voluntariamente con las Artes Plásticas especiales como en este caso, debe tener en cuenta que la paciencia, la constancia y la creatividad redundarán en el éxito ecuánime, con la obviedad que todo resulta por iniciativa y convicción de un manifiesto amor… el amor al arte.

 

Autor: Edgardo González. Buenos Aires, Argentina.

ciegotayc@hotmail.com

 

 

 

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