Un 18 de octubre de 2019, en Chile

 

Con mis sentimientos divididos

como aquella banda argentina,

estoy oyendo Manuel García

mientras me voy perdiendo

todavía en tus malditos recuerdos,

mientras aquí en mi Chilito

sigue todo más revuelto

 

Un 18 de octubre de 2019

despertó la gran bestia,

arrasando con todo, un día viernes

la alimentamos durante décadas

con tanta injusticia, miedo,

resentimiento, locura y codicia.

 

Dicen que finalmente despertamos

y es muy cierto

pero sedientos de venganza despertamos

y ahora es todo tan, tan incierto...

Mientras nuestros políticos onerosos

siguen en su mundo de Bilz y Pap,

nosotros seguimos viviendo nuestra agrietada realidad.

 

Y mi país enrabiado

protesta, se manifiesta por fin

pero también asesina, hiere,

 habiendo nuevos condenados,

incendiando a su paso, todo lo que brilla.

 

Y de repente entre tanto despertar colectivo,

aparecen también el lumpen,

los delincuentes, los vándalos

y ponemos el grito

en nuestro azul y estrellado cielo.

 

¡Bienvenidos, bienvenidas al Chilito de verdad!

plagado de desigualdad,

mentiras, saqueos diarios

de cuello y corbata,

de represión, ira contenida,

impotencia, abusos varios

y mucha pero mucha comodidad

                de nuestra distinguida elite

política y empresarial.

 

Que creen que aún

estamos e

n su siglo de terratenientes

donde fuimos sus sumisos esclavos,

de tanto consumismo,

aparentar, clasismo,

exacerbada discriminación social.

Sí, este es mi país de verdad

de gente esforzada,

de sangre combativa

heredada de nuestros antepasados mapuches

y cierta genética ratera

de españoles que solo vinieron

a saquear nuestra rica tierra.

 

¿Y qué más esperábamos?

¿Si nuestra falsa prosperidad

descansaba en tanta carencia ajena

en tanta mierda acumulada

y tanta tranca acallada?

 

Honremos ahora la vida apagada,

ya de algunos inocentes,

para que valga la pena la sangre derramada,

para que nuestra sufrida patria

al fin, vea algo de luz.

para que tanto ciego nuevo

tenga al menos el consuelo,

en su adquirida oscuridad

de un país más luminoso,

para muchos más,

que simplemente los privilegiados de siempre.

 

¿Así que para que quejarnos demasiado,

si estábamos todos ciegos?

o al menos algo tuertos...

¿Y no dicen que, el tuerto es el rey

en el país de los ciegos'?

 

Sigue todo muy revuelto

aquí en mi Chilito,

mientras todavía en tus venditos recuerdos

me voy evadiendo,

y sigo escuchando Manuel García,

también aquella banda argentina

con mis sentimientos divididos.

 

 

Autora: Ange Caro Poeta.Santiago de Chile, Chile.

poekarolina@gmail.com

 

 

 

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