Inserción real: la tarea pendiente en ecuador.

 

Resumen: Si bien es importante fomentar la accesibilidad tecnológica para las personas con discapacidad PCD, es necesario entender que no basta con impulsar el acceso sino que aparte de aquello debe existir un trabajo macro que debe ser instaurado por los Gobiernos Nacionales, además de la sociedad civil y los organismos que trabajan por y para las discapacidades.

En Ecuador han existido iniciativas que pretenden contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de las PCD, empero hoy por hoy no existe una política pública real que involucre directamente a las personas con algún grado de discapacidad y la sociedad en general.

 

Palabras clave: accesibilidad, Internet, política pública, discapacidad, Ecuador

 

El desarrollo de las tecnologías de la comunicación e información ha reconfigurado varios escenarios de la vida social, por ejemplo, podemos citar los ámbitos: productivo, laboral y educativo. Sin embargo hay que detenerse a meditar como este advenimiento tecnológico incide sobre las personas con algún grado de discapacidad visual, pues si bien existen actualmente Apps, dispositivos o software que podrían propiciar la accesibilidad al conocimiento o al empleo, son aún insuficientes, debido a varias vicisitudes que se analizarán a continuación.

La Internet no solo es una plataforma que facilita la producción y difusión de contenidos, sino que su usabilidad debería traducirse en una contribución a la mejora de la condición y calidad de vida de las personas con discapacidad (PCD), para alcanzar aquello se debe trabajar con políticas de Estado integrales que propicien un acceso mayoritario de la ciudadanía a este servicio, y no quedarse -apenas- en campañas mediáticas de visualización de este segmento demográfico.

Como reconocimiento a los avances alcanzados por el Ecuador en políticas y programas en beneficio de las personas con discapacidad, el pasado 14 de junio de 2018 el país fue designado para presidir el buró de la ‘Conferencia de Estados Parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad’ durante el período 2019-2020. Este acto tendría un mayor impacto si en el territorio Ecuatoriano existiesen políticas que propicien la participación de las PCD en el diseño e implementación de políticas concretas que promuevan el acceso a las TIC.

Por motivo del 17 de mayo, Día Internacional del Internet y la Sociedad de la Información, diario El Universo de Ecuador publicó una noticia en la que se resaltó que apenas el 41.2% de los hogares Acceden a Internet fijo. En un primer análisis, se puede avizorar que en el país aunque existan cada vez más empresas que presten este servicio y que el desarrollo tecnológico aparentemente sea imparable, no existe todavía un acceso que facilite una inversión real de los ciudadanos y mucho menos de las PCD, pues si más de la mitad de los hogares están privados de esta oportunidad, el porcentaje de personas con algún grado de discapacidad visual será mayor; ergo, este segmento poblacional no se enterará de avances tecnológicos, desarrollo de nuevos gadgets o descubrimientos médicos que coadyuven al mejoramiento de su calidad y condición de vida.

La pregunta obligatoria que se debería plantear en este punto es ¿Qué acciones se están implementando desde el Estado Nacional para impulsar la inserción de PCD apoyada en las TIC?

Sin el afán de sonar apocalíptico, me temo que la respuesta es poco o nada, si bien han existido espacios de discusión como el I Encuentro Regional hacia la Construcción de Políticas Públicas sobre Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para Personas con Discapacidad, que se llevó a cabo en Quito el 23 y 24 de Noviembre de 2017; los resultados anhelados aún no se ven reflejados en una política gubernamental, que no solo se encargue de fomentar la conectividad, sino promover un aprovechamiento tangible de la tecnología y la información.

Asimismo, está el intento de presentar orientaciones para el diseño de políticas públicas que se presentaron en la ‘Agenda Nacional para la Igualdad en Discapacidades 2013-2017’, que no se descarta como una buena intención, pero no logró cristalizar estos propósitos en hechos concretos que beneficien a las personas con algún grado de discapacidad.

Otro ejemplo de buena intención es la firma del convenio de cooperación interinstitucional para ejecutar el Plan Piloto “Política de Cuotas” para la construcción de una política pública enfocada a garantizar el acceso a la educación superior a grupos excluidos (PCD). Esta suscripción se dio el 25 de agosto de 2014 entre los representantes del Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades CONADIS y la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación SENASCYT. Una nueva intencionalidad positiva, pero insuficiente, porque no basta con firmar documentos que inviten a establecer escenarios de inserción, sino que es apremiante propiciar todas las condiciones de acceso que requieren las personas con discapacidad.

Innumerables podrían ser los ejemplos que se citen para demostrar la ausencia de políticas, o mejor dicho, las intenciones por establecer una política pública, pero más allá de la crítica que se pueda hacer a estos hechos, está la solicitud latente de parte de las personas con discapacidad visual para que sean tomadas en cuenta en este proceso de construcción social incluyente. No se pretende descartar o desestimar lo alcanzado por los gobiernos ecuatorianos en favor de las personas con discapacidad, sino que se exhorta a que se generen espacios de participación, contribución e inserción reales.

Por qué no pensar en iniciativas gubernamentales que exhorten a una reingeniería de sitios Web en Ecuador con diseños, formatos y contenidos accesibles, de tal manera que actividades educativas, laborales, profesionales o de cualquier índole posean una mejor usabilidad en beneficio de las PCD. Actualmente existen un sinfín de sitios electrónicos por los que se puede navegar, que van desde páginas bancarias, bibliotecas digitales o de entretenimiento; pero hay que preguntarse si en algún momento del diseño de estos portales se realizaron pruebas con usuarios no-videntes, que verifiquen la accesibilidad, esto último es casi lo que ocurrió con algunas instituciones que supuestamente velaban por los derechos de las PCD, pero sus autoridades no tenían discapacidad alguna, como el caso de la extinta Secretaría Técnica de Discapacidades SETEDIS.

Es decir, como se puede hablar o luchar por una realidad cuando no se la vive, pues difícilmente podrá defenderse una realidad sino se atraviesa por ella; por tanto entender las necesidades de personas sin visión no podrá darse desde la teoría, la suposición, o peor aún desde un escritorio.

Si el estado pretende propiciar un escenario social incluyente a parte de las políticas deberá examinar el rol que han jugado las instituciones de y para la discapacidad, puesto que; si bien existen como entes de defensa y promoción de sus derechos habría que analizar si en realidad representan a la gente con discapacidad, o solo se han quedado en grupos aislados sin mayor injerencia o representatividad.

Es decir que, el trabajo estatal en materia de políticas públicas para las PCD no solo debe consistir en la instauración de cuerpos legales y políticos que aseguren su inserción, sino que debe incluir a la sociedad y sobre todo a las personas con discapacidad, otorgándoles un papel protagónico; en otras palabras “Trabajar por ellos, con ellos”.

Dicho en otros términos, si el fin es la construcción de una política integral de inserción y accesibilidad tecnológica (nivel macro), se debe empezar por el involucramiento de las PCD (nivel micro) en este proceso, pasando por las instituciones gubernamentales y no gubernamentales (nivel meso) que los representan. Sin embargo en todas las etapas de trabajo debe estar inmiscuida la sociedad, pero no como espectador sino como actor permanente, y para lograr aquello se deberá diseñar estrategias que despierten interés de participación y reacción, como el caso de las campañas FTL, por citar un ejemplo.

Es trascendental analizar nuevamente el desarrollo tecnológico y la irrupción de Internet, de tal manera que esta plataforma sea un recurso que facilite el gran programa de trabajo que está pendiente, pues la accesibilidad tecnológica apenas si es la punta del iceberg, ya que detrás de ello debe existir un conjunto de acciones que coadyuven a la creación de una sociedad incluyente.

Es necesario pensar en la generación y difusión informacional intersticial, los micro relatos, experiencias vivenciales, estrategias sensoriales como artilugios que motiven la trasmutación societal y finalmente el diseño de una política gubernamental que al fin beneficie a las personas con discapacidad, sin que se convierta en una estratagema de réditos políticos sino que sea un salto cualitativo del episteme social Ecuatoriano hacia la accesibilidad.

 

Fuentes consultadas:

1.      CONADIS, Plan Piloto para construir una política de inclusión, 25/08/2014, recuperado el 08/06/2018:

http://plataformaconadis.gob.ec/plan-piloto-para-construir-una-politica-de-inclusion/

2.      El Telégrafo, Ecuador preside la conferencia sobre discapacidad en la ONU, 14/06/2018, recuperado el 15/06/2018:

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/ecuador-conferencia-discapacidad-onu

3.      El Universo, El 41,2% de los hogares de Ecuador cuenta con Internet fijo, 17/05/2018, recuperado el 10/06/2018: https://www.eluniverso.com/noticias/2018/05/17/nota/6764079/412-hogares-ecuador-cuenta-internet-fijo

4.      SENPLADES, Agenda Nacional para la Igualdad en Discapacidades 2013-2017, Quito, 2014.

5.      UNESCO, I Encuentro Regional sobre TIC y Personas con Discapacidad, recuperado el 11/06/2018:

http://www.unesco.org/new/es/quito/communication-information/i-encuentro-regional-sobre-tic-y-personas-con-discapacidad/

 

Autor: Mgtr. Lenin Alejandro Carrera Oña. Quito, Ecuador.

alejokyl@hotmail.es

 

 

 

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