ZONDA BRAMADOR

 

Arremetes desde las montañas,

Por valles, quebradas y abismos.

Vaya a saber que cúmulo oscuro,

Tornó tu origen desde el océano.

Allí naciste gélido y ventoso,

Avanzando sobre el Continente  desprevenido.

Bramas en las cordilleras helando al paso,

Toda piedra  resquicio o plantín osado,

Que quiso resistirse y quebraste impune,

Socavando los pedregullos y aerosol izando al aire,

con la tierra de tus ráfagas impuras.

Si lo deseas te extiendes bien lejos,

Invadiendo grandes terruños ya viejos.

Bajas al llano sin importarte nada,

Ni  techos, cables o ventanas.

Atrevido te introduces impío,

Por resquicios pulverizando tu zumo pulverulento.

Áspero, traidor, enfermizo,

Arrasas con flores, brotes y  jarillas.

Ensucias todo lo más querido,

Y  secas al aire haciéndolo irrespirable,

para toda vida sostenible.

Es que el maligno te azuza,

Con sus tridentes indignos.

Eres ráfaga caliente de los avernos,

Y nos recuerdas los destinos,

de aquellos que han perdido sus caminos.

Te ganas el odio de niños, hombres y mujeres,

 Porque eres cuál motivo de imagen de fracaso.

Sentirte en el ambiente es percibir tu aire,

Tan temible y repudiable junto con tu naciente,

Vas perdido y arremolinado en busca de nadie,

Si hasta ctus molestas ventoleras saben que solo… mientes.

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

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