HEGEMONÍA VISUAL VS PERCEPCIÓN SENSORIAL: NO SOLO BASTA CON VER
Oír, tocar, saborear, oler y mirar; si bien son funciones
bioanatómicas corporales, son también vías sensoras a través de las cuales se inicia
un proceso comunicacional con nosotros mismos y con el resto de las personas,
pues es mediante nuestros sentidos que se da sentido a la realidad y los
fenómenos que acaecen en el mundo, pero esta percepción rebasa ampliamente la
frontera de lo anatómico, pues en este proceso intervienen elementos
culturales, políticos, geográficos, sociales, económicos, entre otros que
determinan nuestra forma de percibir y entender el mundo tal como es, en otros
términos nuestro cuerpo y nuestros sentidos nos permiten construir conocimiento
tal como lo resaltaría Serres “[…] como punto de partida a
los sentidos y al cuerpo porque no hay nada en el intelecto que no haya estado
primero en los sentidos”[1],
en otros términos sentidos y cuerpos son las ventanas de cognición del mundo,
que en armonía con factores externos nos permiten construir el sentido de la
realidad.
Ahora bien, en la
contemporaneidad nuestros sentidos han sido obnubilados por el ocularcentrismo,
régimen de la visión que impide potenciar la capacidad perceptiva de nuestros
sentidos, otorgándole
un papel protagónico e insustituible a la capacidad que el ojo humano posee
para percibir la realidad a través de la retina, que “contiene dos tipos de
fotorreceptores, bastones y conos. Los bastones más numerosos, unos 120
millones, son más sensibles que los conos. Sin embargo no son sensibles al
color. Los
En definitiva, el ver en ocasiones se constituye un
limitante para apreciar el mundo, pues al considerarlo como la forma de
constatación más acertada, se deja de lado la capacidad corpórea tan extrema
que posee el ser humano.
Ejemplo de esto
es cualquier acontecimiento societal, que esté validado por imágenes se le
otorgará credibilidad societal y sino recordemos por un instante aquella frase
de William Randolf Hearst “envíame las fotos y yo produciré la guerra”[4],
con este pensamiento queda de manifiesto que las personas poseen una necesidad
imperiosa de ver las cosas para considerarlas como verdaderas y sino imaginemos
por un momento ¿cuál sería el nivel de rating de un noticiero en TV que no
presente ningún video, fotografía o imagen de las noticias que anuncia?
La respuesta sería casi obvia, pues los televidentes
al no poder constatar todo lo anunciado por el presentador, restarían
credibilidad, veracidad y confiabilidad a dicho espacio noticioso; es así que
si observamos la reacción de la gente al mirar algún acontecimiento en la
pantalla de su TV lo asumirán como verdad, pues al ser visibilizado en los
media cualquier acontecimiento llamará la atención de los espectadores, quienes
creerán en el suceso y lo asumirán como verdad.
En conclusión en la contemporaneidad la percepción sensorial corpórea a cedido espacio frente al régimen escópico; empero cada uno de nosotros debemos hacer resistencia para que el régimen visual imperante no domine la forma de comprender al mundo sino que sea un elemento más del sistema intersensorial que poseemos para percibir lo que nos rodea.
[1] Michel Serres, Los cinco sentidos: Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo, Bogotá, Taurus, 2003, p. 4.
[1]Carl Nave, The Rods and Cones of the Human Eye,
[1]Martin Jay, Ojos abatidos, Ediciones Acal, Madrid, 2007, p. 30.
[1]Julia
Varela, edit., Sociología e información,
Madrid,
Autor: Lcdo. Lenin Alejandro Carrera Oña. Quito, Ecuador.
[1]
Michel Serres, Los cinco sentidos: Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo,
Bogotá, Taurus, 2003, p. 4.
[2]Carl Nave, The Rods and Cones of the Human Eye,
[3]Martin
Jay, Ojos abatidos, Ediciones Acal, Madrid, 2007, p. 30.
[4]Julia
Varela, edit., Sociología e información, Madrid, La Piqueta, 2002, p. 195.