¿De qué vale hoy soñar? II

 

Prólogo

Todo tiene un principio, y aunque ese inicio no sea el correcto para todos, nos permite tratar de colocar en palabras eso que buscamos decir, un pensamiento que pide salir a gritos, pero que la destreza con las palabras puede hacer que no se alcance el objetivo. Sin embargo, en este segundo escrito pretendo retomar esa idea que, hilada entre la percepción de la niñez, los cambios que con el tiempo de adultos se producen y las dos caras de la moneda sueño o pesadilla, buscan dar respuesta a esa pregunta ¿de qué vale hoy soñar?

 

Resolviendo la incertidumbre

 

“El precio se transforma en algo intangible, que precisamente es la clave para soñar en estos tiempos”.

¿Qué es eso intangible?

¡Encontrarse!

Sí, soñar se ha transformado en el logro de algo que se desea, quiere, proyecta, es pensado como el logro de un profundo anhelo, algo imposible que se vuelve realidad, puede ser desde un trabajo, un objeto, estar en un lugar, un momento, la consecución de un esfuerzo. Pero, este sueño nace de unas construcciones contextuales, lo que en otras palabras es, las necesidades o requerimientos de la familia, el ambiente o el grupo social. Allí, no hay ninguna posibilidad de buscar dentro. Entonces el precio es no emprender esa búsqueda de respuestas, si no que nos adherimos a unas circunstancias.

 

Eligiendo el sendero

 

Si pensamos por un momento en esto que yo llamo el costo intangible, la acción práctica refuta que este elemento no es válido, debido a que eso constituye el desarrollo de las personas en una estructura que permite la convivencia. Mas el pago de este costo intangible impide una inversión en los recursos para crear una convivencia con si mismo. En palabras simbólicas se hablaría de dos senderos, uno, el que propone las condiciones de vida actual, donde la convivencia es definida por los elementos externos; el otro, es uno que parte de pensarse como una parte del todo, uno de los múltiples elementos internos que si no está equilibrado es como una célula cancerígena.

Balance de ganancias y pérdidas

Las palabras claves en esta reflexión son tres: valor, sueños y costo intangible, que permiten concluir que el valor de los sueños se puede tazar en invertir en el costo intangible, o invertir en el sistema opuesto. Las acciones del costo intangible son: construcción de un sentido de identidad propio, paz interior, tranquilidad, aplomo, felicidad constante, desarrollo de una inteligencia emocional, habilidades de relación inter e intra personal y reducción de los problemas de la cotidianidad.

Por su parte las acciones del sistema opuesto son: estrés, estados de mal humor, cansancio, felicidad condicionada, creación constante de problemas, dificultades con los demás, intranquilidad, depresión, inestabilidad y un fuerte sentimiento de inutilidad.

¿En cuál invertiría usted?

 

Epílogo

 

En la última entrega de estos cortos escritos trataré de dar algunos consejos para maximizar sus ganancias del costo intangible, buscando que, si su inversión es en este nuevo paradigma de pensamiento, pueda aumentar su rentabilidad, pues lo que vale hoy un sueño es solo una decisión de la forma de encontrarse o perderse en esa exploración de su camino personal. Es decir, un pensamiento de hacer un alto, pues hoy en día nos apresuramos a soñar, pero no pensamos en que antes necesitamos construir el confort para ello.

 

Comentarios, a gap.pensante@gmail.com

 

GAP El caminante de la noche.

Autor: Wilmer Guillermo Acosta Pinzón. Paipa, Colombia. Comunicación Social, Universidad Nacional Abierta y a Distancia

wilfi2008@hotmail.com

 

 

 

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