Guanajuato, ciudad en la que se detuvo el tiempo.

La ciudad de Guanajuato es la capital del estado del mismo nombre, tiene una población de 171 709 habitantes, forma parte del Bajío, que es la parte central de la República Mexicana, el nombre proviene de las raíces purépechas, kuanasi que significa rana y uanatu, que quiere decir cerro en purépecha, formando la palabra Guanajuato, cerro de las ranas.

Durante la colonia española se fundó la ciudad en un cerro; por la riqueza del subsuelo, desarrollando la minería para la extracción de oro y plata.

Caminar por sus estrechas, tortuosas y empinadas callejuelas es un placer indescriptible, para ser testigo de la vida cultural que ahí existe, encontrando librerías, exposiciones de arte, venta de artesanías, museos, pequeños restaurantes, y plazuelas con música viva.

El ya famoso Festival Cervantino se celebra ahí anualmente, congregando artistas de todo género, siendo una magnífica oportunidad para asistir a conciertos interpretados por las mejores orquestas del mundo e interpretes famosos, ser espectadores de selectas obras teatrales, visitar exposiciones de pintura y escultura, estar en contacto con arte tradicional y de vanguardia, escuchar conferencias de escritores famosos, escuchar poesía en voz de sus autores, en fin, entretenimiento para todos los gustos; por todo lo anterior fue declarada en 1988 como Patrimonio Cultural de la Humanidad, como bien cultural bajo el nombre “Ciudad histórica de Guanajuato y minas adyacentes-“ patrimonio de la humanidad.

Un gran número de iglesias son maravillas arquitectónicas, algunas de ellas conservan verdaderas joyas pictóricas y escultóricas, que se han salvado del saqueo, siendo muestra del fervor religioso.}

La vida académica también es manifiesta, siendo su emblema principal la Universidad de Guanajuato, un hermoso edificio colonial, para llegar al cual hay que subir 150 escalones.

La historia del país también está presente en algunos edificios, tales como la famosa Alhóndiga de Granaditas, ahora convertida en museo. La construcción de la Alhóndiga de Granaditas se inició en 1797y concluyó en 1809. Imponente obra de arquitectura neoclásica de diseño sencillo, pero de impecable técnica, refleja la bonanza guanajuatense hacia fines del siglo             XVIII.

Concebida inicialmente como almacén en 1810 fue escenario de una de las más violentas y decisivas batallas en la guerra de independencia de México. Desde entonces la alhóndiga ha tenido diferentes usos: fabricación de tabaco, vecindad, cuartel i cárcel, hasta que a mitad del siglo XX el gobierno de Guanajuato apoyado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia le dio el uso de museo.

El acervo del Museo Regional de Guanajuato está compuesto por bienes culturales del patrimonio nacional, arqueológico, histórico y artístico. Las exposiciones permanentes se encuentran organizadas en 4 secciones principales: Arqueología, Historia, Etnografía y Arte

El maestro José Chávez Morado pintó en las bóvedas de las escalinatas del edificio los murales que se intitulan Abolición de la esclavitud (1955), Canto a Guanajuato (1966) y Aportaciones de Guanajuato a la integración nacional (1966).

En el museo se encuentran las siguientes secciones:

Recinto de los héroes.

Magno espacio diseñado en 1967 para rendir un homenaje permanente a los héroes de la independencia: Hidalgo, Morelos, Jiménez, Allende, Aldama y Guerrero. Una lámpara votiva, ubicada en el centro del recinto cívico guarda permanentemente la llama de la independencia, fuego que se renueva cada 28 de septiembre.

Sala artes y costumbres de Guanajuato.

Muestra de las diferentes expresiones artísticas de los artesanos de la entidad: textiles, cerámica, objetos tradicionalmente usados en la charrería, herrería, hojalatería, alfarería, confitería, cantería, juguetes tradicionales y cerería, entre otros.

Biblioteca Esteban Vega.

Donada a la muerte del periodista español en 1983, la biblioteca alberga un interesante acervo recopilado por Esteban Vega a lo largo de su vida dentro y fuera de la España republicana

Archivo Lucio Marmolejo.

Gran parte del acervo con que cuenta éste archivo pertenece al siglo XIX, en menor cantidad se localizan documentos correspondientes al siglo XX., Y ya en forma escasa existen algunos ejemplares del siglo XVIII.

Fototeca Romualdo García.

Inicialmente conformada por la obra del fotógrafo guanajuatense, en la actualidad custodia mas de 90 000 imágenes de diferentes fondos de finales del siglo XIX y de las primeras décadas del siglo XX.

Sala Romualdo García.

En ella se exhiben imágenes que se seleccionan de los fondos del fotógrafo más representativo de Guanajuato. Las fotografías de Romualdo García han sido consideradas como una especie de catálogo de clases y tipos sociales del Guanajuato de los años 1887 a 1914. En este espacio también se presentan exposiciones temporales de artistas varios.

Sala arte mesoamericano.

Alberga una colección compuesta por piezas arqueológicas de diversas culturas; reunida a lo largo de 25 años por el pintor José Chávez Morado y la pintora Olga Costa. En la exposición se pueden admirar bellas representaciones de diversos dioses prehispánicos como Quetzalcoatl, Tlaloc, Huehueteotl, Cocijo, Chicomecoatl, Xochipiliy Xipetotec entre otros.

Sala de historia.

Se exhiben en ella documentos gráficos, planos que ilustran acontecimientos nacionales y regionales que marcaron la historia de México, que van desde los antecedentes de la lucha de independencia hasta la instauración de la república en 1823. Su punto de partida es en el año1750, cuando se constituye una estructura regional a la que se conoce como complejo Sierra-Bajío, en la que se finca el desarrollo particular de la economía, la sociedad y la cultura del pueblo de Guanajuato.

Sala cerámica de Chupícuaro.

Contiene una colección de cerámica prehispánica de las más antiguas de mesoamérica, y muestra el notable desarrollo cerámico del a cultura de Chupícuaro. Pueblo asentado en el sureste del territorio guanajuatense entre los años 500 A C y 300 D C.

Sala Hermenegildo Bustos.

Espacio dedicado a las obras del gran pintor guanajuatense, nacido en Purísima del rincón el 13 de abril de 1832. Poco se sabe de su formación pictórica, sin embargo, su obra constituye una de las grandes aportaciones a la pintura mexicana del siglo XIX. Los temas religiosos fueron frecuentes en el trabajo de Hermenegildo Bustos, dejando constancia de ello en los exconventos      que incluyen la colección.

Sala sellos prehispánicos.

Uno de los acervos más completos que existen en nuestro país. Estos curiosos objetos, llamados occidentalmente sellos, elaborados principalmente de barro y piedras, representan plantas, flores, animales, formas humanas, seres míticos y una gran variedad de formas geométricas.

Existe la hipótesis de que fueron elementos ornamentales y decorativos, que tenían un fin ceremonial y religioso, o que fueron usados como embebas.

Otra impresionante visita es al Museo de la Inquisición, que fue una hacienda situada en las afueras de la ciudad, usada posteriormente por la inquisición como lugar de torturas, para lo cuál se construyó una barda de 5 metros de espesor y 10 de altura para que no se pudieran oír los lamentos de las víctimas, ahí existen los instrumentos que se utilizaron para torturar y privar de la vida a los condenados, así como algunos cuerpos momificados.

Mundialmente famoso es el Museo de las momias, término por cierto incorrecto, ya que la momificación es un procedimiento utilizado por los egipcios para la conservación de sus nobles, y en el caso de Guanajuato se trata de la desecación de los cuerpos provocada por las sales minerales del subsuelo de la región, que hace que se hayan conservado por muchos años sin descomponerse.

La visita a una mina abandonada es una experiencia muy interesante para saber como es el proceso de localización y extracción de minerales, pudiendo tocar los instrumentos que se utilizan para tales fines.

La gastronomía de Guanajuato es única, estar ahí y no paladear unas deliciosas enchiladas mineras es como ir al cine y no comer palomitas, una extensa variedad de dulces tradicionales, tales como charamuscas, muéganos, trompadas, garapiñados, etc. Evocan recuerdos y endulzan la vida, aunque ya hay algunas franquicias de comida rápida y de café frío, que contaminan el paisaje urbano, la mayoría de los pequeños restaurantes son atendidos por sus propios dueños o por sus familiares, teniendo la suerte de haber sido cortés y eficazmente atendido por un muchacho con síndrome de Down.

La amabilidad de la gente es manifiesta, y la atención al turismo es espléndida.

Nada para terminar el día como vivir una callejoneada por la noche, escuchando tocar a una estudiantina o a una tuna con sus típicos atavíos interpretar alegres canciones, escuchar relatos y reír con chascarrillos, imaginando como eran las serenatas en la época de la colonia, y sentir que en esa bella ciudad se detuvo el tiempo.

 

Autor: Bulmaro Landa Quezada. Tlalnepantla, Estado de México, México.

editor@revistaesperanza.com

Twitter bulmaro_landa

 

 

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