En mi país, el gobierno federal en cada sexenio adopta una
especie de lema para rematar sus anuncios propagandísticos en los medios de
comunicación. Uno de ellos fue: "La solución somos todos." El ingenio
popular, más realista, lo modificó así: La corrupción somos todos.
El actual gobierno aduce uno que alude al movimiento:
"mover a México."
En Mexicali, región donde vivo, es una zona sísmica de
frecuentes temblores y, a veces, verdaderos terremotos. Cuando alguno de ellos
ocurre; automática y rápidamente, no falta alguien para indicar muy convencido:
"¡No se preocupen. Es Peña Nieto moviendo a México!"
También, a través de la propaganda machacona, se nos
pretende seguir haciendo creer, que las reformas estructurales son la solución
mágica y omnipotente para cubrir todos los rezagos y males de nuestro México
lindo y querido. Pues ahí están las reformas y nada, que nuestra moneda cada
día vale menos.
Vale decir que la gente de la política mexicana es la más eufemística
del mundo. Han de saber ustedes, que nuestro peso, no se está devaluando; se
está depreciando con respecto al dólar estadounidense; por lo cual, no debemos
sentir ninguna clase de escozor, porque esto les pasa a varias monedas de los
otros países.
Además, si el peso mexicano vale menos, hay que alegrarnos
porque eso favorece mucho al sector turístico. A ellos, los turistas del
extranjero, sí que les rinde más su dinero. Pero yo, ni por asomo, soy turista
de allende las fronteras o sea, de Extranjia. Sí, soy de lo que el país
produce.
Pero caray, nuestro dinero cada día reduce su poder de
compra. Para los altos funcionarios en virtud de sus elevados sueldos, por
supuesto que ni lo notan.
Hace pocos días, el jefe del Ejecutivo Federal, se disculpó
ante los mexicanos por la "equivocada interpretación" de posible
conflicto de intereses con respecto a unas casitas adquiridas por él, su esposa
y el secretario de Hacienda.
Y bien, ¿Qué se hace con esta clase de disculpas? Cuando las
leyes están diseñadas para que prácticamente sea imposible probar ese tipo de
delitos. Así, no hay duda que hasta Alibabá y el sin número de ladrones
resultan tan honestos y honrados, que ni hablar. Imaginen que el empleado va a
ser imparcial con su empleador en la investigación. Esa disculpa, se puede
equiparar al disimule usted señalado en El Laberinto de la Soledad de
Octavio Paz.
En otro ejemplo, antes de ser aprobado El sistema
anticorrupción. Se hizo notar que ahí no se tocaba al Presidente. A lo cual, contestó
el diputado priista encargado de tal área: "Efectivamente falta ese
tema.... Pero si no la aprobamos así como está; faltará mucho más."
Peña Nieto en distintos ámbitos, se ha quejado amargamente
de que en el extranjero se cree y se confía más en México que dentro del mismo
país.
Desde luego, no puedo ni siquiera tratar de acordarme del
magnífico poema de México creo en ti. Cuando recuerdo que el Comisionado de
Seguridad dijo a la noticiera Adela Micha: "No se había escuchado ruido en
la prisión de mínima seguridad (estas dos palabras subrayadas las he
sustituido yo, las originales eran: máxima seguridad); porque para romper el
piso por donde se escapó El Chapo Guzmán, se usaron químicos."
La conseja popular, revela el siguiente suceso. El
Secretario de Gobernación contesta una llamada del Comisionado de Seguridad.
—Señor Osorio, ¿me creería si le digo que el Chapo se escapó por un túnel que
desemboca hasta Sinaloa?
—No, eso no se lo cree ni su abuela.
— ¿Y por uno de un kilómetro y medio?
—Eso ya sería más creíble. Además, hablaremos de haber
cumplido con los protocolos estándares internacionales para prisiones de alta
seguridad.
Ya dejando cuentos y leyendas, viene bien recordar la frase
brujeril célebre de aquel personaje “criatura de la noche” de la década de los
60, que decía: Todo es una asquerosa y vil mentira…
En otro escenario, el Instituto Nacional Electoral, desechó
la petición de varios partidos para retirarle el registro al Partido Verde. A
pesar de su sistemática violación de la normativa correspondiente. La
conclusión, sólo se puede explicar por la todopoderosa impunidad que permea a
todas las instituciones.
Un ejemplo más, Los integrantes del poder legislativo, se
ufanan de haber aprobado la ley de transparencia; ah, pero claro, no han hecho
transparentes sus cuentas de honerosos gastos.
Quisiera abordar dos o tres casos más, pero debo dejarlos
pendientes; porque quien les conté, ¡Ya está otra vez moviendo a….!
¡Aaaaaaaaaa-uuuuuuuuuuxiiiiiiiiii-liiiiiiiiii-oooooooooo!
Agosto 23, 2015
Autor: José R. Romero González. Mexicali, Baja
California, México.