Chica
Di que Sí
Como muchas mujeres
de mi tiempo, procedo de hogares conservadores, de tabúes y prejuicios,
fundamentada en la sólida moral religiosa de la época, no obstante, la educación
juega un papel preponderante en esa transformación para adentrarnos en un mundo
que echa por tierra y pulveriza la estructura machista y las concepciones
ancestrales donde la mujer era el simple objeto erótico, para tejer y dar los
primogénitos que prolongarían el apellido familiar. Hoy día hemos despertado
del embotamiento, no nos ruborizamos ni nos llena de estupor leernos los libros
de Gioconda Belli, El Diario de una Ninfómana o bien el último libro de la
escritora chilena Isabel Allende con su Amante Japonés.
Ya era hora de
desterrar aquellas fuerzas negras que frenaron el intelecto, las actitudes pero
sobre todo el pesado fardo de ocultar la propia identidad de las mujeres.
Cuando llego a la Universidad la militancia en los grupos de mujeres y el
trabajo con las organizaciones de ciegos, me abren el abanico del pensamiento,
tengo la sensación clara que gracias a las experiencias diversas, formaron el
empuje y despertaron la conciencia hacia el activismo e impregnaron mi gestión
de feminismo.
Pero regresemos a los
tiempos donde nos impactó la primera menstruación, donde a los quince años se
nos inculcaba que no debíamos ni podíamos enamorarnos hasta terminar una
profesión, pues no se sabía qué clase de marido nos llegaría en suerte y los
novios estaban prohibidos y la extraña idea que de salir con un embarazo serías
irremediablemente echada a la calle sin compasión, pues en casa no se podía con
otra responsabilidad más. Paradójicamente son estas vivencias que nos aseguran
crecer emocionalmente, invitar a nuestras pares a romper con esos prejuicios,
cómplices de aturdir y reprimir la identidad de las mujeres, sin ni siquiera
ser consciente de los porqués.
Es el despertar de
las mujeres, nos descubrimos, sentimos una sensación sublime porque es comprender
de pronto que todo lo que vibra en ti tiene que ver con lo vivido y eso es
experiencia de cambio, nos define como protagonistas y como seres diferentes.
Chica Di que Sí...
Decídete a convertirte en mujer de avanzada, arriésgate, rompe con tu paraíso
de tranquilidad, de confort y defiende tu capacidad de amar, tu Cultura de
Mujer, destierra los prejuicios, los tabúes eso sí, sin violencia, en
conciliación y sobre todo siendo siempre tú con tu propio equipaje.
Esperemos que la
nueva generación de mujeres se visibilice a’ un más y que comprendan que por
deber y derecho y a pesar de los tiempos, alcen su voz en un as de voluntad,
nos pertenece la felicidad por este camino que llamamos vida.
¡Chica Di que Sí!
Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.
Comunicadora social.