AL PERRO FLACO TODO SE LE VUELVEN PULGAS.

 

Al cierre de la edición de la Revista Esperanza, y con el permiso de la dirección de la misma, me permito glosar un comentario personal e intransferible como consecuencia del gran acontecimiento que supone la adjudicación de la organización de los juegos olímpicos para el año 2020. Madrid, por tercera vez consecutiva no es designada por el COI para organizar la olimpiada del 2020. Para que toda España se implicara en el magno acontecimiento, se designaron ciudades subsedes como Barcelona, Zaragoza, Málaga, Córdoba, Valladolid y alguna más que no menciono porque no me acuerdo. Entiendo, que las extraordinarias inversiones económicas que supone la realización de numerosas instalaciones deportivas, hay que darlas por buenas; pero el tremendo gasto que se ha hecho en construir un enorme aparato propagandístico y publicitario, siempre, es más que discutible. Y no digo que no sea lícito aspirar a la organización de una olimpiada, con lo que ello conlleva desde un punto de vista de generar movimiento financiero, creación de empleo, movimiento en la hoy parada construcción inmobiliaria y en definitiva, en la creación de una actividad económica febril que a este país le hace tanta falta como el agua a una caravana que atraviese el desierto.

Tenemos una selección de futbol, que hasta el año 2014 es la campeona del mundo, aunque el futbol profesional no sea deporte olímpico. Nuestros tenistas son de primer nivel. Las nadadoras y nadadores, los golfistas, no vamos a seguir enumerando para no hacer la lista extensa porque entendemos que es suficiente. ¿Que ha pasado aquí? Muy sencillo: Las cosas no ocurren porque sí y no se pueden ni se deben simplificar; pero ser eliminados a la primera de cambio es muy fuerte y muy duro. Entiendo, que somos uno de los países que atraviesa una crisis financiera de la que no ha salido todavía y de la que no sabemos cuándo vamos a salir. Y lo más importante: Nuestro peso específico político en la comunidad internacional, no está en su mejor momento, y esto es el gran meollo de la cuestión.

A titulo absolutamente personalísimo, tengo que confesar, que me dio miedo cuando deambulaba por el paseo del prado, que es una de las avenidas más importantes de Madrid, y observamos mi esposa y yo que se estaba montando una espectacular fiesta en la plaza de la Cibeles y en la puerta de Alcalá. Los decibelios eran infinitos porque el sonido se oía desde la glorieta de atocha. La fiesta estaba servida; pero estaba servida, antes de que se pronunciara el comité olímpico internacional. Mi esposa me dijo: ¿Y si no ganamos? Con una hora de antelación a lo previsto, a las dieciséis hora argentina, a las veintiuna horas española, el COI eliminó a Madrid en primera votación.            La ciudad enmudeció y el numeroso público que se disponía a aplaudir, a gritar y a pasarlo bien, comenzó a abandonar el lugar donde se pensaba montar la fiesta.

Reitero: En primer lugar, somos victima de la crisis tremenda del sistema financiero provocada por el propio poder financiero. En segundo lugar, en el momento actual no tenemos un gran peso político desde el punto de vista internacional. Y en tercer lugar,

“AL PERRO FLACO TODO SE LE VUELVEN PULGAS“.

 

 

Madrid 8 de septiembre del 2013

Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.

hilario-conchi@hotmail.com

 

 

 

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