Historia de Lisboa.

 

(Alemania-Portugal, 1994)

Director y Guionista: Wim Wenders

Protagonistas: Rüdiger Vogler, Patrick Bauchau, Vasco Sequeira, Canto e  Castro, Teresa Salgueiro.

Productora: Mandrágora Filmes

Música original: Jürgen Knieper & Madredeus

Fotografía: Lisa Rinzler

Montaje: Peter Przygodda                                                

Sinopsis:

El director Friedrich Monroe, con problemas para terminar una película sobre Lisboa, llama a su amigo ingeniero de sonido Phillip Winter, y este al llegar a la ciudad se da cuenta que Monroe ha desaparecido pero dejó parte de su filme. Winter es hechizado por la ciudad y la cantante Teresa, por lo que decide grabar el sonido de la película recorriendo la ciudad.

Comentario:

“A plena luz, incluso los sonidos brillan''. Wim Wenders utiliza esta frase del poeta portugués Fernando Pessoa como motivo recurrente en su reflexión sobre el paisaje, la ciudad, el tiempo y el poder de las imágenes que intentan capturarlos.

A través de los personajes de la historia Wenders hace una disertación, ilustra una anécdota en un certero y poético juego de espejos, toma las imágenes que el director Monroe ha filmado: las calles de Lisboa capturadas en blanco y negro, con una vieja cámara de manivela, a la manera de una película muda, como el camarógrafo de Buster Keaton o como el hombre de la cámara del soviético Dziga Vertov.

Por su parte, el técnico de sonido Winter, trabaja con las dichosas imágenes, las sonoriza, simula en el estudio algunos sonidos ambientales, recupera otros en la calle con el micrófono extendido a lo alto, como una pequeña grúa o un periscopio indiscreto. Son las calles y los recodos, los sonidos de los tranvías y de las embarcaciones en el Tajo, los ruidos de transeúntes y lavanderas, afiladores de cuchillos y limpiabotas.

Winter lee a Pessoa, escucha la música nostálgica del grupo Madredeus, y descubre Alfama, viejo barrio de Lisboa, en lo que semeja una aventura interior, una exploración en la que decide prescindir de toda compañía, porque “sólo los solitarios saben perderse en el corazón de las ciudades”. En las imágenes capturadas al vuelo aparece también el cineasta veterano Manoel Oliveira con un guiño al cine de hoy y a la comedia de antaño.

Por fin Winter y Monroe se encuentran. Para ambos el cine ha perdido su capacidad de capturar y transmitir un goce estético; hoy, las imágenes venden. Los amigos, después de una crisis, se persuaden mutuamente de filmar Lisboa, la ciudad museo, una de las últimas urbes románticas de una nueva Europa sin fronteras, la Europa del Mercado Común; Contar las viejas historias de un viejo continente anterior al neoliberalismo, decretar la muerte del televisor, rescatar en el cine la palabra de la poesía escrita y la gracia de las primeras comedias: conservar en una videoteca ideal “toda la memoria del mundo”.

“Y si no tuviera el amor...” Los versos de Pessoa acompañan esta visión elegiaca del cinematógrafo y nos ofrece la embelesada mirada de Win Wenders en una pequeña (y un tanto olvidada) obra maestra del cine contemporáneo

 

Autor: Rafael Fernández Pineda. Cancún, Quintana Roo. México.

fernandezpr@hotmail.com

 

 

 

Regresar.