PECADOS Y SERPIENTES

Ninguna foto eterniza

los minutos más dulces y prohibidos

que prohibidas mujeres

tatuaron en mi cuerpo

y me abrigan contra las tempestades,

cuando el verdor se agota

              y me hunden sus gorriones.

 

En ninguna película,

flota el océano de mi infancia

con sus buques volando sobre los eucaliptos.

Ningún set reproduce la ternura,

pecados y serpientes

que vuelvo música,

esta desolación no confesada.

 

Tal vez no rasgue un solo oboe,

un leal espejo

que traduzca mis redes

            y ascienda hasta el pasado,

pero comprendo al fin el laberinto,

sus pedregales borro

y me sumo al azar que nace con la aurora.

 

Autor: Agustín Labrada Aguilera. Chetumal, Quintana Roo. México.

agustinlabrada@hotmail.com

* Datos del autor.

 

 

 

Regresar.