Páginas de Historia

 

100 AÑOS DE LA CAÍDA DE LA DICTADURA

La Renuncia de Porfirio Díaz

 

El porfiriato (1876-1911) ha sido registrado por importantes historiadores “como la continuación lógica de la Reforma pues ponía en marcha un proyecto de desarrollo capitalista, que implicaba la modernización del país”. Sin embargo aunque se mantienen en su forma las leyes, instituciones y preceptos liberales, este modelo va ser consolidado para un pequeño grupo social, ya que marginaba a la mayor parte de la población desencadenando contradicciones antagónicas que llevarán a la Revolución (1910-1917).

Luego de efectuadas las elecciones en 1910, con un gigantesco fraude, con el Plan de San Luis Potosí, proclamado por Don Francisco I. Madero, se inicia la Revolución y el régimen de don Porfirio Díaz llega a su fin con la renuncia del dictador presentada al Congreso el 25 de mayo de 1911, en medio de una brutal represión desatada en todo el país.

Los Gobiernos de Porfirio Díaz Mori

Porfirio Díaz Mori nació el 15 de septiembre de 1830 en la ciudad de Oaxaca, en el seno de una familia modesta, y quedó huérfano a corta edad. En 1846 comienza sus estudios en un seminario como alumno externo, por consejo del liberal Marcos Pérez y poco después estudiaría la carrera de abogado en el Instituto de Ciencias, misma que quedará inconclusa.

En 1855 se une al general José María Herrera para apoyar la revolución de Ayutla; así inició su carrera militar y la consolida luego de ser nombrado Jefe Político del Distrito de Ixtlán en el estado de Oaxaca. Posteriormente participando en eventos armados logra alcanzar el grado de capitán de infantería de la Guardia Nacional, obteniendo rápidos ascensos.

En noviembre de 1859 gana el grado de coronel. Aunque no corrió con la misma suerte en su trayectoria como político, ya que tuvo una discretísima actuación como diputado; sus fortalezas se encontraban en el área de la milicia, siendo don Benito Juárez el que le confiere el grado de General.

Interviene en muchas acciones de guerra; pero fue el 2 de abril de 1867 cuando obtiene un brillantísimo triunfo al tomar la ciudad de Puebla, dando prácticamente la victoria definitiva a las fuerzas nacionales que combatían al llamado Imperio de Maximiliano.

Una vez que la República fue Restaurada con la derrota de las fuerzas imperiales, Benito Juárez se reelige nuevamente para la presidencia, Díaz se levantó en armas contra la misma, como también lo hará contra de Lerdo de Tejada, pero será en mayo de 1877 cuando comienza una etapa histórica en México donde Porfirio Díaz tomó el poder tras el triunfo de la llamada Revolución de Tuxtepec.

Después de derrotar a sus adversarios Díaz dejó en la presidencia a Juan N. Méndez quien convocaría a nuevas elecciones, después de las cuales Porfirio Díaz se convirtió en presidente. Se iniciaba una nueva etapa en la vida política de México: El Porfiriato.

Cuando Díaz llega al poder, una de las demandas más importantes de la población era la paz y la estabilidad política. El soporte ideológico del liberalismo había recibido de Gabino Barreda los fundamentos del positivismo comtiano, mismos que responderán al proyecto visualizado por Díaz. Barreda, supo adecuar el lema comtiano de “Amor, Orden y Progreso”, modificándolo por “Libertad, Orden y Progreso”, que daría justificación y forma al porfiriato.

El gobierno de Porfirio Díaz logrará las condiciones con el desarrollo de vías férreas, “vinculadas a los mercados locales, con las economías regionales separadas por grandes distancias y obstáculos hasta entonces prácticamente insalvables”, para que “un pasado histórico común y un futuro compartido, fueran ingredientes fundamentales para la reafirmación de la conciencia y la consolidación del territorio nacional”.

El porfiriato abarca tres períodos: el primero que servirá para consolidar su régimen hasta la cuarta reelección en 1896; el segundo de esa fecha a 1904 que corresponde a la época en que el llamado grupo “científico” dominó el escenario político y que acarreará la crisis en que entra el régimen; y el tercero, de 1904 a 1910 en que el mandato presidencial se extendió a seis años que culmina con su intento de reelección y la Revolución de 1910-1911.

El proyecto promovido luego de la República Restaurada (basada en el positivismo) se hizo realidad. El positivismo logró hacer que en México hubiera un renacimiento del estudio de la historia nacional, como un elemento que afianzó a Díaz en el poder y contribuyó a la unidad nacional. En el estudio de esta rama sobresalieron Guillermo Prieto y Vicente Riva Palacio.

Fue entonces cuando se fundaron institutos, bibliotecas, sociedades científicas y asociaciones culturales. De igual manera, el arte popular buscó en la cultura de México un elemento para plasmar sus composiciones y expresarse, y así se lograron muestras del arte mexicano que fueron exhibidas en el mundo entero. Se abría paso libre a la dictadura.

La paz que se impuso durante el gobierno de Porfirio Díaz permitió el desarrollo de la cultura y la ciencia en México, dado que desde fines del siglo XVIII la continua inestabilidad política, social y económica impidió que se diera un clima propicio a la ciencia y a la cultura. Sin embargo, durante el Porfiriato floreció la literatura, la pintura, la música y la escultura.

El presidente Porfirio Díaz contrae matrimonio en 1881 con Carmen Romero Rubio, (hija de don Manuel Romero Rubio, jefe entonces del más poderoso grupo político) proveniente de las familias con mayor abolengo en la alta sociedad mexicana. Hasta ese año, -según los relatos de la época-, Díaz pese a contar con una ideología sólida -el liberalismo- actuaba con todos los rasgos de un militar formado en los campos de batalla y su esposa Carmen se dedicó a formarlo dentro de la sociedad mexicana. Le enseñó el idioma inglés, y nociones de idioma francés, los modales de la alta sociedad, la forma expresarse, el vocabulario adecuado para cada situación. Su fisonomía, en efecto, había cambiado, y comenzó (junto con el gran poder acumulado) a ser llamado “don Porfirio”. La dictadura quedaría así justificada.

En la segunda administración de Porfirio Díaz iniciada en 1884 se originó la Guerra de Yaqui (1885) en la que los habitantes de la región lucharon por mantenerse independientes del gobierno del centro; y, se reformó la constitución para permitir que fuera aceptada la reelección del Presidente, primero por un periodo, para después permitirla de manera indefinida.

Los Gobiernos de Díaz a partir 1888

Durante el tercer periodo presidencial (1888-1892), Díaz consolidó su poder con base a los éxitos alcanzados en el segundo: la conservación de la paz (paz del sepulcro, decían sus opositores) y la conquista de prosperidad, sin embargo, en los últimos años de ese cuatrienio la popularidad del presidente se vio amenazada por una crisis financiera que puso en peligro la tan ponderada prosperidad: la pérdida general de las cosechas ocasionadas por las terribles sequías y la depreciación de la plata en los mercados mundiales.

Hasta 1890 la presencia de grandes compañías extranjeras dotadas de maquinaria y técnicas de producción y administración modernas le dieron un vigoroso impulso a la industria.

Como consecuencia de los anteriores, el cuarto periodo de Porfirio Díaz (1892-96) se inició en condiciones de crisis que afectaba directamente a lo social y repercutía en el ámbito político. En 1893 José Ives Limantour se hizo cargo de la Secretaría de Hacienda y logró superar la crisis, circunstancias que favorecieron la reelección de Porfirio Díaz para su quinto periodo presidencial (1896-1900).

En 1898 Limantour se propuso regular el sistema de concesiones a Ferrocarriles y al año siguiente fue promulgada la Ley General de Ferrocarriles.

En su sexto periodo de gobierno (1900-1904), Porfirio Díaz manifestó su apoyo al Secretario de Hacienda José Ives Limantour para sucederlo en la presidencia, al mismo tiempo que alentaba las aspiraciones del Secretario de Guerra Bernardo Reyes con la misma finalidad. Sin embargo, la rivalidad que se generó entre ambos fue tan escandalosa y el desprestigio que se causaron tan grave, que sus ambiciones políticas los afectó y justificó la permanencia de Porfirio Díaz.

En este periodo se intensificaron los conflictos políticos a causa de la obstinada permanencia de Díaz en el poder. También ocurrieron los más graves conflictos sociales debido al alto costo que el régimen tenía que pagar al haber la justicia social en aras del progreso material.

Las dificultades que empezaron a ser visibles y la avanzada edad del dictador permitió a los diferentes grupos políticos se conciliaran con el fin de preparar una nueva reelección y propusieron la creación de la Vicepresidencia y la ampliación del periodo de gobierno que permitiría el triunfo de la formula Porfirio Díaz, Ramón Corral para dirigir al país en el sexenio 1904-10.

Limantour organizaría también el sistema bancario mediante la Ley General de Instituciones de Crédito de 1896 que será reformada en 1908 y que obligaba a no prestar a “una sola persona física o moral más del 10% del capital pagado” y la ley de Comercio que establecía las bases para la reglamentación de la emisión.

El 1 de abril de 1907 se forma la comisión encargada de los festejos del Centenario. El trabajo ideológico se debe en gran parte a Justo Sierra y a Vicente Riva Palacio en el ámbito de su intelectualidad: la historia nacional el primero y sobre las lecciones de civismo el segundo.

Para 1910 el régimen de don Porfirio Díaz había logrado importantes avances en comunicaciones, telégrafos, líneas férreas, así como en la nacionalización de ferrocarriles y la banca. Bajo la inspiración positivista hay un importante desarrollo en las letras, artes y cultura. Así, por decreto del presidente Díaz del 26 de mayo de 1910, a iniciativa de don Justo Sierra, se creaba la Universidad Nacional de México (hoy UNAM), la cual inició sus labores el 22 de septiembre de 1910.

Empero los avances logrados durante el porfiriato habían sido acompañados por la represión brutal; los movimientos políticos, obreros y campesinos fueron bañados en sangre, de tal suerte que lo reconocerá en la célebre “Entrevista Díaz-Creelman” realizada en 1908 y donde además anuncia que no se presentará nuevamente como candidato en (1910) las elecciones, pues para entonces tendría ochenta años, lo cual incumpliría.

Don Francisco I. Madero, que había sido apresado para evitar que fuera candidato contendiente, logra escapar de prisión y publicar el Plan de San Luis Potosí llamando a las armas para el día 20 de noviembre de 1910, iniciándose la primera etapa épica que durara hasta la derrota del ejército de la dictadura en Ciudad Juárez el 10 de mayo de 1911, lo que llevó a la Renuncia de don Porfirio Díaz a la Presidencia de la República el 25 del mismo mes y a su exilio en Francia donde murió el 2 de julio de 1915.

 

Autor: Raúl Espinosa Gamboa. Cancún, Quintana Roo, México.

raesgam@yahoo.com.mx

 

 

 

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