HOMENAJE A NUESTRA COMPAÑERA ÉRICA PINTO EJEMPLO DE TENACIDAD, AMOR Y SUPERACIÓN

 

Con respeto y admiración a la memoria de nuestra compañera Érica Pinto, fallecida el 21 de junio de este año.

 

Palabras escritas por Érica en un correo que envió a la lista de Esperanza Ciegos el 25 de abril del 2006, contando su historia:

 

“¡Hola!

“Les voy a contar otra historia:

“En el año 1994 a finales de Octubre una secretaria de 40 años que trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas en Chile se cayó a la entrada de su trabajo, se golpeó con una puerta de fierro en la cabeza y tuvo desprendimiento de retina en ambos ojos.

“Pero no se fue para la casa cuando ocurrió el accidente, estuvo dos meses con licencia médica y esa la aprovechó para ir a aprender braille y a usar el bastón para volver a trabajar luego donde mismo (teniendo en contra a todos sus compañeros que le decían que jubilara y que se fuera a su casa).

“Consiguió quedarse en una oficina donde la jefa le dio la oportunidad de demostrar que si podía seguir trabajando, le dejaron un escritorio con varios teléfonos para que los respondiera, pero a ella eso no le gustaba por que siempre hizo muchas otras cosas mas que contestar un teléfono.

“Se consiguió por allí una máquina eléctrica que estaba por ahí abandonada en un rincón por que eran los tiempos en que comenzaron a llegar los computadores a las oficinas públicas, de a poco comenzó a hacer oficios, cartas y otros documentos que la jefa de esa oficina le pedía hiciera.

“Pero ella no se quedó allí, como antes (cuando veía) había usado el computador pidió si le podían dar uno para su uso, ahí se dio cuenta que no era fácil usarlo por que no podía ver lo que aparecía en pantalla y ¡además sin mousse!

“Entonces buscó un instituto donde hubo un joven profesor que se esmeró en enseñarle a usar el teclado y a que se aprendiera de memoria el menú del word (archivo, edición, ver, insertar, etc. etc. y los menús que se desplegaban hacia abajo, dio el examen en ese instituto (que lo pusieron muy pesado) y sacó el título de operador de computadores (un poco mas que nivel de usuario).

“Luego de eso supo por ahí que existía un software que se llamaba Tiflowin 95 y que ayudaba mucho a saber lo que había en pantalla sin memorizar tantas cosas, así pudo asistir a cursos que impartía en forma interna el Ministerio sobre Excel, algo de Powerpoint y otras cosillas.

“Hasta que un día se enteró que existía un programa llamado Jaws que hacía maravillas, consiguió que se lo compraran aprovechando que la habían elegido la mejor funcionaria de la Región (el país se divide territorialmente en 13 Regiones).

“Se lo compraron y con el sí podía hacer muchas mas cosas que con el software anterior.

“Y se le metió en la cabeza estudiar en la Universidad, pero no una carrera tradicional para las personas ciegas (Derecho, Filosofía o Pedagogía) a ella le gustaba Ingeniería en Administración (matemáticas y mas matemáticas).

“La sufrió como nunca, pero pasó cada año con buenas notas llegando a ganarse la beca "Presidente de la República" que le dan a los trabajadores-estudiantes de mejor rendimiento.

“En el mes de Junio del año pasado (Día del Ministerio de Obras Públicas) el Ministro de la cartera le entregó el premio al "Mejor trabajador del Ministerio en el país" y en Diciembre terminó la carrera que eligió.

“Ahora estoy haciendo la tesis para titularme este año.

“¿Les gustó? es que por estos lados de América también podemos.

“Un abrazo a todos.

“Érica.”

 

Palabras de Érica enviadas a la lista de Esperanza Ciegos el mismo día, contestando a alguien que la felicita por el correo anterior:

 

“¡Muchas gracias! pero no lo hice con el fin de vanagloriarme, sino con la intención de que alguna vez cambiemos la idea esa del ¡pobrecito ciego! del ¡es que no puedo por que no tengo quien me ayude!

“Nosotros somos los llamados a cambiar la forma en que los demás nos ven, especialmente los medios de comunicación que solo muestran al ciego sin trabajo pidiendo limosna, pero no se interesan en muchos (y conozco varios casos) de profesionales ciegos que tienen una carrera brillante, pero a ellos no los muestran por que "no vende" y además debemos de fortalecer las instituciones de y para ciegos, no crear muchas pequeñitas y pensar en formar una grande en cada país, ¿como saben si así logramos una ONCE en algún país de América Latina y no esperamos a que alguien conocido vaya a España o que nos envíen desde allá algún material tiflotécnico? es un sueño que podemos convertir en realidad ¿no crees?.

“Un abrazo

“Érica”.

 

Recordando a Érica

 

Por: Paco Suárez

 

Se que una de las cosas que mi querida Érica defendía, era la unión de organizaciones para ciegos, para tener mucha más fuerza, y también estaba convencida de que América Latina si se lo propone, puede tener el material adaptado suficiente como para que los ciegos latino americanos puedan estar en igualdad de condiciones que los estadounidenses o europeos.

 

Sobre la vida de Érica:

 

En 1981 decide comenzar a trabajar en un empleo reducido, en el Ministerio de Obras Públicas chileno en la quinta región, (Valparaíso) como secretaria.

A base de tesón y coraje, se va haciendo con un crédito que la lleva en pocos años a ser secretaria de dirección.

En 1994 y al acudir a su trabajo como cada día, tiene una caída, que su cabeza se golpea con una puerta de hierro, pero como también se había dañado las rodillas, no hace mucho caso del accidente, y continúa trabajando, pero comienza por la tarde a tener dolores de cabeza y a ver con alguna dificultad, lo que hace que pasados unos días acuda al médico, quien le indica que tiene un derrame en la retina, que es necesario operar. Ahí es cuando se entera que tiene además el síndrome de Marfan, que hasta ahí desconocía.

Una vez superada la intervención quirúrgica, se incorpora a finales de Diciembre a su trabajo, pese a que veía muy poco y aún estaba medicándose para controlar el derrame de retina, cuando el día 4 de Enero de 1995, se encuentra con un fuerte dolor abdominal, que pasadas unas horas la obligan a acudir con carácter de urgencia a un hospital, como no se encuentra bien cuando le dicen que al día siguiente vaya a hacerse unas pruebas, va a un cardiólogo particular, quien tras hacerle las pruebas oportunas le indica que tiene una disección ahórtica, y que es urgente la intervención quirúrgica. Le incorporan una válvula, (que era la primera que se implantaba en Chile) pero tras permanecer 15 días en la unidad de cuidados intensivos, supera el problema, y continúa adelante contra todos los pronósticos, eso sí, como quiera que tenía que tomar anticoagulantes, perdió la vista definitivamente.

Cuando intenta reincorporarse a su trabajo, le indican que debería jubilar, cosa a la que ella se niega, pero ante que no le daban tarea que realizar, decide visitar al Ministro de Obras Públicas Don Ricardo Lagos, que años después se convertiría en presidente de la nación, quien le indica que por su parte no hay ningún inconveniente, que ella misma fuera valorando con el paso del tiempo, si podía llevar a cabo su trabajo, y que si no fuera así, que la jubilación anticipada siempre la iba a tener.

Unos años más tarde y después de haber hecho rehabilitación, para poder desenvolverse mejor, decide afianzar su puesto de trabajo estudiando una carrera, elige gestión y administración de Empresas, que logró finalizar el pasado mes de Diciembre, estaba sólo pendiente de dar la tesis que ya había presentado.

Ayudándose de las tecnologías adaptadas que le fueron posibles, logró realizar su trabajo con muy buena disposición y con resultados francamente extraordinarios.

En 2003 es elegida como la mejor funcionaria de la quinta región, que era un reconocimiento a su trabajo, pero en 2005, recibía el galardón de la mejor funcionaria de Chile, que fue la culminación del reconocimiento a su buen trabajo, la entrega de este galardón tuvo lugar el 21 de Junio de 2005 en el Ministerio en Santiago.

Nunca pudo pensar que justo un año después el 21 de Junio de 2006 sería el día de su partida al más allá.

Ejemplo de dedicación a los demás, siempre estaba dispuesta a colaborar con otros ciegos para ayudarles a salir adelante.

El escrito que su primer jefe le dedicó en el funeral, lo pego a continuación, pues desde 1989 dejó de ser jefe suyo, pese a lo que siguieron manteniendo una buena relación de amistad:

Escrito de Don Carlos Descalzi, que él mismo leyó

“Érica - Querida Érica:

“Quién iba a pensar por allá a comienzos de los años 80 que esta flaquita, en aquellos tiempos muy alta (hoy debemos decir muy grande) que ingresó a Vialidad a través del Plan del Empleo Mínimo, PEM, en tiempos difíciles para nuestro país, llegaría tan alto y nos daría tantas lecciones de vida, de sufrimiento, de fuerza de voluntad, de superación, de eficiencia, de afecto y de lealtad a toda prueba.

“Fue asumiendo responsabilidades de mayor jerarquía como secretaria ejecutiva, alcanzando el cargo de secretaria del Director Regional de Vialidad y posteriormente del Secretario Regional Ministerial de Obras Públicas de nuestra región, pese a que ya sufría de pérdida de visión. Tuvo la gentileza de soportarme y siempre le estaré agradecido por ello.

“Posteriormente siguió colaborando con distintas Unidades del Servicio y a medida que su ceguera aumentaba, no perdió nunca la alegría de vivir, la alegría por su trabajo y para poder mantener su ya asumida eficiencia, se fue apoyando en sistemas que el avance tecnológico le fue ofreciendo.

“Se sobrepuso a una delicadísima operación al corazón con la misma fe, fuerza de voluntad y espíritu de superación, y por si fuera poco, optó por seguir la carrera de Ingeniería en Ejecución en Administración de Empresas, con mención en Administración Pública, que estaba a punto de culminar con pleno éxito, al momento de ser llamada por El Señor.

“Recibió reconocimientos de diversas instituciones nacionales e internacionales y dentro del Ministerio, los premios de "Mejor Trabajador" a Nivel Regional y de "Mejor Funcionaria" a Nivel Nacional en el Estamento Administrativo. Un ejemplo para todos.

“Me permito sugerir a las Autoridades que su nombre trascienda a las futuras generaciones a través de un galardón que se instaure para estos efectos.

“Pero no solo sus compañeros de vida la premiaron por ser como era, también la Divina Providencia la bendijo al ponerle en su camino a Francisco Suárez (Paco), con quien tenían planeada una nueva vida plena de la felicidad que ambos se merecían, y según me comentó hace poco, pensaban compartirla entre Barcelona y Viña del Mar.

“Érica querida, descansa en paz y ruega por nosotros en el cielo, El Señor te mandó llamar el mismo día del Aniversario de la Institución a la que le diste lo mejor de tu vida y de ti, y pese a los complejos momentos que estamos viviendo, queremos decirte que no fue en vano, y que tu ejemplo y tu espíritu nos seguirá acompañando.

“No soy quién para expresar ni comprender el dolor que deben sentir la señora Gladis, sus hijos y sus familiares. Solo puedo expresarles nuestras sinceras y profundas condolencias y decirles con toda humildad y afecto que deben estar muy contentos de haber tenido a Érica en sus vidas, de haberla cuidado y querido tanto, y nosotros estar agradecidos que nos la hayan prestado un poquito.

“Tal vez debamos lamentar no haberle retribuido adecuadamente todo el cariño que nos dio. Pero Érica, El Señor ya te está premiando por ello.

“Y a Paco, que decirle a Paco, solo me atrevo a repetir unas palabras de la Biblia: El Señor te la dio, El Señor te la quitó, Bendito sea el nombre del Señor”.

Valparaíso, Jueves 22 de Junio del 2006.

 

Escrito de Kelva Tarifeño, Asistente social del Ministerio de obras públicas chileno de la quinta región

 

“Yo consideraba a la Érica, una amiga y admiraba su enorme capacidad de sobreponerse a los desafíos que le impuso la vida, tu has podido percibir el enorme cariño y respeto que todos en su trabajo le tenían y lo consternados que todos estamos con lo sucedido.

“Érica, trabajó junto conmigo varios años, fue enviada hacia mi unidad, cuando perdió la visión, ella y todos no teníamos claro como podría desempeñarse, ella podría haber solicitado su jubilación por invalidez, pero, eso, para ella era inaceptable.

“Por esos días, ella estaba muy decepcionada, dolida y se sentía muy incomprendida, pasando por el dolor de aceptar que ya no vería más, solo veía luz y sombra, para después dejar de vislumbrar hasta ese poquito de luz, sintiendo que había perdido su lugar y con la incertidumbre de no saber como podría trabajar.

“Pero, poco a poco, en un corto período de tiempo, fue asumiendo su realidad y comprendió que debía acercarse a una Escuela de no videntes, por esos días yo la acompañaba, investigando y dándonos una idea de qué podían ofrecer las instituciones que existían para que ella se pudiera desenvolver.

“Ya fue un enorme paso que decidiera aprender braile, lo aprendió rápidamente, en un tiempo mucho menor a lo esperado. Y luego, aprendió a usar el bastón, y así nuestra amiga cada día crecía más.

“Pronto las cosas también se fueron transformando en el trabajo, así, ella que en primer momento nos colaboraba sólo en la atención del teléfono, nos ofreció archivar la documentación y para ello marcó todas las carpetas con braille. No conforme con eso, nos pidió marcar algunas letras como referencia en la máquina de escribir, que por ese entonces todas eran manuales y tenazmente comenzó a escribir, hasta lograr resultados perfectos, tanto en la escritura como en los márgenes, contaba pacientemente los espacios. Con orgullo, nosotros enviábamos la trascripción que ella hacía de la documentación oficial a nuestros jefes superiores con sus iniciales.

“pero, luego solicitó una maquina de escribir eléctrica, un compañero de oficina, se la llevó y en poco tiempo ya había logrado con éxito transcribir todo cuanto era necesario y se convirtió en una más del equipo trabajando en las mismas condiciones, con la eficiencia de siempre, que la había destacado y que le había valido ocupar lugares de mucha responsabilidad con los jefes de mayor jerarquía en la región. (Carlos Descalzi, uno de ellos).

“Pero, no todo era trabajo, tenía un tremendo sentido del humor, chispeante, derrochando una alegría siempre a flor de piel, sentíamos que éramos todos un equipo y ella parte nuestra.

“Ella era tan independiente, que a veces yo olvidaba su discapacidad. No solo en una sino en varias oportunidades, alguna persona que vino a nuestra unidad, y no se dio cuenta de su discapacidad por la naturalidad con que realizaba las cosas, la veían escribir tranquilamente, desplazarse sin problemas, segura de si misma, que no daban crédito cuando alguien se los decía, ella se reía de buena gana cuando se lo contaban.

“Nosotros tenemos un periódico, que es de circulación nacional dentro del Ministerio, y se dedicó media página destacando sus virtudes y habilidades, hubo éste y otros actos en los cuales se reconocieron sus méritos. Pronto, ya era de conocimiento de todos el buen desempeño de Érica y Vialidad la llamó nuevamente, la necesitaba, nosotros aunque por un lado no queríamos que se fuera, por otro lado, estábamos contentos porque había logrado recuperar su lugar y ella estaba feliz.

“Y bueno aún no era suficiente, empezaron a llegar los computadores y Érica se planteó un nuevo desafío, ella, se costeó clases de computación y aprendió a usar el teclado y los menús de memoria, por esos tiempos poco se sabía de los avances que en este campo había para los no videntes, pero, investigó y luego fue consiguiendo estos avances hasta estar dominando absolutamente esta área, como tú ya la conociste, fue un largo recorrido, no exento de dificultades, pero, ella, nunca se doblegó, nada era imposible, no había adversidad, ella se forjó su andar con ese enorme espíritu de superación, esa grandeza y gran inteligencia.

“Fuimos privilegiados al conocerla y existe consenso en todos nosotros que nos dejó un ejemplo de vida y valor excepcional.

“Yo quería contarte mi historia, por eso aún cuando me demoré un poco, quería darte esta vivencia, que no logra expresar en tan poco tiempo y espacio, tantos momentos compartidos con Érica y que aún hoy no logro creer que ya no esté con nosotros. Pero, en está pequeña conversación esta presente y siempre lo estará con nosotros.

“Yo, también espero, tener la oportunidad de encontrarte cuando vuelvas en Noviembre, eras la persona más importante para Érica, ella quería compartir contigo su vida y estar a tu lado para siempre y serás para siempre un apreciado amigo por ello.”

 

Autor: Paco Suárez

Barcelona, España.

pacosuhe@telefonica.net

 

 

 

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