ENTREVISTA A MARÍA FERNANDA BALBOA ÁLVAREZ

 

 

Corría el año 2000 y la Casa de la Cultura de Cancún había convocado a la comunidad a asistir al Taller de Lengua Maya, y en esa oportunidad, el que esto escribe, se inscribió para cursar esta enseñanza, que lamentablemente, por falta de tiempo no me fue posible lograr en tal momento.

Entre los que participaron en aquel taller destacaba la figura infantil (de 9 años) de María Fernanda Balboa Álvarez, que asistió con gran interés, convirtiéndose en los años siguientes en dignísima promotora de la Lengua Maya.

Hoy con sus recién cumplidos 15 años, Fernandita ha acumulado una enorme cultura, pues además de hablar otros idiomas ha representado a nuestro país en distintos eventos de lenguas maternas, teniendo la maya como su lengua materna; es, además, excelente conocedora de otras ramas de la cultura, la música y el arte.

Hablando con expertos en la enseñanza de la lengua maya, nos han dicho que “el dominio de Fernandita es agraciado” y en algunos eventos recientes realizados en Rumanía y Colombia ha sido foco de atracción ante los promotores de lenguas Maternas.

La entrevista que anexamos a continuación expresa con claridad las ideas de Fernandita, sus motivos por lo que le interesa la lengua maya y la importancia de la misma...

Le invitamos a leerla con atención y que sea usted también difusor del idioma de los mayas.

Raúl Espinosa Gamboa,

Casa de la Cultura de Cancún.

 

 

Entrevista a María Fernanda Balboa Álvarez

(1991)

Entrevista

 

María Fernanda estudia el tercer año de secundaria en el Centro Escolar Balam. Al revisar sus evaluaciones anuales, a su paso por la enseñanza básica, muestra que ha sido una estudiante con excelentes calificaciones. La S E y C de Quintana Roo, la mantuvo becada en reconocimiento a su excelencia en el aprendizaje. Ha sido y es una estudiante con alto rendimiento. Por sus trabajos literarios, recientemente escritos e inéditos, es una novel poetisa que puede convertirse en una escritora que trascienda en la literatura local y nacional. Autora del relato oral: Cancún, lugar de los cuatro conjuros, texto que, entre otros relatos y leyendas peninsulares, se refiere a los orígenes de este centro vacacional cosmopolita.

 

P: ¿Cómo te interesas en la cultura de los mayas?

 

-Cuando acudí a la escuela, en el Centro Escolar “Balam”, mis maestros, sobre todo mi maestra de 2º. Año de primaria: Lilia Domínguez, me infundieron amor por esta tierra, que la he adoptado como propia; y, para sentirla más cerca de mi corazón, desde los ocho años estoy aprendiendo a hablar y escribir su lengua originaria, a través de cursos que se imparten en la Casa de la Cultura de Cancún. De ahí que, cuando voy a los pueblos de Quintana Roo, de Yucatán o de Campeche, practico el aprendizaje de la lengua maya con los hablantes de las comunidades.

 

-Es más, cuando tenía ocho años, participé en el Segundo Encuentro Continental de Escritores en Lenguas Indígenas y Afrocaribeñas de América. En esa ocasión inolvidable, conviví con escritores hablantes de lenguas indígenas de América; además, me quedó claro que el idioma, sea cual fuere, es la casa del alma de un pueblo. Sí éstas se olvidan o se siente vergüenza por ellas, entonces, tal vez sólo la encontremos como meras referencias bibliográficas de un brillante pasado que se nos fue, sin que nos demos cuenta. Gracias a esa participación, pude conocer a Miguel León Portilla y Carlos Lenkersdorf, personas a quienes considero como los mejores expositores en asuntos relacionados con su lengua y literatura indígena de México. El Encuentro Continental de Escritores en Lenguas Indígenas, que se llevó a cabo en el año 2000, para mí, fue una experiencia que ojalá se repitiera, ya que, sin ser maya, empecé a valorar la historia de mi país, enriquecida por sus lenguas nativas a través de la literatura contemporánea que se empieza a registrar.

 

P ¿Cuál ha sido el impacto de la cultura y literatura maya en tu vida de niña y adolescente?

 

-A partir de mi incursión en el estudio y aprendizaje de la cultura y la lengua maya, fui comprendiendo con el tiempo, que la cultura de nuestros pueblos indios nos abre puertas al universo de otras culturas del mundo. La cultura y las artes del pueblo maya, mi cultura adoptiva, me ha abierto puertas a otros destinos del espíritu del hombre; pues no contenta con aprender su lengua, ahora, asesorada por un especialista, traduzco al inglés y al francés poesía y narrativa de esa cultura; también, estoy aprendiendo a escribir poesía. Bueno, lo hago con lentitud y comedimiento, porque sé que me falta aprender más de sus técnicas. No sé, si con el tiempo acabe estudiando literatura, pero, estar junto a la poesía, me ha servido para encontrar momentos de alegría y felicidad. La literatura, local o universal, escrita en cualquier género, es una semilla cuyo destino es el alma de los hombres. A mí, que soy lectora desde muy temprana edad, los libros son amigos que nos regala la eternidad. Afortunadamente, en cuanto a la lectura y a la escritura de la lengua maya, no he estado sola. Me apoyan mi madre y mi hermana Ana Sofía. Ellas son las primeras lectoras de mis trabajos literarios. Desde luego, recibo el apoyo de mis maestras de la secundaria del “Centro Escolar Balam”; pero, sobre todo, gracias al apoyo que me facilita la Casa de la Cultura de Cancún que, entre sus cursos y talleres, hay uno dedicado a la enseñanza de la lengua maya.

 

-Hoy, después de escribir mis primeros pininos poéticos, he comprendido que la escritura de la poesía nos aleja de la soledad. Me digo, cada vez que empiezo a escribir, que el mundo de las letras son una grata compañía del hombre; porque, hay poesía en todo, si uno está dispuesto a ver y sentir al mundo en todo su esplendor. El viento algo nos dice; el color de las flores y los frutos de los árboles, también nos gritan sus alegrías o tristezas… en fin, yo creo que hay poesía en todo. Creo que, lo que a veces nos hace falta es un poco sensibilidad para acercarnos a su lenguaje.

 

P ¿Cómo practicas la lengua maya?

 

-Para mi la lengua maya no es una simple práctica o el aprendizaje de una lengua. Yo la vivo. Es parte inseparable de mi cultura adoptiva. Vive conmigo. Y como dicen: la cultura y la lengua maya: “llegó a mi para quedarse en mi alma. Recuerdo que       hace unos años, Guadalupe Quintana Pali me invitó a participar en la inauguración de la Feria Artesanal que anualmente realiza La Casa del Arte Popular Mexicano. Esa vez, a nombre de sus organizadores, ofrecí la bienvenida en lengua maya a las bordadoras y tejedoras de hamaca que venían de los pueblos de Quintana Roo. Como la gente que habla maya me entendió, me di cuenta que no iba tan mal en mis clases.

 

         -El año pasado participé en la 9ª edición del Festival Internacional de Poesía “Curtea de Arges, Noches de Poesía”, a realizarse en Rumania, mandé mis poemas y me llegó la invitación para participar en su programa de actividades; pero no sólo eso, sino me invitaron a que leyera la traducción en inglés de los poemas que escritores latinos que fueron invitados y leyeron en español. A final de ese importante festival, los organizadores me otorgaron, entre otros premios, un reconocimiento a mi participación. El Jurado Calificador estuvo integrado por los poetas rumanos Aurel Rau, Dumitru M. Ion y Carolina Ilica.

 

 -Este año asistí al XVI Festival Internacional de Poesía en Medellín, Colombia, el más grande de América por el número de poetas que concurren. En dicho evento participé con lecturas trilingües (maya-español-inglés), así como fui invitada a participar en un Curso sobre la Literatura Maya de Quintana Roo, destacando la importante labor de los escritores mayas de nuestro estado, entre ellos, Javier Gómez Navarrete, Wildernaín Villegas, Juan Francisco Salazar, Gaspar Maglaj, Martiniano Pérez Ángulo y Jorge Miguel Cocom Pech.

 

         P ¿Qué otras actividades culturales practicas?

        

-Bueno, tomo clases particulares de violín y leo mucho. Juego futbol y me gusta la natación. En mi escuela, que tiene el reconocimiento de la UNESCO, realizamos prácticas agrícolas relacionadas con la tradición de la cultura maya. Sembramos y cuidamos plantas que luego nos sirven en ceremonias que, como el Janal Pixán, aún son tradiciones que siguen practicando en nuestra península de Yucatán.

 

         P ¿Qué escritores admiras?

 

         -Desde luego, a Juan Rulfo, Jaime Sabines, Octavio Paz, B. Travén; Mario Benedetti, Miguel Ángel Asturias, Jorge Luís Borges y Gabriel García Márquez; y, desde luego, los de casa. Por ejemplo leo lo que escriben Javier España Novelo, Ramón Iván Suárez Caamal, Juan José Morales, Bettina Cetto, Elvira Aguilar, Agustín Labrada, Norma Quintana, Carlos Torre, Karina Miach, entre otros.

 

 P. Por último, ¿Cómo cambió tu vida a raíz de que empiezas con tus clases de Maya en la Casa de la Cultura en Cancún?

 

          Conocer la cultura y el idioma maya te transforma. Y, verdaderamente sientes esa transformación, no sólo porque es una de las culturas más importantes de México y de América, debido a sus atractivos arqueológicos, -situados frente al mar o en la espesura de la selva-, sino que, más allá de nuestras fronteras, trasciende por el relevante legado astronómico, arquitectónico, matemático y literario del que nosotros somos sus herederos.

La palabra maya es un término cargado de magia y de seducción. A mí, personalmente, después de iniciarme en el conocimiento de su lengua y de su literatura, -tanto la escrita ayer como la de hoy-, me ha hecho querer más a nuestra tierra; porque, he de reconocer, que tú puedes vivir en cualquier parte de México o del mundo, pero si no sientes cariño por la tierra en donde vives, entonces sólo eres uno más de los que la habitan. De ahí que, para seguir amando a Cancún o a Quintana Roo, no basta con vivir en su territorio, sino hay que conocer la entraña de su historia, de sus costumbres y otros aspectos de su cultura milenaria, orgullo y sello de nuestra identidad nacional.

Por eso es muy importante que se mantenga el Curso de Lengua Maya en la Casa de la Cultura de Cancún, pues la considero una herramienta para el rescate y la preservación, no sólo de nuestra lengua, sino del alma de los mayas que se resisten a morir, pese a la amenaza y al acoso de otros sistemas de dominación.

 

Por: Raúl Espinosa Gamboa.

Cancún, Quintana Roo, México.

raesgam@yahoo.com.mx

 

 

 

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