Sin temor a equivocarme es la pregunta
repetida
Que muchos nos cuestionamos, por
instantes en la vida
¿en qué momento se escapan de las manos
las caricias
de las fechas recordadas, las enormes
alegrías?
¿porqué se rompen promesas o lo bueno
nunca dura
y en cambio sí se conservan los
reproches y las culpas?
¿En qué momento tropieza de un solo
golpe la suerte
que nos anima y eleva, o nos hunde y
enloquece?
¿Por qué aunque no lo parezca el destino
es injusto a veces
cuando a alguien que tanto amamos le
llega tan pronto la muerte?
La lista es interminable; las respuestas
nada exactas
y las preguntas variables, con
incógnitas guardadas
es un acertijo extraño, un enigma, no se capta;
ni un análisis profundo podría explicar
sus causas.
Pues no hay tiempo para esto; y solo con
los suspiros,
se dibujan en la mente estos recuerdos
vividos
y pensamos: ¿a qué horas tal momento ha
sucedido?
¿Por qué no lo disfrutamos,
aprovechamos, compartimos?
Pero la cruel realidad, nos muestra su otra cara
sin haberlo asimilado, no nos permite
hacer nada
dice que el tiempo ahora sigue con su
paso inexorable,
que lo que no hicimos antes, ya es
difícil ¡es muy tarde!
Y yo leí en algún momento, que el tiempo
parece un banco
cada día hay una cuenta, donde no
acumulan saldos
por eso atesora en tu tiempo los
momentos que a ti valgan,
para que no hayan lamentos albergados en
tu alma.
Aplica todo lo bueno y haz gala en tus
enseñanzas,
plasmando en bellos momentos, tus hechos
y tus palabras.
Autora: andre. Bogotá, Colombia.