EL SUEÑO
Las penumbras azotan al mundo, pero yo
no me preocupo; sólo espero a que mis ojos se acostumbren a ellas.
Sumergido en mis pensamientos aguardo
viendo la inmensidad del universo.
De pronto, me preparo para cazar, como un
león a su presa, pero lo olvidaba, esta vez tengo que ser gentil con aquel
anciano para que me alimente.
Alcanzo a distinguir que un ser de
sombras se mueve hacia mí; espero en silencio, trato de no hacer notoria mi
presencia, pero es muy tarde, aquel individuo me ha visto y se prepara para
pelear. La agresividad de aquel ser me deja petrificado, pero trato de huir y
lo logro.
Con desesperación llego a mi casa
tratando de entender lo que había pasado, pero no logro hallarle explicación
porque nunca vi el rostro de ese ser.
Espero el amanecer hasta que el sueño me
vence.
Los primeros rayos del sol me hacen
pensar que todo fue un sueño.
Autora: Montserrat Barrera, Cuernavaca,
Morelos. México.