Ojalá en el mundo hubiera
más virtudes que defectos;
personas prudentes y sabias,
que guardaran los secretos
seres humanos amables,
bondadosos y sinceros
que alejaran las envidias,
los rencores y los celos.
Que brindaran compañía;
consuelo en tristes momentos
se mantuvieran sencillas,
y con espíritu abierto
que no existan apariencias
ni mentiras ni pretextos;
que con pequeños detalles,
se demuestre un gran afecto
Que el optimismo sea fuerte,
y aniquile el desespero;
que la fe nunca nos falte
para lograr nuestros sueños
que el respeto y la confianza,
vayan siempre de la mano
que al dar y pedir perdón,
no pensemos que es en vano.
Que la ternura fluyera,
a través de los abrazos
y el entendimiento fuera,
nuestro mandamiento eterno;
que nadie se resistiera,
a dar un humilde consejo;
que hubiera fidelidad,
y los mejores sentimientos.
Pero que al sumar todo esto,
obtuviéramos el amor;
que es el tesoro más grande,
el sentimiento mayor
y entonces de esta manera,
veríamos un mundo ideal
lleno de paz y armonía,
por toda la eternidad.
Autora: andre. Bogotá,
Colombia.