EDITORIAL.

 

Con este número la Revista Esperanza está cumpliendo dos años de publicarse, hoy aparecemos con la misma emoción que el primer día, pero ahora somos conscientes de  que es mucho más difícil sostenerse que comenzar, y aunque sabemos que se ha incrementado el número de lectores que nos consultan en Internet, y que el número de subscriptores ha crecido, sigue siendo una gran responsabilidad mantener una línea y una calidad en nuestro contenido, existen, afortunadamente, muchas publicaciones pensadas para ciegos y deficientes visuales en idioma español, tanto en el continente americano como en el europeo, muchas de ellas especializadas en aspectos técnicos o científicos, o bien que tratan asuntos exclusivos de los privados de la vista, la orientación de nuestra publicación es humanista e integradora, porque sabemos  que antes que ciegos o deficientes visuales somos seres humanos inmersos en la sociedad, saludamos a las publicaciones hermanas y admiramos su encomiable labor, saludamos también a todas las organizaciones de ciegos y deficientes visuales de nuestro país y les reiteramos que nuestra publicación es un foro abierto en donde pueden expresar sus inquietudes, debatir ideas    o  publicar sus manifestaciones artísticas.

Varios cambios se han dado  en la Revista  Esperanza desde su aparición: se amplió su horizonte de proyección, dejamos un peligroso enfoque nacionalista y comprendimos que la comunidad de ciegos y deficientes visuales es universal, como universal es también el contenido de nuestros números, porque el número de entusiastas y desinteresados colaboradores ha crecido, tenemos participantes de varios países.

El grupo Esperanza también cuenta con un mayor número de participantes que constituyen una cálida familia  cibernética, que ha visto estrechar  las relaciones entre sus miembros gracias a nuestra lista de correos Esperanza_ciegos, que ha sido semillero de colaboradores de esta publicación.

Por lo antedicho es un placer introducir a nuestros amables lectores a nuestro número de aniversario, deseando que disfruten su lectura.

Bulmaro Landa Quezada.

 

 

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