EDITORIAL.

Investigando sobre cual es la situación de los ciegos y débiles visuales en Mnèxico me encontré con desagradables realidades, para comenzar las estadìsticas oficiales nos ignoran, ya que se desconoce cual es él numero de personas con esta problemàtica en nuestro país, y si no figuramos estadísticamente, y si nuestro gobierno no lo sabe nada hará por nosotros, tampoco lo harán instituciones privadas, pero lo mas grave del caso nosotros no haremos nada por nosotros mismos. La población del país es alrededor de cien millones de personas y cálculos conservadores estiman un numero de ciegos totales de diez millones y la cifra de débiles visuales el triple, de estos últimos muchos se convierten en ciegos cada día; se esperaría entonces, que existieran instituciones oficiales o privadas para la atención de esta población, pero la decepcionante realidad es que no es así, existen en la Ciudad de México dos escuelas para ciegos, una para adultos y otra para niños; solo un hospital oftalmológico tiene un departamento de rehabilitación especializada. Puesto que el apoyo gubernamental es mínimo y simbólico seria de esperarse que la comunidad afectada por si misma se organizara, pero históricamente ha sido tan olvidada y discriminada que ha heredado una pasividad impresionante. Así las cosas pretendemos crear conciencia entre los afectados para despertar, organizarse y empezar a crear las condiciones que nos permitan tener una mejor calidad de vida, labor quijotesca pero no imposible, así surge la idea de formar un grupo alimentado con esa esperanza, por eso lo llamamos Grupo Esperanza, que tenga una tribuna en donde expresarse, ahí nació nuestra revista, Revista Esperanza, y fortalecer nuestros lazos de unión con un medio de comunicación por eso creamos una lista de correos llamada Ciegos_ESPERANZA.

Estamos complacidos con la recepción que tuvo el primer numero de nuestra revista y la proyección mas allá de nuestras fronteras, este numero se ve enriquecido con colaboraciones de amigos de España y Argentina, esta respuesta nos alienta para seguir enfrentando el reto que nos propusimos, sabemos que una empresa de esta magnitud no seria posible sin la colaboración de muchas personas, por lo que damos la más cordial bienvenida a cualquier colaboración, critica o discusión, para lo cual ponemos a su disposición el correo electrónico clinfam@prodigy.net.mx.

Bulmaro Landa Quezada.

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