Adolfo
Quinteros,
El historiador don José Valero Silva en su
estudio sobre este aspecto escribió en su tesis “Proceso Moral y Político de la
Independencia de México” en su capitulo “Miguel Hidalgo y Costilla” nos explica
que: “Su triunfo en
Guanajuato llenó de optimismo a los revolucionarios. Pero más tarde, cuando las
pasiones y la sed de venganza tomaron como instrumento eficaz la causa de la
independencia, al momento que iba a tomarse la ciudad de México, Hidalgo se
opuso. Esta conducta desconcertante del héroe quizá se debió a que no quiso
darle oportunidad al pueblo para realizar otra matanza como la había cometido
en Guanajuato, donde no pudo controlarla; además sabía que tanta crueldad
cometida por la insurgencia sólo servía para desprestigiar la causa santa que
él encabezaba. Se ha dicho que si Hidalgo permitió tanta crueldad en Guanajuato
lo mismo pudo haber hecho en la ciudad de México, pero en Guanajuato ni se
imaginó ni pudo evitar esta tragedia; y resulta improbable que, siendo hijo de
españoles, le haya gustado atizar una campaña que, teniendo como ideal la
independencia, casi se le había convertido en una guerra de castas. A partir de
este momento nació la escisión más grave que se dio entre los iniciadores de la
independencia. Al fin, la insurgencia fue comandada por don Ignacio Allende.
Luego, Puente de Calderón fue el escenario del triunfo realista y los
independentistas sufrieron un terrible golpe moral y material”.
“…Hidalgo, pensador distinguido y de ingenio agudo, tuvo el
mérito de haber sido el iniciador de la revolución de independencia de México.
Luchó sin auxilio exterior y contra la costumbre de reconocer a Madrid como la
única fuente de autoridad; muy porfiado, tuvo plena fe en la acción popular y
ello lo decidió a usar la fuerza como medio para ganar la independencia. Hay
que significar que Hidalgo sacrificó con entereza su posición personal de
acaudalado e igualmente su situación religiosa. Él fue uno de los que se opuso
a quienes intentaron ganar la independencia por evolución natural, sin
destruir, y sin derramar sangre; también contribuyó con su propia vida, para
que el pueblo novo hispano tuviera una conciencia del movimiento que él había
iniciado, en una época en que, de acuerdo con la cultura media, sólo podía
percibirlo la gente más culta y que poseía un sentido cívico”.
“A Miguel Hidalgo y Costilla también le corresponde el
mérito de haber sido el iniciador de la lucha antiesclavista (decreto de 6 de
diciembre de 1810) en América. Con este acto legitimó el movimiento
independentista y le dio su verdadero sentido histórico, social y político. Al
desarrollarse en la Nueva España la idea de la emancipación política, no sirvió
la brutalidad ni la muerte para reprimir este derecho legítimo de los pueblos”.
“La retractación del cura de Dolores ha servido para
atacarlo. No obstante, la misma se suaviza con el testimonio de don José de San
Martín, que afirmaba que los gachupines solían utilizar los embustes para dar
mas crédito a su partido. Pero aun admitiendo la nombrada retractación, podemos
concluir esta parte diciendo que no hay hombres perfectos y sin mancha, y que
aún es más difícil hallarlos en el campo de la política. Además no hay que
confundir los actos de la vida privada de los hombres, con su participación en
los hechos históricos, donde casi prescinden en el momento, de sus datos biográficos”
acotó el historiador José Valero.
Casa
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