Donde quiera que estés
Dondequiera que estés,
hay un cirio apagado
que espera tu soplo para expandir su
llama,
hay alguien esperando un gesto tuyo,
voces que sonarán cuando tú hables,
campanas que aguardan el badajo de tu
despertar,
hay alguien que te aguarda donde menos
lo recelas,
macetas que miran sus bordes resecos
y saben que el agua es cosa tuya.
Dondequiera que estés
un corazón sangra por el tuyo,
una cabeza infante aguarda tu caricia,
una memoria ausente pugna por
recordarte.
Dondequiera que estés
el gran ovillo anda hambreando tus dedos
para dejar de serlo,
unos oídos ansiosos confían en que
pronuncies la palabra amor
que inundará de salud y de energía la
faz de lo increado...
Autor: Gabriel Pararrayos.
Tenerife, Islas Canarias, España.