DISFRUTE  DEL  AGUA  SIN  PELIGRO

Por Roberto Sancho Alvarez.

rsancho@ccss.sa.cr

La época de vacaciones y días festivos, son aprovechados por muchas familias para pasear.

La visita a ríos, lagos, piscinas y mares, pueden ser muy divertidas pero si no sabe nadar, prevenga el peligro, adentrarse en el agua le puede costar la vida.

Si aprendió a nadar, no se descuide, la prudencia es buena consejera, lanzarse de cabeza al agua sin antes explorar el lugar, puede depararle un disgusto, una roca, rama o tronco, puede causarle una discapacidad permanente o cobrarle la vida.

 Los más pequeños, prefieren dejar de almorzar a abandonar el agua y lo mismo pasa con algunos adultos y si lo hacen, desean regresar de inmediato pero hay que permanecer fuera por lo menos dos horas luego de ingerir los alimentos para evitar una congestión.

 Después de algunos minutos de compartir con sus hijos en el mar, tal vez desee ir a la sombra pero recuerde que los niños solos, pueden ser arrastrados por una ola que los llevará hacia adentro poniéndolos en grave peligro.

 si a pesar de tomar las precauciones, el menor se está ahogando, grite para pedir ayuda, la presencia de más personas permitirán avanzar con el llamado al equipo entrenado, una unidad dispuesta para conducirlo al centro médico y la posibilidad de un rescate seguro por alguien experto en caso de encontrarse en aguas peligrosas, donde el salva vidas jugará un papel preponderante en el rescate.

 Una vez que retiren al niño del agua, hay que iniciar las maniobras de respiración boca a boca sin darse por vencido, aunque se tarde varios minutos en lograr resultados satisfactorios.

 la reanimación pulmonar y el masaje cardiaco, son conocimientos que todos los responsables de menores debieran conocer para contribuir a salvar la vida de una persona con asfixia por inmersión.

 en los últimos años, muchos turistas fallecieron por viajar en lanchas recargadas y no emplear los chalecos salva vidas, por eso, es mejor esperar para recorrer ése hermoso lago o río que sufrir un fatal accidente.

 Los jóvenes y algunos adultos, se divierten balanceándose en la embarcación sin tomar en cuenta que en ella pueden haber personas con limitaciones físicas o que no saben nadar y en caso de un vuelco, todos correrán serios peligros, si usted es una víctima de ésta imprudencia, trate de volver a la lancha para agarrarse mientras viene la ayuda porque ésta casi no se hundirá.

 Durante el operativo de salvamento, los curiosos se aglomeran alrededor de quienes intentan sacar a las víctimas, pero hay que dejarles todo el espacio posible para sus maniobras y que puedan rescatarlos a la mayor brevedad.

 Recuerde que lo mejor de ir a un paseo familiar, es regresar sanos, salvos y felices a sus hogares.

Fuentes: Benemérita Cruz Roja.

Servicio 911 (Emergencias).

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