FUERA DIETAS IRRESPONSABLES

POR ROBERTO SANCHO ÁLVAREZ

rsancho@ccss.sa.cr

La palabra dieta, evoca en muchas personas la idea de comidas sin sal, sin grasas, y con todas las condiciones para ser feas, como un castigo o necesidad de persona enferma.

La palabra dieta significa lo que se come durante el día, por tanto, todas las personas tienen una dieta y no solo quienes pesan los alimentos comen poco "sancochado", hervido, sin sabor ni color.

Lo importante es alimentarse en forma correcta para disfrutar de una buena salud sin hacer caso a esas "dietas milagrosas", que circulan de boca en boca, que no toman en cuenta las características propias del individuo que presenta sobre peso, obesidad, diabetes, hipertensión, es atleta, sedentario, fumador, con enfermedades hereditarias que requieren atención especializada.

Si alguien le dice que elimine las harinas y le aconseja que no coma arroz, frijoles, papas o yuca, le estará privando de fuentes de nutrientes necesarios, aunque si puede prescindir de harinas ricas en grasas y azúcar como los postres, queques con lustre, orejas, costillas, cuñas y otros productos poco recomendables para alcanzar el estado ideal.

Para la nutricionista, Heidy Castro, los jóvenes que siguen los modelos que promueven los medios de comunicación, que buscan vender sus productos mediante figuras estilizadas, deben saber que la mala nutrición baja las defensas y en caso de enfrentar un accidente o una enfermedad, el Sistema Inmunológico tendrá problemas para responder en forma satisfactoria.

Dijo que el especialista, puede indicarle si requiere tratamientos farmacológicos o con solo "cerrar la boca" se puede bajar de peso.

La profesional afirmó que las dietas milagrosas no existen y tampoco los productos que sin ejercicios ni alimentación sana, le permitirán bajar de peso sin consecuencias mientras ven televisión.

El uso de pastillas, debe ser un método prescrito por el médico internista o el endocrinólogo para no crear adicciones, y explorar aspectos que inciden en la ingesta de alimentos como la ansiedad, depresión, problemas financieros y familiares tan perjudiciales que pueden convertirse en un problema crónico.

Existen predisposiciones genéticas que junto a los malos hábitos alimenticios, producen la obesidad; para disminuir el impacto negativo, planifique las compras en el supermercado y la feria del agricultor para que durante la semana, consuma frutas, vegetales y legumbres y disminuya las galletas, pan y repostería que ubica al alcance de la mano.

La nutricionista manifestó que si en la dieta familiar, abundan los embutidos, frituras, frescos de siropes, otros productos poco saludables, es hora de cambiar de aptitud, ser solidario si hay en el hogar personas enfermas y consumir productos buenos para todos si en la refrigeradora hay frutas, yogurt y agua, que se podrán disfrutar y su economía no se verá afectada.

"Ya los nutricionistas pasamos el tiempo del no coma o no haga, ahora ofrecemos alternativas y las opciones convierten la consulta en respuestas positivas para eliminar viejos hábitos", dijo la profesional.

Si las promociones le brindan la oportunidad de comer más papas fritas por pocos colones, piense en su salud, aprenda a decir no y mejore su calidad de vida.

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