Había una palabra extraviada en las
voces y en las ideas de muchos;
había un paso perdido al amanecer de
cada día controvertido, ajeno a los desafíos, temeroso a lo nuevo;
había un libro olvidado en el rincón mucho
más olvidado de un alguien que se olvidó de sí en el tiempo;
Había un pasado, una infancia, una
evolución, una tristeza, una soledad, una esperanza trunca, una verdad
irrebatible; que no se podían esconder;
Había un falso sueño que hacía de las
suyas en el laberinto descifrable del puñado de materia dotado del privilegio
de ser vía-andante;
Había un disfraz de presente que el más
audaz logró tomarlo y se volvió Mesías;
Pero; siempre estuvo el día con el sol
de sombrero, la vegetación de traje de gala, la infinita variedad animal
sonriente ante la soberbia, incompetencia y mediocridad del hombre, la vida
misma en posición vigía;
Todos y mas, prestos a dar la batalla, a
no ceder ante el pliego de propuestas oscuras;
Con la conciencia de no hacer de su
lenguaje oficial la tenebrosa anti-promesa;
Con la seguridad que jamás se podrá
comprar con los fríos números, tantas horas de estoicismo recopiladas en el
códice del alma.
Autor: Arnulfo S. Guayaquil, Ecuador.