EL DERRAME CEREBRAL SE CONOCE DESDE HACE

MÁS DE 2.400 AÑOS

POR ROBERTO SANCHO ÁLVAREZ

rsancho@ccss.sa.cr

Las personas que presentan un derrame cerebral, son atendidas y rehabilitadas en los centros médicos con buenos resultados, gracias a que

desde hace más de 2.400 años, Hipócrates el padre de la medicina, se refirió al tema denominándolo apoplejía, una palabra griega que

significa ataque violento, que se manifestaba en una repentina parálisis y problemas adicionales difíciles de recuperar, si se toma en

cuenta los escasos conocimientos del organismo y como se afectaba el cerebro del paciente para brindarle la mejor solución a su enfermedad.

Hoy se sabe que las personas afectadas, no reciben sangre en parte de su cerebro y las células pueden morir, entonces, es posible que

se afecte el movimiento, manera de pensar y comportarse.

La medicina continua las investigaciones y en 1928, divide el derrame cerebral en dos categorías basadas en las causas del problema y

así aparece el término derrame cerebral, que en la actualidad se conoce como ataque cerebral para evidenciar en la persona, la falta

de suministro de sangre en el encéfalo que requiere atención urgente.

Las víctimas de un ataque cerebral, pueden presentar debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, hacer movimientos

torpes, les cuesta tragar saliva y alimentos y como no están muy concientes de lo que le sucede a una parte del cuerpo, no controlan

la vejiga y movimientos fecales.

Los especialistas todavía no pueden curar el ataque, pero sí ofrecen una excelente recuperación a quienes se tratan en forma inmediata

y si reciben los cuidados adecuados, siguiendo el programa de rehabilitación que su médico considere oportuno, contribuirán a la

recuperación de la fuerza, coordinación, resistencia y confianza.

Los pacientes atendidos en los centros médicos de la Caja, aprenden a moverse, cuidarse, hablar y hasta pensar como lo hacía antes del

derrame cerebral.

Quienes se ven afectadas, corren riesgo de volver a sufrir otro derrame cerebral en el primer año, aunque puede ocurrir en otro momento

y para reducir el riesgo, hay que eliminar el fumado, la ingesta de bebidas alcohólicas, la presión arterial alta, el sobrepeso y la

diabetes mal tratada.

Es normal que después del derrame cerebral, la persona sufra depresiones, las lágrimas asoman con facilidad y de la misma manera, desaparecen

para dar paso a mejores estados de ánimo y se ríen sin saber porqué hasta que el tiempo, su médico y usted, logren solucionar el problema.

La familia juega un papel fundamental en la recuperación de su ser querido, acompáñelo en la sala de televisión, a escuchar radio, y

comparta un juego de mesa de su agrado hasta comprobar que puede realizar sus actividades con independencia .

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