DEPENDE DE TI
Ninguna computadora podría contener la
magia que llevas dentro,
el femenino arrullo de tu gracia
inmedible,
las maravillas que sólo en ti
resplandecen enteras, intangibles,
cada paso que das crea asombro y
embeleso,
cada beso que das porta los gérmenes del
más hondo milagro,
la gente te cree una más esparcida entre
la muchedumbre presurosa y extraviada,
pero tú y yo sabemos que un ser noble y
purísimo
puso en ti los secretos tras los cuales
los sabios atrofian sus seseras,
la riqueza que contienes y das es
gratuita,
una palabra tuya vale por mucho afán en
libros que a la postre nada dicen,
una única caricia de tus manos equivale
al rastreo del universitario
que nada encuentra en las oscuras aulas
sino el vacío de metas que nunca
satisfacen plenamente,
un segundo tan sólo de tu vida supera en
esplendor y en lozanía
al fuste de los años perdidos en
inútiles, raquíticas preguntas,
déjamelo decir otra vez en tu oído,
tú eres la única respuesta que yo
acepto,
en ti nida el sosiego, la sombra a que
me acojo,
nadie supo tasar tu innumera belleza,
porque la gracia que destilas desconoce
los precios y mesuras,
cada vez que tú hablas revienta de
delirio toda música,
cada vez que sonríes se le encienden al
sol todas las lámparas,
la vida toda palpita en el descaro
con que disputas primacía al universo
cada vez que sonríes,
créeme, aunque nadie lo sepa o lo
proclame,
en ti está el aderezo capital
con que un poder radioso, omnipresente
quiso vestir la vida de refulgentes
galas
sólo por que valiese la pena ser
vivida...
Autor: Gabriel Pararrayos.
Tenerife, Islas Canarias, España.