LA CULTURA ORGANIZACIONAL DEL SECTOR PÚBLICO PANAMEÑO

 

Panamá no cuenta con esferas gubernamentales, refiriéndonos a las instituciones del estado, con un alto grado de proyección y perspectiva de planificación a largo plazo que pueda traducirse en realizaciones concretas con procesos continuos que se conviertan en resultados tangibles, focalizada a un verdadero desarrollo sostenible, por supuesto que al no existir esa condición sine qua non para un auténtico desarrollo y eficiencia en el servicio que debe prestar el servidor público, menos podemos hablar de seguimiento a un plan estratégico quinquenal o a cualquier plan, programa o estrategia que pueda diseñarse para lograr un objetivo delimitado.

 

 A todo lo descrito, que se debe considerar como básico, en la estructura administrativa de cualquier estado moderno, hay que agregar lo imperativo de una cultura organizacional definida, una preparación asociativa del servidor público, la definición del sentido de pertenencia a una institución, a la organización para la que labora, la propia valoración de trabajo que realiza, y la inequívoca conciencia que la función que emprende es en bien de la comunidad, que retribuye con sus impuestos el esfuerzo que adelanta. Sin embargo, descubrimos con pesar las falencias institucionales y cómo emergen pensamientos en los colaboradores de percibir el trabajo como una simple y llana instrumentalización de trabajar por los quince y los treinta es decir un salario que les garantice la justificada subsistencia.

 

Debemos tomar en cuenta que la cultura organizacional es, según Granell (1997) define el término como "... aquello que comparten todos o casi todos los integrantes de un grupo social..." esa interacción compleja de los grupos sociales de una empresa está determinada por los "... Valores, creencia, actitudes y conductas." (p.2). No Obstante, constituye a grandes rasgos, uno de los pilares fundamentales para apoyar a todas aquellas organizaciones que quieren hacerse competitivas en el contexto social.

 

Las instituciones públicas son la expresión de una realidad cultural, que están llamadas a vivir y producir en un mundo de permanente cambio, tanto en lo social como en lo económico y tecnológico, o por el contrario, como cualquier organismo, encerrarse en el marco de sus límites formales. En ambos casos, esa realidad cultural refleja un marco de valores, creencias, ideas, sentimientos y voluntades de una comunidad institucional.

 

Dentro de esta línea de pensamiento, debemos puntualizar, que el poco o ningún respeto que se tiene por el servidor del estado, (que por derecho le corresponde), lo desmotiva y desalienta a prestar un mejor servicio, por que tiene presente que como tal es parte de un botín político, sin garantía alguna de estabilidad ni posibilidades de superación laboral, desarrollo profesional y social que avale la salud mental que requiere para un mejor desempeño de su responsabilidad, afectando de manera sensible la buena marcha del engranaje estatal.

 

De todo esto se colige, que esta situación endémica no permite avizorar por lo menos a mediano plazo una cultura organizacional donde Panamá al igual que otros países padecen el mismo mal sin dejar de lado la descomposición social a todos los niveles que se propaga cada día.

 

Desde la perspectiva más general, la ejecución de un plan estratégico como el que acertadamente presenta el equipo gubernamental, requiere que las instituciones diseñen estructuras más flexibles a la transformación y que este cambio se produzca como consecuencia del aprendizaje de sus miembros. Esto implica generar condiciones para promover equipos de alto desempeño, entendiendo que el aprendizaje en equipo implica generar valor al trabajo y más adaptabilidad al cambio con una amplia visión hacia la innovación. El componente medular de las instituciones públicas con miras al éxito es la calidad de sus servidores con plena libertad en el sentido de su autonomía, poseedores de un alto nivel de capacidades, lo que permite gerenciar el cambio con visión proactiva y diseño estratégico donde los servidores públicos, sientan la inquietud por mejorar su eficiencia y de este modo concienciarlos acerca de la existencia de posibilidades para ello, pero que también mediante el esfuerzo conjunto, colaboradores y gobierno interesados puedan derruir todas las barreras hoy existentes, para así alcanzar la meta, equiparándonos por capacidad y potencialidades; permitiéndonos ser verdaderamente competitivos, actores de procesos con excelencia distanciados de las posiciones partidistas como instrumento o herramienta para el logro de los objetivos de la institución.

 

Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.

elodia_0262@yahoo.es

 

 

 

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