CRECIMIENTO E IZQUIERDAS

 

Eduardo Ibarra Aguirre

 

Comúnmente se asocia a las izquierdas con la mala gestión económica. Incluso sus malquerientes no dudan en vincularla, sobre todo en tiempos electorales

en que se pone en juego la presidencia, con las catástrofes, bajo el presunto influjo de eso que muchos llaman populismo, pero que pocos saben de qué se

trata.

 

Lo anterior es válido para las izquierdas de América Latina y muchísimo menos para las europeas de signo socialdemócrata.

 

Se menciona con frecuencia el retroceso que caracteriza al gobierno de Hugo Chávez Frías en materia económica. Acaso el paradigma de eso que llaman populismo

para ocultar las políticas macro, hasta hace un lustro hegemónicas en Latinoamérica, de socialización de las gigantescas pérdidas y privatización de las

monumentales ganancias empresariales.

 

Fue precisamente el gobierno dizque populista de Chávez el que mostró el mejor desempeño económico en 2005, con un crecimiento de 9 por ciento del producto

interno bruto, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina.

 

Le siguió Argentina, gobernada por Néstor Kirchner --el señor que sacó de quicio a Vicente Fox Quesada porque se atrevió a diferir de George W. Bush respecto

al temario, sólo eso, a discutir en la Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata--, con 8.6 de crecimiento del PIB.

 

México se ubica entre las economías con menor avance, con 3 por ciento, sólo por arriba de Haití y El Salvador con 2.5 por ciento. Mientras que Uruguay

y Chile, gobernadas por los socialistas Tavaré Vázquez y Ricardo Froilán Lagos Escobar, registraron incrementos de 6 por ciento.

 

El organismo económico de Naciones Unidas reportó que Cuba cerraría este año con un incremento de 11.8 por ciento, derivado de un fuerte aumento de las

exportaciones de servicios. Pero sostiene que para el balance anual no tomará en cuenta la cifra proporcionada por el gobierno de Fidel Castro Ruz, debido

a que la metodología que se usa en la isla difiere de la utilizada por la Cepal.

 

En América Latina se efectuarán 14 procesos electorales para renovar gobiernos durante 2006, lo que según José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la

Cepal, provocará "mucho ruido político", pero no hay ningún indicador que dé muestras de "un desastre económico".

 

La llegada de Evo Morales al gobierno de Bolivia y el triunfo en la primera etapa de la elección chilena de la candidata socialista Michelle Bachelet pone

en relieve que los candidatos de las izquierdas siguen avanzando vigorosa y diversificadamente en la región.

 

Y en el caso de México, Rebeca Grynspan, directora general de la Cepal aquí, asegura sin titubeos que el virtual triunfo de un partido de izquierda "no

parece ser un factor, como lo fue en el pasado, que afecte los mercados".

 

Así de claro nos ven desde el exterior. Porque no usan anteojeras de los resabios de la guerra fría.

 

eduardoibarra@prodigy.net.mx

 

 

 

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