¿COMO PODEMOS INFUNDIRLE LUZ?

 

Cuando un niño nace su primera comunicación con el mundo que le rodea es a través de la madre, al sentir su olor sabe que no está solo, siente que lo protegen,

que le brindan amor, y sobre todo que lo alimentan al sentir hambre.

 

Según transcurran los días poco a poco llegará a saber quienes integran el seno familiar, ya no solo conocerá a mamá, también percibirá el amor de papá,

de abuela, en fin de todos aquellos que convivan con él, y velen por su felicidad y bienestar.

 

Todos en casa estarán orgullosos con el nacimiento del nuevo ser, en cada encuentro con amigos y vecinos les relatarán sus travesuras, discutirán a quien

se parece más, y por supuesto llegará el momento de destacar sus habilidades y facilidad creativa en el desarrollo de su vida.

 

Si la criatura que integrará nuestro planeta, tiene características de ser inteligente, hábil en sus movimientos, presenta una capacidad creadora acorde

a su edad, y no presenta ninguna limitación física, para los padres no será difícil contribuir a su pleno desarrollo, sin embargo, ¿cómo reaccionarían

ante la realidad de tener un hijo con problemas visuales?

 

Generalmente cuando esto sucede, pensamos que al no tener vista no será capaz de lograr nada por si solo, y que a partir de ese momento debemos convertirnos

en su guardián y protector, para de esta forma resolver todo lo que puedan necesitar, sin darnos cuenta que ese niño es un ser humano que tiene derecho

a vivir, a que se le tenga en cuenta dentro de la sociedad, además de que puede tener sus propios sueños e ilusiones, por lo que tenemos la obligación

más que nunca de sentarnos a analizar y valorar su personalidad y en base a ella crear las condiciones para infundirle la luz que necesitan para llevar

a cabo sus propios deseos.

 

Es cierto que nunca debemos crear falsas esperanzas en cosas que serán imposibles lograr, como por ejemplo alimentar un sueño de ser piloto, o de manejar

un ómnibus, ante todo se debe crear una conciencia de cual es la realidad, pero siempre destacando que aunque cosas así no puedan realizarse, existen otras

en las que puede llegar a tener éxito, si se le guía adecuadamente, y lo más importante es demostrarle que estaremos dispuestos a invertir en ello el tiempo

que sea necesario, y que lo que pueda lograr dependerá fundamentalmente del empeño e interés que ponga en ello.

 

Hay personas videntes a las que se les hace un poco difícil comprender que alguien que carezca de la vista, pueda llegar a tener una vida con un avance

pleno en todos sus aspectos, yo creo que esto es producto de la subvaloración , por lo que opino que un invidente debe ser evaluado en su justa medida,

y que sin llegar a anular a los que vemos, debemos convertirnos en fieles observadores de sus capacidades, para de esta forma contribuir a que se les tenga

más en cuenta dentro del mundo en que viven y como un aspecto muy importante, a la hora de su inserción laboral.

 

Cuentan que un campesino cultivador de arroz le encarga a su discípulo que cuidara de dicho sembrado. Durante el primer año, vigiló que nunca faltase el

agua necesaria, por lo que el arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. En el segundo año, se le ocurrió la idea de añadir un poco de fertilizante y

el arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año colocó más fertilizante trayendo como resultado que la cosecha fuera aún mayor que la anterior,

pero sin embargo el arroz nació pequeño y sin brillo. Al ver tales resultados el campesino le dice al discípulo que si continuaba aumentando la cantidad

de abono, la cosecha del año venidero no tendría ningún valor.

 

La moraleja de esta pequeña historia está en que puedes fortalecer a alguien cuando le ayudas un poco, pero si le ayudas demasiado lo debilitas, es por

ello que debes tener en cuenta, que lo único que lograrás sobreprotegiendo a tu hijo, es anular su propia capacidad creativa.

 

Abandona todos los prejuicios que puedan existir, abre tu corazón sin temor alguno, brindándole la seguridad y confianza para que en ti se apoye, y de esta

manera le podrás trasmitir la luz que necesitan sus pupilas interiores, para abrirse paso en la vida, y poder triunfar con éxito, sintiéndose de esta forma

un ser humano realizado en el más amplio sentido de la palabra.

 

Autora: Milaydis Machado Padrón

villarias@infomed.sld.cu

 

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