LOS CIEGOS Y LAS TELECOMUNICACIONES III

 

Con objetivos bien fijados.

 

En nuestra anterior entrega, pusimos especial atención en la importancia que tiene para el funcionamiento eficiente de un centro de comunicaciones la participación de personas ciegas en la operación de los diferentes sistemas y las metas que nos debemos fijar al momento de elegir las comunicaciones como especialidad para nuestro desarrollo profesional.

 

Habiendo explorado todas las posibilidades y teniendo bien claro qué es lo que queremos, es importante tratar de adquirir la mayor cantidad de conocimientos sobre la especialidad elegida.

Teniendo en cuenta que las telecomunicaciones abarcan un amplísimo espectro, son diversas las formas de capacitación, según qué sistema se valla a operar.

En este punto tiene suma importancia la dedicación y el interés que mostremos ya que si bien debemos realizar los cursos pertinentes con el fin de obtener la correspondiente habilitación legal, será fundamental la actitud de la persona al momento de gestionar un empleo como operador.

Es importante destacar, que las autoridades de los diferentes países implementan cursos de corta o media duración destinados a la formación de operadores especialmente si estos se van a desempeñar en servicios sanitarios, aeronáuticos, marítimos, de seguridad, etc.

De aquí en más, vamos a ir describiendo de manera sintética, los diferentes aspectos que hacen a cada uno de los servicios mencionados y la factibilidad de ser cubiertos por personas ciegas.

Vamos a comenzar hablando de las comunicaciones al servicio de la salud y la seguridad, por ser estos los servicios más populares y con mayor posibilidad de incorporar a personas con discapacidad visual.

Con el transcurrir de los años, y gracias al desarrollo tecnológico y la democratización de las estructuras, la prestación de servicios de comunicaciones para la salud y la seguridad se ha tornado más accesible.

La aparición de centrales telefónicas manejables por teclado, y la incorporación de equipos radioeléctricos transistorizados y operables por sistemas selectores automáticos o manuales pero de fácil manejo, nos permiten una rápida atención de los requerimientos, resolviendo con gran efectividad las necesidades que se nos plantean.

Estas mejoras bien utilizadas, no afectan para nada el grado de confidencialidad del tráfico de información, ya que las comunicaciones, se realizan en canales asignados exclusivamente a estos servicios y en una gran cantidad de casos son encriptadas, es decir que operadores ajenos a el sistema, no pueden hacer escucha de las mismas ya que al no estar sus equipos programados para trabajar en la red las comunicaciones son ilegibles.

 

¿Cuáles son las precauciones que los ciegos debemos tomar para ser confiables en el momento de postularnos para uno de estos servicios?

Ante todo, debemos mostrar un gran interés por el servicio sin incurrir en actitudes altamente expresivas como la comparación entre su posible lugar de trabajo y un lugar donde se filme alguna película de acción en la que se hayan destacado las escenas de espionaje.

Si bien esta advertencia puede resultar exagerada, no debemos olvidar que por nuestra condición, estamos mucho más expuestos que cualquier otra persona a ser rechazados y cualquier exceso en nuestro proceder puede ser suficiente para no ser designados.

Ya habrá tiempo para hacer bromas una vez adentro y habiendo demostrado que somos capaces de guardar reserva sobre lo que se nos informa o nos toca informar. Es importante destacar, que al momento de realizar nuestra capacitación, se nos hará firmar un documento con carácter de declaración jurada por el cual nos comprometeremos a guardar estricto secreto sobre la información que nos sea confiada.

Estos compromisos, están contemplados en las leyes de telecomunicaciones vigentes en todos los países, y prevén severas sanciones para quien incumpla estas disposiciones legales.

 

¿Qué actitud debe tener un operador en estos servicios?

Por tener estrecha relación con la atención a la comunidad, en más de una ocasión, nos veremos involucrados en comunicaciones sobre situaciones límites de salud, problemas sociales como maltrato a mujeres y niños, abusos con animales, enfrentamientos armados en vía pública, ocupaciones de edificios con toma de rehenes, etc.

Esta variedad de eventos ante los que nos podemos encontrar, nos llevará a marcar un delicado equilibrio entre la necesidad de satisfacer la exigencia de agilidad y rapidez que las circunstancias requieren, y la sensibilidad que nos exige nuestro ocasional interlocutor especialmente si nos toca operar líneas telefónicas de atención a emergencias.

 

Lenguaje:

En el punto anterior, nos referíamos al delicado equilibrio entre agilidad y sensibilidad en situaciones de emergencia y el lenguaje a utilizar es factor fundamental a la hora de actuar en las diferentes circunstancias. Si bien debemos tener en cuenta que la operación se debe realizar con la mayor rapidez posible, es importante adoptar medidas que dejen conforme al denunciante atendiendo a su vez los requerimientos que nuestros pares designados para concurrir a la emergencia nos planteen. En este contexto, debemos observar un estricto cumplimiento de las disposiciones en las que se nos imponga para el manejo de comunicaciones un lenguaje conciso, con frases breves y dejando de lado palabras demás que puedan demorar el cumplimiento de las directivas emanadas o inclusive distorsionar el sentido de estas.

Si bien la expresión lacónica implementada en estas operaciones nos pone de forma especial desde el punto de vista emocional, no debemos trasladar esa sensación al denunciante al momento de convencerle de finalizar la comunicación o pedirle que nos aguarde en línea para satisfacer su solicitud ya que en casos extremos como intentos de suicidio o privaciones ilegales de la libertad, este factor nos puede jugar en contra.

 

¿Cuáles son las bases fundamentales de estos servicios?

Desde el principio de este artículo, venimos relacionando a los servicios de comunicaciones que atienden las necesidades de la salud y la seguridad por estar íntimamente relacionados entre sí.

Más allá de esta relación, estas 2 áreas tienen por separado cuestiones específicas que no podemos dejar pasar.

Vamos a referirnos en primer lugar a la atención radio telefónica a los servicios de emergencias sanitarias.

Cuando nos hacemos atender por un profesional de la salud, además de desear que nuestra dolencia se cure cuanto antes, ¡queremos saber qué tenemos! Esta circunstancia se da de forma más urgente y prioritaria al momento de despachar un móvil a un lugar donde se registra una emergencia sanitaria.

Es importante, intentar obtener el máximo de información por parte del llamante y a su vez ir retransmitiéndola al personal que se encuentra en la ambulancia para que este vaya previendo las acciones a adoptar.

Estas situaciones, nos llevan a actuar de manera prudente y requieren de los operadores la mayor tranquilidad posible ya que los nervios pueden jugarnos en contra especialmente si la dirección a la que se dirige el móvil es difícil de pronunciar o la zona presenta dificultades para el ingreso y ubicación del domicilio del paciente.

Un temperamento similar se debe adoptar en caso de una derivación médica o si la emergencia es atendida por un profesional que se encuentra accidentalmente en el lugar para lo que debemos tomar nota de los datos que el médico nos proporciona prestando especial atención a las referencias que este da respecto al cuadro del paciente.

 

Comunicaciones en emergencias policiales:

Al igual que las sanitarias, las emergencias policiales requieren el mismo grado de atención y dedicación por parte del operador de comunicaciones.

En este caso, será fundamental para el desarrollo por parte de la tarea operativa de una persona ciega, tener el más amplio conocimiento sobre la tipificación de los diferentes eventos ya que en algunos casos, una palabra puede variar el sentido del mensaje y en virtud de esto alterar el nivel de prioridad que la situación plantea.

Por ese motivo, es importante realizar un trabajo de contención al denunciante tratando que este, a pesar de lo difícil del momento que está viviendo, se tranquilice para poder obtener el máximo de información posible minimizando los riesgos para el personal policial que concurre al lugar como para el denunciante, su familia, y el resto de la comunidad.

No olvidemos que una denuncia mal cursada, puede ser fatal en caso de que los delincuentes se encuentren cerca del lugar atacado.

Una actitud similar se debe adoptar en caso de prestar servicios en un cuerpo de bomberos ya que por lo general la presencia de fuego, genera gran nerviosismo potenciado por las consecuencias surgidas del incendio.

En nuestra próxima entrega, nos referiremos a los sistemas que componen el servicio móvil marítimo.

Espero que este artículo les sea útil.

Que lo disfruten.

 

Autor: Julio César Pérez. La Plata, Buenos Aires, Argentina.

uantru@ciudad.com.ar

 

 

 

Regresar.