Mi lente
CHARLTON HESTON
Illinois, 4 de octubre de 1923 - Beverly
Hills, 5 de abril de 2008
Acabo de enterarme de la muerte de una de
las leyendas del viejo Hollywood, aunque haya caído en desgracia ante muchos
por ser presidente del National Rifle Association no deja de ser recordado por
sus grandes papeles biográficos en famosas cintas, desde Moisés de “Los Diez
Mandamientos”, Miguel Ángel en “El Tormento y el Éxtasis” (1965) o los
ficticios Judah de “Ben Hur” y “El Cid”; o como un capitán del ejército
resistiendo la rebelión de los "boxers" en la China del 1900 en “55
Días en Pekín”.
John Charles Carter, mejor conocido como
Charlton Heston, fue un consagrado y prolífico actor de ese cine clásico
estadounidense, destinado al solaz y esparcimiento del público común y
corriente –que somos los que acudimos a las salas de cine en el mundo-, el mal
llamado: cine comercial.
Viene a la memoria de Mi lente esa
maravillosa época de juventud en que asistía al cine atraído por el nombre del
actor principal. Siendo aún niño, descubrí a Charlton Heston en 1959, en un
cine “de segunda” con la película “Marabunta” También interpretó a Marco Antonio
en la película “Julio César” y a Rodrigo Díaz de Vivar en El Cid.
Su filmografía incluye una de mis
películas favoritas “Sed de mal” y también el papel del coronel Taylor en la
clásica saga de ciencia ficción “El planeta de los simios”. Universalmente
famoso por sus interpretaciones en su estilo muy personal, exponente de ese
estilo particular el del “Actor Duro”, donde sin duda es uno de los mejores.
Su padre era trabajador en un molino de
pan. Cuando todavía era niño, sus padres se trasladaron a una zona rural de
Michigan, donde Heston pasaba largas horas leyendo y actuando para sí mismo.
Antes de cumplir los 10 años, los padres de Heston se divorciaron y él se quedó
con su madre. Unos años más tarde, ella se casó con un hombre llamado Chester
Heston, apellido que más adelante Heston utilizaría como nombre artístico. La
nueva familia se fue a Chicago, donde Heston fue al colegio. Participó en las
funciones teatrales de la escuela con tan buen resultado, que obtuvo en 1942
una beca para estudiar en la escuela de arte dramático de la Universidad del
Noroeste, en Evanston. Durante su estancia en la universidad tuvo la ocasión de
intervenir en una obra teatral filmada por un compañero en 16 mm. Más tarde el
mismo grupo filmó una segunda obra, también en 16 mm.
En 1944 se casó con una estudiante de
arte dramático de la universidad, y en el mismo año fue llamado a filas.
Participó en la guerra de Corea y volvió tres años después. A su regreso, su
esposa y él marcharon a Nueva York, donde trabajaron como modelos. Su deseo era
actuar en el teatro, pero al no poder hacerlo en Nueva York, se fueron a
Asheville, en Carolina del Norte, y se hicieron cargo del teatro local como
gestores y actores. En 1947 volvieron a Nueva York y esta vez Heston recibió
una oferta para intervenir en la obra Antonio y Cleopatra en un teatro
Broadway. Heston tuvo éxito y consiguió nuevas ofertas, también para la
televisión, medio en el cual hizo varias interpretaciones que tuvieron también
una buena acogida.
Heston consideró entonces que había
llegado el momento de trasladarse a Hollywood. Su primera película profesional
fue “Dark City” en 1950, con la que llamó la atención de los profesionales del
cine. Su primer éxito importante lo obtuvo dos años más tarde con el papel de
director de circo en “El mayor espectáculo del mundo” y se convirtió en una
gran estrella del cine interpretando a Moisés, 1956. En los años siguientes,
Heston actuó en varias grandes películas épicas, Por su trabajo en Ben-Hur ganó
en 1960 el Premio Oscar al mejor actor principal.
Heston siempre luchó por intervenir en
las decisiones respecto a las películas en las que participaba. Así, por
ejemplo, presionó en 1958 a los estudios Universal para que fuese Orson Welles
quien le dirigiese en “Touch of Evil” (Sed de mal), y cuentan que ayudó a
financiar el final del rodaje. En 1965 se enfrentó a los productores de “Major
Dundee”, cuando pretendían interferir en la dirección de su director, Sam
Peckinpah.
Una hábil elección de papeles le
permitió prolongar su carrera a edad madura, sin limitarse a una imagen de
galán. A finales de los años 60 y en los años 70 se mantuvo en primera línea
con películas de ciencia ficción como “El planeta de los simios”, saga
(1968-1973) que se ha convertido en un clásico del género. Heston también
participaría (brevemente) en el remake dirigido en 2001 por Tim Burton. Se
convirtió en un rostro habitual en el cine de catástrofes; en “Terremoto”
compartió protagonismo con Ava Gardner.
Por su película “Soylent Green” (Cuando
el destino nos alcance), Heston se ganó las simpatías de colectivos juveniles
ecologistas. Sin embargo, en cierta medida como Frank Sinatra, fue
evolucionando hacia una mentalidad conservadora. Entre 1966 y 1971 fue
presidente de la Asociación de Actores de Cine.
En los años 70-90, Heston retuvo su
status de estrella como secundario de lujo en superproducciones como “Los tres
mosqueteros” (donde interpretó al Cardenal Richelieu). Trabajó también en
televisión, en series como Los Colby interpretando el papel de Jason Colby, y
donde compartió protagonismo con la mítica Bárbara Stanwyck. Ya en los 90 grabó
“Camino de Santiago en España”.
Heston fue muy conocido también por
haber sido entre 1998 y 2003 el presidente de la National Rifle Association (Asociación
Estadounidense de Armas de Fuego), desde la que defendió ardientemente el
derecho a la libre posesión de armas de fuego en Estados Unidos. El director de
cine Michael Moore le hizo participar involuntariamente en su documental
Bowling for Columbine, siendo ampliamente criticado por instrumentalizar el
papel del actor. Fue también un firme defensor de la lucha por la igualdad de
derechos civiles entre blancos y negros, en EEUU, durante los años 60.
En 2002 Heston anunció públicamente que
padecía una demencia degenerativa similar a la enfermedad de Alzheimer. Siguió
casado hasta su muerte con su primera esposa, a la que conoció en la
universidad. El matrimonio tuvo un hijo y una hija. En 2003 fue distinguido por
el presidente de los Estados Unidos con la Medalla de la Libertad. Heston
escribió varios libros autobiográficos.
Heston falleció a los 84 años en su
residencia de Beverly Hills el 5 de abril de 2008, acompañado por su esposa
Lydia, con quien estuvo casado 64 años.
Contra costumbre de señalar los nombres
de directores de las películas referidas, en esta ocasión los he omitido
intencionalmente, como un humilde pero sincero y sentido homenaje a un actor
que con solo su nombre llenaba las salas de cine de todo el mundo. Descanse en
Paz.
Autor: Rafael Fernández Pineda. Cancún,
Quintana Roo. México.