A LA SOMBRA DE LA CEIBA XV

 

En esta oportunidad, intentaremos relatarles una breve historia relacionada con la gesta independentista de Cuba.

 

Nadie que haya visitado las provincias del oriente de nuestro país, ignora que sus pobladores gozan de la merecida reputación de luchadores inclaudicables por la libertad y la independencia patria.

 

Narra la tradición popular, que una pareja de jóvenes amantes, estaban determinados a marchar al campo de batalla cuando la Patria les convocara a luchar o morir por ella.

 

 Sucedió que en la madrugada del 10 de octubre de 1868, se produjo el grito de Yara, comenzando de tal suerte, la lucha que duraría diez gloriosos años.

 

 La casualidad, que puede jugarnos malas pasadas, no impidió que ambos Patriotas se hallasen en sitios distantes entre sí, se vieron forzados a incorporarse separadamente, viéndose la amante mambisa a salir en pos de su fiel compañero.

 

Al siguiente día la dulce muchacha, no perdió ni un instante, preparó su cabalgadura y sin otra carga, como no fueran sus ideales independentistas, marchó tras las huellas de aquel hombre en quien cifrara todos sus sueños de mujer y de patriota.

 

Recorrió leguas tras leguas antes de encontrar el campamento en que se encontraba su esposo, que acampaba en las faldas de una impresionante montaña, cuyo ascenso constituiría ¡todo un reto! Sorprendido el combatiente, no podía creer lo que veían sus ojos, y corriendo el uno hacia el otro, se fundieron en un íntimo abrazo, que ni aún la muerte quebraría jamás.

 

 Algunos días posteriores al encuentro, la tropa cubana fue sorprendida por una fuerza española que superaba en número a los nuestros.

 

 Al grito de: ¡viva Cuba libre! los mambíes ripostaron la agresión de los peninsulares, iniciándose un encarnizado combate en el que los luchadores por la independencia patria, llevarían la peor parte.

 

 La acción no finalizó con la derrota cubana, que, por el valor de nuestros hermanos, se inscribió en la historia, al fundirse en ese hecho, el amor de la pareja humana al amor profundo a la ¡madre patria!

 

 Como confirmación lírico histórica, transcribimos algunos versos de la canción, "El Mambí".

 

 ... una cubana que era su encanto,

 a quien la noche llorando vio,

 unió sus fuerzas a mi fiereza,

 y dio su vida a la libertad.

 

 Un día triste cayó a mi lado,

 su hermoso pecho sangrando vi,

 y, desde entonces fue más ardiente,

 Cuba adorada, mi amor ¡por ti!

 

 y desde entonces fue más ardiente,

 Cuba adorada mi amor ¡por ti!..

 

 

Autor: Alberto López Villarías. La Habana, Cuba.

villarias@infomed.sld.cu

 

 

 

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