Páginas de Historia

100 AÑOS DE LA HUELGA DE CANANEA

Por Raúl Espinosa Gamboa.

* El Proletariado Mexicano en la Historia

El 16 de enero de 1906, influenciados por el periódico Regeneración, editado por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, la clase obrera comienza a escribir un brillante capítulo de su historia libertaria cuando un grupo de 15 mineros de Cananea constituyó la sociedad secreta Unión Liberal Humanidad, encabezados por Manuel M. Diéguez, ayudante de rayador de la mina Oversight de la Cananea Consolidated Copper Co., propiedad del coronel William C. Greene. El periódico magonista, que circulaba clandestinamente en la región minera desde 1905 ejerció una notable influencia, y cuatro meses después eran 25 los miembros del grupo; todos listos a luchar contra la dictadura. Otro trabajador (de oficina) que será dirigente de este movimiento será Esteban Baca Calderón.

Durante el mes de mayo de 1906 la situación de los trabajadores cada día era más difícil y esta se complicó más, luego que "la noche del 31 de mayo de 1906 la compañía informó a los trabajadores de la mina Oversight que la extracción del metal quedaba sujeta a contrato, con lo cual, los intendentes podrían escoger a su personal despidiendo a buena parte de los obreros y aumentando el trabajo a quienes continuaran en servicio. Esta medida precipitó la violenta reacción de los trabajadores: en la madrugada del 1 de Junio de 1906, los 400 mineros que terminaban en jornada se amotinaron a la salida, iniciándose así la huelga".

Ante tal situación, de inmediato se presentó en el sitio el presidente municipal Filiberto Barros, y "ante la imposibilidad de aprehenderlos a todos, solicitó que los obreros nombraran representantes para tratar con la compañía, esta reunión fue citada a las 10 de la mañana en la comisaría de El Ronquillo".

Los trabajadores demandaron además de mejoras a las condiciones económicas, supresión de los maltratos y posibilidades de ascenso. Los obreros manifestaban su inconformidad respecto de los privilegios que gozaban los extranjeros, pues mientras que éstos disfrutaban de un salario mínimo de 7 pesos diarios, los trabajadores mexicanos recibían sólo 3 pesos por una jornada de 10 y 12 horas. En esas condiciones establecieron el pliego de peticiones con el cual notificaron al coronel William C. Greene, propietario de la Cananea Consolidated Cooper Co., que los obreros se habían declarado en huelga.

Resulta primordial transcribir los aspectos más importantes del pliego de peticiones propuestas por los huelguistas, pues formará parte del Programa del Partido Liberal Mexicano (PLM) y que el sector más avanzado de los constituyentes de 1917 elevarán a rango Constitucional, muchos de los cuales fueron abrogados de manera cautelosa posteriormente.

Este documento histórico señala entre otras cosas:

"Queda el pueblo obrero declarado en huelga.

El pueblo obrero se obliga a trabajar bajo las condiciones siguientes:

a) El mínimo del sueldo del obrero serán $5 pesos diarios con 8 horas de trabajo.

b) En todos los trabajos de la Cananea Consolidated Cooper Co, se ocupará el 75% de mexicanos y el 25% de extranjeros, teniendo los primeros las mismas aptitudes que los segundos.

c) Poner hombres al cuidado de las jaulas, que tengan nobles sentimientos para evitar toda clase de irritación.

d) Todo mexicano en los trabajos de esta negociación tendrá derecho a ascenso según lo permitan sus aptitudes".

William C. Greene, dueño de la mina, consecuente con su naturaleza de clase, respondió ese mismo día, rechazando esas peticiones, por lo que "la huelga se había extendido a las otras minas, a la planta concentradora y a la fundición; cerca de 1500 trabajadores se aprestaban a celebrar una gran manifestación. La columna se puso en marcha llevando banderas nacionales; a su paso por Buenavista se les unieron 500 personas, otras 200 en la concentradora, y mil más en la fundición".

En tanto, a distancia, Greene y 30 pistoleros norteamericanos armados a su servicio, seguían los movimientos de los trabajadores. Al llegar a la maderería una descarga de fusilería mató a dos huelguistas e hirió a otros más. "Los obreros respondieron con piedras matando a los hermanos George y William Metcalf, Conrad Kubler y a otro gringo llamado Bert Rusler".

Lo que permitió que los pistoleros norteamericanos contratados por Greene respondieran violentamente a los huelguistas que estaban indefensos ante las armas de estos; los trabajadores fueron perseguidos por las calles de la población, obligándolos a buscar refugio en la sierra cercana. Los obreros, para distraer a los represores lograron incendiar los depósitos de madera, de semillas, y de forrajes.

El día 2 de junio el cónsul de Estados Unidos en Cananea, a sugerencia de Greene pidió ayuda a su país, e inmediatamente rangers de Arizona armados persiguieron a los huelguistas. Apoyados con las armas yankis, el entreguista gobernador Rafael Izábal (que había aprobado la acción extranjera), junto con el general Luis E. Torres, Jefe de la Primera Zona Militar de Sonora y William C. Greene luego de una terrible represión lograban "establecer el orden".

Esa tarde, los obreros organizaron una segunda manifestación y se dirigieron al hotel donde se encontraba el gobernador, para manifestarle sus quejas, pero en la avenida que conduce a la Mesa, fueron agredidos por los rangers, generalizándose nuevamente la represión. A las diez de la noche, luego de haber cumplido su criminal tarea, las fuerzas mercenarias extranjeras fueron reembarcadas en el mismo tren en que habían llegado.

El día 3 la población se encontraba bajo la ley marcial; el saldo trágico había sido de 23 muertos y 22 heridos de ambas partes, y fueron aprehendidos más de 50 individuos a quienes se acusó de ser los agitadores del movimiento y sus dirigentes entre los que se encontraban Calderón, Diéguez, Francisco M. Ibarra, fueron enviados inmediatamente a la prisión de San Juan de Ulúa.

El general Luis E. Torres, jefe de la zona militar, declaró a los huelguistas que no les sería aumentado un solo centavo; en tanto Greene, hipócritamente manifestó que estaba dispuesto a subir los salarios, pero que el presidente Díaz se lo había prohibido.

El día 4 se solucionó el movimiento y se reanudaron los trabajos, faltando muchos huelguistas que habían huido temiendo las represalias. En México los sucesos de Cananea eran el platillo del día y se desaprobaba que el Gobierno hubiera permitido la entrada al país de mercenarios norteamericanos para intervenir en un conflicto netamente nacional.

Luego de consumada la derrota de los mineros de Cananea, se organizó la más brutal persecución contra los mineros que se atrevieron a demandar justicia y mejores condiciones de trabajo; la represión llegó a grados de disparar antes de intentar detener a cualquier sospechoso de haber participado en esa huelga histórica.

El día 6 de junio de 1906 los dirigentes de la huelga fueron condenados a 15 años de prisión y a trabajos forzados. En 1911, recobraron su libertad cuando ya era presidente Francisco I. Madero.

En los días subsecuentes, el gobernador Izábal fue consignado al gran jurado de la Cámara de Diputados acusado de traición a la patria. El 22 de junio de 1906, llegó a México el Gobernador de Sonora, Izábal, a responder de su actitud sobre la huelga de Cananea. Se creyó que iba a ser procesado y que se haría justicia en tan sonado asunto, pero después de dos meses regresó a Sonora a seguir gobernando.

Los periódicos de oposición reprocharon al Gobierno "que tolerara la inmigración de norteamericanos, que solo venían a quitar el trabajo a nuestros obreros y a llenarlos de oprobio, y sugerían por primera vez, que hicieran una reglamentación del trabajo en la República Mexicana". También se dijo en aquella ocasión que los sucesos de Cananea constituían el primer chispazo de la Revolución.

La huelga de Cananea tuvo una gran trascendencia histórica pues mostró la oposición de los trabajadores a la dictadura y puso en evidencia la red de complicidad que se entretejían y conformaban el sistema porfirista, las relaciones de clases en la sociedad mexicana de la época y también con los inversionistas extranjeros. Durante los gobiernos de Díaz, estallaron más o menos como "doscientas cincuenta huelgas debido a las condiciones de sobreexplotación y marginación de obreros y campesinos, a la crisis económica y a la influencia de las ideas anarquistas y liberales; los centros de agitación obrera se localizan en las industrias textil, minera y ferrocarrilera, de capital extranjero mayoritario".

De esta huelga, naturalmente se ha escrito mucho e incluso se ha hecho cine; la cinta Cananea producida en 1976, de Marcela Fernández Violante, con Carlos Bracho, Yolanda Ciani y Víctor Junco; es una excelente película que salvo algunas precisiones vale la pena ser vista.

Como punto final a esta debemos decir que Esteban Baca Calderón nació en Nayarit en 1876, milita en el Partido Liberal Mexicano (PLM) desde su refundación, y a partir de 1905 trabajará en Cananea, donde será uno de los más destacados dirigentes de la huelga minera de 1906, por lo que será encarcelado en San Juan Ulúa.

Liberado en 1911, regresa a Cananea y se reincorpora a la revolución luego del Golpe de Estado que llevó a Huerta a usurpar la presidencia. Alcanzó el grado de general de división y fue diputado a la Constituyente de 1917, integrante del grupo magonista que influyó en la incorporación de los puntos básicos del Programa del PLM de 1906 y la legislación de obrera.

Manuel Diéguez formó parte del cuerpo de la Marina de Guerra hasta antes de laborar en Cananea, donde será fundador del grupo Unión Liberal Humanidad, y será destacado dirigente de la huelga, por lo que también será encarcelado en San Juan de Ulúa.

Luego de su liberación regresa a Cananea donde será Presidente Municipal, reincorporándose a la lucha armada tras la felonía Huerta y la intervención del embajador yanqui en los sucesos que derrocaron a Madero, incorporándose al ejército constitucionalista.

Siendo Gobernador de Jalisco promueve una legislación a favor de los trabajadores estableciéndose por primera vez en el Estado la jornada 9 horas de trabajo. En 1924, se unió a la rebelión de la huertista, por lo que al ser hecho prisionero es pasado por las armas.

 

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