CÁBALA

 

Tomado de mi libro: Tarot fuente de inspiración y magia.

 

Capítulo V

 

CÁBALA

La palabra Cábala viene de la palabra "laykabbel", recibir, y describe los motivos de las acciones como es el deseo de recibir, referido este deseo a recibir distintas clases de placeres, para lo cual cada uno está dispuesto a invertir un gran esfuerzo.

El Diccionario de la Lengua Española la define así:

«1. Del hebreo qabbalah, tradición. En la tradición judía, sistema de interpretación mística y alegórica del Antiguo Testamento. 2. Conjunto de doctrinas teosóficas basadas en la Sagrada Escritura, que a través de un método esotérico de interpretación y transmitidas por vía de iniciación, pretendía revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de Dios y del mundo. 3. Cálculo supersticioso para adivinar una cosa. 4. Intriga, maquinación. 5. Conjetura, suposición».

De las definiciones anteriormente expuestas, podríamos quedarnos con la número 2, pero a los autores del presente trabajo no les gusta ninguna de las cinco acepciones, si bien las citamos a título divulgativo. Lo que sí quisiéramos es plantear las siguientes cuestiones: ¿es la Cábala una doctrina esotérica?, ¿qué significa esotérico? Esotérico es lo interior, lo aparentemente invisible, las realidades yuxtapuestas a la realidad que pisamos, a la realidad tangible y que palpamos, a la que nos entra por los sentidos externos. Si la Cábala es una doctrina esotérica o no, es una cuestión que iremos despejando poco a poco y que el lector interpretará de acuerdo con su leal saber y entender, teniendo en cuenta lo que vamos a exponer a continuación.

Todos hemos oído hablar de la Biblia, del Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento tiene cinco libros que consideramos como fundamentales, llamados el Pentateuco. Penta significa cinco. Sin embargo, hay un libro más antiguo que se llama el Talmud. Los judíos, antes de la Diáspora, se consideraban el pueblo elegido por Dios. Según la tradición judía, hace más de 5.700 años, Dios ofreció a las naciones de la tierra un pacto que nadie aceptó excepto el pueblo judío. Por lo tanto, desde este punto de vista, el pueblo judío no es el pueblo elegido, sino el pueblo que acepta el pacto con Dios. La ley de Dios entregada a Moisés en el monte Sinaí se llama la Tora. Algunos dicen que Tarot viene también de Tora, pero no hay forma de constatar este extremo.

En todo caso es difícil de precisar cuándo, en qué fecha y en qué tiempo se escribe el Pentateuco. Lo que no cabe duda es que los judíos han añadido los libros de los jueces, los de los reyes, el Eclesiastés, los libros de los salmos, el libro de la sabiduría, etc. Es decir, el Antiguo Testamento, con ligeras modificaciones, es prácticamente la Tora o ley de Dios, escrito por no se sabe quien ni cuando. A partir del siglo XII los judíos españoles, sefardíes o sefarditas, crean doctrinas que en su aspecto esencial convergen, es decir, tienen un mismo tronco intentando desarrollar la Tora o ley de Dios y que tratan, por todos los medios, de decir al mundo que la ley de Dios no es ni más ni menos que la ley cósmica.

Ellos sostienen el principio que dice: "como es arriba es abajo". Pero este principio en realidad está tomado del egipcio legendario Hermes Trismegisto. Esto también lo repite Cristo cuando enseña el Padre Nuestro en su expresión "así en la tierra como en el cielo". Lo volvería a repetir Cristo cuando, según los evangelios, dice al apóstol Pedro: "lo que atares en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desatares en la tierra quedará desatado en el cielo". No hablamos de los Evangelios apócrifos sino de aquellos que tiene reconocidos la Iglesia Católica.

Retomando nuestro tema, diríamos que la Cábala es la doctrina que interpreta la ley de Dios, que es esencialmente la ley cósmica. El verbo, el logos, la palabra, tiene una importancia fundamental y en este sentido las letras de Dios, es decir, que componen la palabra de Dios y que son —y escribimos su pronunciación fonética— YOD, HE, VAV, HE, son los pilares o fundamentos básicos sobre los que se desarrolla, en grandes rasgos, la ley de Dios. Son cuatro mundos, cuatro niveles de manifestación sobre los que está basada la creación y donde cada mundo involucra un árbol de la vida completo. Así tenemos:

ATZITUH: representado por la letra YOD, corresponde al mundo arquetípico, al mundo divino o mundo de la emanación, de la voluntad y del deseo.

BRIAH: representado por la letra HE, corresponde al mundo de la creación.

YETZIRAH: representado por la letra VAV, es la exteriorización de lo ya creado, el mundo de la formación.

ASSIAH: representado por la letra HE, segundo HE, es el fruto, el mundo de la materia y de la acción.

ATZITUH

BRIAH

YETZIRAH

ASSIAH

Árbol de la vida compuesto

Naturalmente, nosotros no vamos a escribir aquí un tratado de la Cábala, porque ni somos hebreos, ni somos cabalistas, ni siquiera somos versados en esta doctrina que, según algunos hebreos, desarrolla la Tora o ley de Dios. Y fíjese bien que decimos algunos hebreos, porque no todos están de acuerdo, si bien el pueblo de Israel cada día intenta volver y profundizar más en sus raíces. Queremos decir a título ilustrativo, que cuando se reconstruye política y geográficamente el estado de Israel, nace un estado absolutamente laico; pero este estado laico en el momento actual y bajo nuestro personalísimo punto de vista, tiene bastantes atisbos teocráticos.

Según algunos esoteristas, que no cabalistas, esto coincide con los cuatro elementos sobre los que se sustenta o fundamenta el zodíaco caldeo.

En la Cábala, existen principios fundamentales que se basan en las letras del alfabeto hebreo, que al parecer las inventa Dios, Jehová, y las letras que componen Dios serían el gran tronco del árbol de la vida, de donde todo procede y todo retorna. Los no creyentes entienden que todo viene del cosmos y vuelve al él, porque todo se funde con él. Cada individuo es un microcosmos porque en él se dan todos los elementos.

La manifestación de Dios en la Cábala, se ordena en diez emanaciones, en diez esferas llamadas sefirot, y en veintidós senderos. Los sefirot representan las diez cualidades o aspectos de Dios, al que se puede llegar por todos y cada uno de los veintidós caminos o senderos que representan todas y cada una de las veintidós letras del alfabeto hebreo. A su vez, éstos tendrían relación con la Numerología, es decir, con los diez números básicos que componen todo el sistema numérico y numerológico actual. A saber:

Árbol de la vida simple

1 KETHER. Es la corona, la sabiduría, lo máximo, lo absoluto. Algunos estudiantes de Cábala católicos lo asocian con el Dios padre.

2 HOTHMAH. Corresponde al Dios hijo, siempre según los criterios algunos estudiantes de Cábala católicos. Es el aspecto amoroso de Dios.

3 BINAH. Es el conocimiento. Otros dicen que es el mundo de las creaciones, y llevándolo a términos estrictamente seudo religiosos, sería el Espíritu Santo.

4. HESED. Este aspecto de Dios representa la linealidad, la serenidad, la perfección.

5 GEBURAH. Es el Dios clemente, el Dios que perdona, el Dios que premia, el Dios que castiga. Hay quien dice que tiene relación con un aspecto más implacable de Dios, aunque Dios siempre es misericordioso.

6 TIPHERETH. Es el aspecto de la belleza y de la armonía. Se le atribuyen correspondencias con el Sol.

7 NETZACH. Corresponde al aspecto de santidad, de misticismo, de éxtasis, de introversión, de introspección. Es el pensamiento puro.

8 HOD. Es el aspecto material, más de trabajo, más de laborar o laboreo.

9 YESOD. Es el aspecto oculto. Algunos le atribuyen correspondencias con la luna. Es la terminación de un proyecto. Es el aspecto de Dios por el que esperamos la respuesta que no llega: "llamad y se os abrirá", "pedid y reci iréis", y que podemos asociarlo con un aspecto del propio ser humano, ya veréis", y que podemos asociarlo con un aspecto del propio ser humano, ya que todo lo que se desea se puede conseguir.

10 MALKUTH. Es la otra cara de Dios. Su reino en la tierra, que sería el mundo inferior. Representa lo puramente material, carnal, humano. Algunos dicen que es el abismo. ¿Creó Dios los abismos?

A cada uno de estos diez aspectos se llega a través de cualquiera de los veintidós senderos representados, a su vez, por las veintidós letras del alfabeto hebreo y que exponemos a continuación:

NúmeroLetra Arcano

1AlefEl Mago

2Bet La Sacerdotisa

3GuimelLa Emperatriz

4DáletEl Emperador

5HeEl Papa

6VauLos Enamorados

7ZáyinEl Carro

8JetLa Justicia

9TetEl Ermitaño

10Yod La Rueda de la Fortuna

11KafLa Fuerza

12LámedEl Colgado

13MemLa Muerte

14NunLa Templanza

15SámecEl Diablo

16AyinLa Torre

17PeLa Estrella

18TsádeLa Luna

19CofEl Sol

20Resh1El Juicio

21SchinEl Mundo

22Táu11El Loco

Las letras madres, que son tres, alef, mem y schin, representan la cabeza, el torax y el abdomen; o la cabeza, el tronco y las extremidades, entendiéndose, que de la parte superior del tronco, nacen las extremidades superiores y en la parte inferior del tronco, es decir, detrás del abdomen, en la columna vertebral, tienen su raíz las extremidades inferiores. Así mismo y según comenta Salas representan el Aire, el Aguay el Fuego.

Las siete letras dobles, bet, guimel, dálet, kaf, pe, reshy táu represen- tan los días de la semana con sus respectivas noches. También simbolizan a los siete planetas caldeos y que son: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, la Luna y el Sol (téngase en cuenta que Urano, Neptuno y Plutón son planetas des- cubiertos muy posteriormente a la astrología caldeay al inicio de la Cábala).

Las doce letras simples, he, vau, záyin, jet, tet, yod, lámed, nun, sámec, ayin, tsáde y cof, representan los doce signos del zodíaco y los doce meses del año.

Árbol de la vida simple con 22 senderos y letras Vamos a ilustrar, a título meramente de curiosidad y con el fin de acercar al lector más a la cultura hebrea, la equivalencia entre los meses del antiguo calendario hebreo y nuestro calendario actual (nótese que el calendario hebreo coincide con la rueda zodiacal o astrológica):

MES HEBREO MES EQUIVALENTE

Nisan Marzo

Lyyar Abril

Sivan Mayo

Tammuz Junio

Aborto Julio

Elul Agosto

Tishri Septiembre

Mareshvan Octubre

Kislev Noviembre

Tebet Diciembre

Schebat Enero

Adar Febrero

En el preámbulo de este capítulo, hemos citado al mítico Hermes Trismegisto que sostiene un principio, cual es, el de que "lo que es arriba es abajo" y viceversa. Eso significa que en el universo, tanto visible como invisible, todo se corresponde. Todo tiene una interdependencia; hay una interacción o interactuación entre todos y cada uno de los elementos que componen el cosmos. Desde un punto de vista esotérico esto es evidente, por lo que el Tarot guarda una relación, al menos formal, con la Cábala. Hasta tal punto es así, que los veintidós arcanos mayores están tomados de las veintidós letras o senderos que van al árbol de la vida; pero es que además estos senderos, según los cabalistas, tienen dos direcciones como cualquier vía de circulación. Una de ascenso o de ida hacia el Sol, hacia Dios, y otra de descenso o de vuelta, de retorno. Para mayor abundamiento, los físicos teóricos modernos están intentando llegar a fórmulas que permitan conectar la fuerza nuclear fuerte, la débil, la fuerza electromagnética y la fuerza gravitacional, que son las cuatro fuerzas que parecen rigen nuestro universo.

Nosotros, desde un punto de vista tal vez subjetivo, estimamos que tienen mucho que ver con los aspectos de anverso-reverso, positivo-negativo, etc. de las cartas, de los números y del zodíaco.

Los aspectos de Dios, los diez principios básicos: Kether, Hothmah, Binah, Hesed, Geburah, Tiphereth, Netzach, Hod, Yesody Malkuth, tendrían que ver, al menos formalmente, con los diez números, y que en realidad son nueve. ¿Por qué estamos diciendo formalmente, de forma y no de fondo, tanto en las diez ramas principales del árbol de la vida, así como de sus senderos o caminos de ida y vuelta, y no hay, a nuestro juicio una correspondencia que pudiéramos calificar de fondo? Sencillamente porque los distintos autores no se ponen de acuerdo y para demostrar lo que decimos, citaremos algunos ejemplos sin nombrar ningún autor. No obstante cualquier lector puede comprobar lo que decimos leyendo a 3 ó 4 autores esotéricos en cualquier librería especializada.

Ejemplo: algunos numerólogos hacen coincidir el número tres, Binah, con Géminis, por aquello de que en el Tarot La Emperatriz, como ya hemos visto, está relacionada, entre otros aspectos, con la creatividad. En cambio otros autores entienden que el número tres y La Emperatriz están más relacionados con Júpiter. Lo que sí es claro, es que la creación pura está más relacionada con el deseo, con la voluntad, con la inspiración que con el intelecto propiamente dicho. El artista cuando crea, no está empleando la lógica en un sentido estricto, puro; lo que plasma, bien en poesía, música, pintura es su forma de sentir y está transmitiendo su parte sensible. El arte es algo extrasensorial, algo que nace, no del intelecto y sí de los sentimientos, de los impulsos, de la voluntad, del deseo y en este sentido, sí estamos de acuerdo con la Cábala en cuanto que la letra YOD son las emanaciones, es decir, lo interior y la letra HE es lo que fluye, lo que da sentido a, lo que crea.

Por tanto, sí que existe correspondencia entre todo lo creado, entre todos y cada uno de los elementos del cosmos. Pero las correspondencias son múltiples, infinitas, porque las partes integran el todo, lo forman, lo conforman, lo configuran, lo componen y todo se corresponde entre sí, pero de múltiples maneras. El que conozca la técnica del Tarot, si tiene nociones de Cábala o es además un especialista en esta doctrina, que los cabalistas dicen que es ciencia, tendrá un mayor acceso y un mejor dominio de la técnica interpretativa de esta especialidad de la cartomancia. Si además tiene conocimientos de Numerología, y a su vez de Astrología, su labor, como intérprete de esta técnica de autoconocimiento que es el Tarot, será mucho más eficaz.

En el mundo invisible, donde coexisten y se superponen las distintas realidades con la realidad tangible, es decir, con la realidad que palpamos, pisamos y percibimos a través de los sentidos externos, la intuición, lo extrasensorial, el inconsciente, la conciencia profunda... juega un papel extraordinariamente importante. Pondremos algunos ejemplos:

1. Cuando va a haber una tormenta o un acontecimiento que puede ser una alteración aparente de la naturaleza, algunos animales como los perros, los gatos, los asnos, etc. suelen tener comportamientos extraños.

2. Cuando se produce una tormenta solar o hay luna llena, se produce en el ambiente algo que también altera de alguna manera los comportamientos animales.

Estos comportamientos también los acusan algunos seres humanos y se supone, que en la noche de los tiempos, el ser humano, antes de escribirse la actual historia —la que conocemos por los textos y a través de la tecnología inventada por nosotros— acusaba masivamente estas alteraciones. ¿Estamos hablando tal vez de precognición? Puede ser. Lo que no cabe ninguna duda, es que nuestro actual progreso material, fruto y producto de nuestra civilización, nos ha ensordecido al menos parcialmente. No estamos diciendo en absoluto que el progreso sea malo, pero sí afirmamos con absoluta rotundidad, que los principios científicos y tecnológicos, es decir, la ciencia aplicada sobre la que se sustenta nuestro "progreso", no puede ser un dogma, ni la panacea universal. Sin ningún género de duda, hemos ganado en calidad de vida, la hemos prolongado; actualmente y gracias a los medios de comunicación y transporte, ya no hay distancias, debido a la electrónica —fenómeno de repercusión indiscutible—y a los satélites artificiales que orbitan la tierra; pero pensemos que ejercitamos poco nuestra intuición, que es muy importante y que la comunicación personal, directa y física entre los seres humanos es menos patente.

En este sentido, parece que la Cábala intenta dar respuesta explicando el desarrollo del plan de la creación, que sería algo así como la explicación de la Ley Cósmica, desde la perspectiva esotérico-religiosa del pueblo hebreo. Piénsese que la tradición sobre la que se soporta la Tora —Ley según el pueblo hebreo— data de 57 siglos antes de nuestros días. El cristianismo y el islamismo respectivamente son muy posteriores a la Tora. Pero a nuestro juicio, en la discusión que existe entre los distintos expertos acerca de si la cultura india fue antes que la cultura egipcia o viceversa, no cabe ninguna duda que aunque los Vedas, los Upanishad, el Ramayana, el Mahabarata y todos los libros sapienciales hinduistas, así como los persas, budistas, zen, o las filosofías de la antigua china, como son la taoístay confuciana, son, desde nuestro punto de vista, posteriores a la gran cultura egipcia que sigue siendo la gran desconocida. Prueba de ello es que la gran pirámide de Keops hoy día sigue siendo estudiada y reestudiada. Es difícil suponer cómo y quienes habrían cortado aquellos bloques de piedra de 30 o más toneladas, y qué tipo de máquinas o artefactos fueron los que llevaron a cabo esta labor. ¿Y qué pensar de las proporciones exactas, a escala, con respecto al cosmos, es decir, a lo más próximo del cosmos con respecto a la tierra?, medidas todas ellas que expresan por ejemplo la distancia del sol a la tierra, entre otras cuestiones matemáticas y astronómicas. ¿Qué civilización forjó el antiguo Egipto? La Cábala como desarrollo de la Tora o Ley de Dios y que es la que nos ha llevado tan lejos, es muy posterior.

Hay una teoría que nos dice que el Tarot es egipcio, y que viene del Libro de Thot, libro que al parecer escribió Hermes Trismegisto, pero está muy lejos de ser demostrada.

Lo que sí está muy claro, es que tanto Eliphas Levi como Aleister Crowley o Gerard Encause (Papus), todos ellos personajes del siglo XIX y principios del XX, se inspiraron, entre otras doctrinas esotéricas, en la Cábala para configurar el actual Tarot, el que conocemos hoy. Pero no sentaron principios dogmáticos de correspondencia. Si bien es una evidencia que los veintidós arcanos coinciden con las veintidós letras del alfabeto hebreo; que son los veintidós senderos que conducen al árbol cabalístico de la vida, y que en definitiva son a juicio de algunos israelitas—, los principios en los que se asienta la ley que Dios pactó con Moisés según la tradición hebraica, y que en realidad todos y cada uno de los principios de la ley de Dios serían 613, de los que nosotros estamos tan sólo superficialmente tratando aquellos sobre los que parte la doctrina cabalística, y que por decirlo de alguna manera, nos encontramos en la piedra filosofal de la doctrina. Obviamente no pretendemos en ningún momento sentar cátedra, porque insistimos: ¡NO SOMOS CABALISTAS!, y por tanto desde nuestro punto de vista sí vemos una correspondencia formal entre Tarot, como técnica de autoconocimiento y conocimiento de nuestro entorno próximo, y la Cábala, que es una doctrina filosófico-religiosa y esotérica, que explica la Ley de Dios, a juicio de algunos expertos israelitas, que es la Ley Cósmica, el gran plan de la creación en el que todos estamos inmersos y en el que todo está relacionado e interaccionado.

Sí existen personas no creyentes que dominan perfectamente la técnica del Tarot. Personas agnósticas que tienen un buen dominio de esta técnica y que tienen un concepto distinto de la Cábala, por supuesto no religioso, pero sí esotérico. En cualquier caso ya hemos apuntado anteriormente que para profundizar en el Tarot y en su actual configuración tal y como lo conocemos hoy, es absolutamente indispensable consultar en los tratados de Eliphas Levi, Aleister Crowley y Gerard Encause (Papus), como grandes maestros que dan forma y vida definitiva a este código que es el Tarot.

 

Autor: Hilario Alonso. Madrid, España.

hilario-conchi@hotmail.com

 

 

 

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